Por Paola Penélope Sánchez Esparza
Colegio de Internacionalistas del Estado de Aguascalientes A. C.
“¡Ya basta! Existimos y aquí estamos, ¡Ya basta!, nunca más una patria sin nosotros”…. Ejército Zapatista de Liberación Nacional (E.Z.L.N.)
Con este planteamiento los pueblos indígenas tzotzil, tzeltal, chol, tojolabal, zoque y mame habitantes de la región de Chiapas salen en defensa de su región, creando el movimiento llamado Ejército Zapatista de Liberación Nacional, mejor conocido por sus siglas EZLN.
Esta agrupación aparece por primera vez ante la sociedad el 1 de enero de 1994 declarando la guerra al Estado Mexicano, a la par de éste entra en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) atrayendo así la mirada no tan sólo de la sociedad de nuestro territorio, sino de la comunidad internacional, ya que se vuelve una contraparte de la modernización y apertura comercial que sería la génesis de la reputación internacional de México, visto por los inversionistas extranjeros como un destino ideal para aquellos futuros negocios.
Mientras tanto al interior de su territorio, los indígenas habitantes del estado de Chiapas se encontraban dentro de las minorías marginadas que entre la falta de apoyo para el campo y para tener una buena educación, los indígenas de Chiapas tenían que afrontar la ausencia de servicios de salud y agua potable siendo ignorados por el sistema de gobierno que ejercía la administración en turno.
Es por esta razón que los Zapatistas demandaban trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz, esto sólo se podría lograr teniendo un país libre y democrático, algo que no sentían que estuviese en ese momento, por tanto, también pidieron la renuncia del gobierno federal y estatal.
Sin embargo la respuesta del gobierno, fue belicosa, entrando de una manera rápida a combatir mandando tropas del ejército militar mexicano a los municipios que habían sido tomados por los zapatistas. Haciendo frente a estas asociaciones armadas, y al mismo tiempo a los indígenas que vivían en esas zonas, la consecuencia fue terrible dejando en su camino decenas de muertos dentro y fuera del combate, estos conflictos continuaron de forma prolongada.
Durante este tiempo el EZLN tuvo una enorme atención de los medios de comunicación nacionales, que llegaban a los lugares de zona de influencia zapatista a obtener videos y notas informativas de los acontecimientos en tiempo real e incluso tomaban testimonios de los indígenas que estaban siendo perjudicados por los establecimientos de las tropas militares mexicanas. Gracias a ello la comunidad internacional comenzó a mostrarse interesada por lo que sucedía en Chiapas, generando así en 1996 el “Encuentro Intergaláctico” en donde el Subcomandante Marcos a nombre del EZLN llamaba a la comunidad internacional a participar en un “Foro en defensa de la humanidad y contra el neoliberalismo” en donde más de 6,000 asistentes llegaron a la Selva Lacandona.
Los participantes eran provenientes de todo el mundo, pero sin duda los más destacados fueron intelectuales franceses como Yvon Lebot, Danielle Mitterrand (viuda del ex presidente François Mitterrand), Alain Touraine y el Premio Nobel portugués de literatura José Saramago y la autora estadounidense Susan Sontag.
De este encuentro se desprende una idea que fue la influencia para las manifestaciones en contra la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Seattle durante 1999, su argumento era un duro señalamiento a la globalización como una amenaza al planeta tierra dando lugar al “Movimiento contra la Globalización”, sin embargo sólo se considera como un acontecimiento independiente del EZLN.
Posteriormente en 2006 se llevó a cabo “El encuentro de los pueblos zapatistas con los pueblos del mundo”, en lo cual se invitaba a participar para intercambiar ideas y experiencias sobre cómo poner en marcha un mecanismo de autodefensa mutua en contra de los estragos que estaba ocasionando el neoliberalismo.
A este evento se dieron cita 40 países del mundo: Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, Uruguay, Venezuela, Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Italia, Noruega, Polonia, Reino Unido, República Checa, Suecia, Suiza, Turquía, Ucrania, Israel, Australia y Nueva Zelanda.
Dado a estos eventos, las visitas extranjeras comenzaron a ser más constantes, ahora la comunidad internacional quería conocer la cultura de los zapatistas y como estaba desarrollándose su forma de vivir al convertirse en pueblos autónomos. Así el gobierno de Chiapas reporta que cuenta con un nuevo concepto llamado “El turismo guerrillero o turismo revolucionario” que aún sigue teniendo fuerte presencia en el estado e incluso las agencias de viajes destinan un tour para conocer esas zonas de influencia zapatistas.
Los éxitos de los congresos anteriores impulsaron en junio de 2007 la organización del “II Encuentro Intergaláctico” en donde ya se comienza a ver más definida la presencia de “Los caracoles”; comunidades autónomas que forman parte de la milicia insurgente. Dichas comunidades se presentan como sedes del evento que reunió a representantes de agricultores pobres de 13 países que afectaba el neoliberalismo al igual que a los zapatistas. Hablaron así de la lucha de la tierra y la justicia en sus propios países y reiteraron el compromiso que tienen con los pueblos indios del mundo.
La diversificación de esos congresos era cada vez más importante, como lo muestra el “Primer Encuentro de las Mujeres Zapatistas con las Mujeres del Mundo”, celebrado en diciembre de 2007, en el cual se creó un espacio para que las mujeres compartieran sus experiencias de cómo es su vida día a día en la lucha e intercambiar estrategias de organización; la segunda edición de este encuentro tuvo fecha en el año 2011.
En 2014 se efectuó la conmemoración de sus veinte años de lucha, en donde se reitera que ellos siguen avanzando en la construcción de su autonomía. Asimismo mantienen la preparación de sus pueblos con educación, el mejoramiento de sus sistemas de salud y gobierno, lanzando un claro mensaje expresando que ellos no están solos, que cuentan con un gran respaldo internacional que les servirá para obtener lo que el gobierno mexicano les negó por mucho tiempo: una buena calidad de vida, un país democrático y un gobierno solidario.
