Estimado lector, el día de hoy me permito anexar la siguiente carta pública dirigida al secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, y espero que concuerdes con alguno de los argumentos que te presento.
Doctor Luis Videgaray Caso
Presente
Estimado Doctor Videgaray, no tenemos el gusto de conocernos personalmente, pero a través de su carrera y puestos políticos muchos mexicanos como yo, hemos podido conocerlo un poco más de lo que usted pueda conocerme a mí.
Tengo que reconocer que cuando usted formaba parte del equipo de campaña del entonces candidato Enrique Peña Nieto, y escuchábamos sus propuestas económicas y financieras, la verdad es que me ilusioné. Después del nefasto Ernesto Cordero que estuvo sin pena ni gloria en el puesto que usted desempeña y que cuando abría la boca para expresar sus ideas parecía que tenía diarrea verbal y terminaba diciendo cosas que no tenían sentido (como cuando dijo que cualquier familia mexicana con 6,000 pesos podría vivir sin ningún problema), parecía que teníamos en puerta a un posible secretario que tenían en su haber una educación excelente y además los mejores palmares donde había estudiado.
Nos atrevimos muchos mexicanos a soñar que, después de doce años de alternancia “de muertito”, donde Fox no supo qué hacer porque Martha lo tenía “entoloachado” y después Calderón sólo se preocupó por acabar con el narcotráfico dejando a su paso una estela de muertes y de inseguridad que no se veía en el país desde la Revolución Mexicana, podría a lo mejor con la vuelta del PRI el país volver a tener crecimiento económico y, por tanto, que la clase media, empresarial y trabajadora ya por fin viera la luz al final del túnel.
Pero la realidad nos ha azotado contra el piso de manera tal que si no reacciona, Doctor, el país se les puede ir de las manos.
Si bien es cierto, usted es uno de los cerebros más privilegiados del gabinete, no por eso podemos decir que sea usted más inteligente o listo que los demás o que nosotros. Usted ha tenido oportunidades de estudiar en lugares a donde muchos de nosotros no lo tuvimos, quizá por sus relaciones, por el dinero de sus padres o bien, por suerte. Es la única diferencia. Lo malo de estudiar y ser reconocido como uno de los mejores cerebros del país es que fácilmente se pierde el piso. Tengo compañeros (soy profesor universitario por gusto, y no trabajo para ninguna institución en exclusiva, además tengo otras actividades primarias, esta es complementaria a mi quehacer) que al hacer el doctorado, ya no son sino “Doctores”, quieren trato preferencial y al tratar de llegar a un punto específico no logramos llegar a nada porque ellos tienen la razón. El síndrome de la soberbia intelectual. Me parece que ese síndrome ya le llegó a usted, Doctor.
Recapacite un poco, dese un baño de pueblo y vea lo que ocurre a su alrededor. Las economías mundiales emergentes están pasando por momentos difíciles, algunas de ellas que fueron ejemplo a seguir como Brasil. Usted propuso una reforma hacendaria, que más que pensar en que los que no pagan impuestos por fin los paguen, su objetivo es tener aterrorizados a todos los contribuyentes cautivos, tanto los grandes como los pequeños, de hecho, muchas de las grandes empresas han pospuesto sus inversiones con el problema consabido de la generación mínima de empleos y el terror de los pequeños contribuyentes, dando a una economía que está paralizada totalmente, que no genera ingresos, que busca sobre todo volver a la economía del efectivo porque el miedo a no poder hacer bien la declaración hace que sea preferible no pagar o evitar pagar lo más que se pueda.
¿Qué no ha visto los indicadores del mes de enero, secretario?
La inflación se disparó, su reforma energética no ha dado más que tarifas más altas de gas, gasolina y luz, el aumento del mes de enero es terrible para muchas familias. Los ingresos son mínimos y paupérrimos, y usted se atreve a decir que creceremos arriba del 3% este año con esta perspectiva.
¿Cuándo se dará cuenta que lo que está proponiendo no es adecuado?
Ah, se me olvidaba, pero lo nombraron secretario de finanzas del año a nivel mundial. ¿Cómo estarían los otros? Y replicará sobre la mejor calificación que tiene el país. Esa calificación NO significa que estemos mejor, sino que el país es susceptible de pedir más deuda.
Y usted ¿Qué hara? Quizá pedir más deuda, o seguir ahogando a los estados como lo hizo el año pasado que guardó dinero sin saber nosotros a ciencia cierta para qué.
Baje del pedestal, secretario, hágase mexicano, y vea qué necesita recomponer YA para que la economía deje su parálisis.
Espero haberlo incomodado, porque ese era el objetivo, que pensara lo que le expreso.
Muchas gracias.
Lic. José de Jesús González Serna
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