- Las alianzas nunca pusieron en riesgo la propia ideología, afirma Cuauhtémoc Escobedo
- Rumbo a 2018 es importante que el nuevo líder nacional hable con toda la izquierda
Para el diputado Cuauhtémoc Escobedo Tejada, ex presidente del Comité Directivo Estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), la organización ha dejado atrás los espacios en la prensa amarilla.
Aunque por ahora la atención se centra en el proselitismo a nivel nacional, el partido también cambiará todos los mandos locales a mediados de año.
“Creo que el PRD en Aguascalientes ha entrado a un relevo generacional, se ve, hay nuevas caras. Las posiciones en el Congreso local, en los cabildos, reflejan eso… Ante la pregunta de cuál podría ser el perfil de la próxima dirigencia estatal del partido, creo que primero tendría que cumplir con esta inercia que se ha generado, de un relevo generacional”.
Añadió que “cuando hablo de un relevo no hablo solamente de cuestiones de edades, sino también de cuestiones de estatus y de funciones, donde los que no habíamos tenido responsabilidades de dirección partidaria o de representación popular hoy las estamos teniendo. Ahí entran jóvenes maduros y muy maduros, eso podría ser un requisito no estatutario, pero sí dentro de la cuestión ética del partido”.
–¿Acompañado de un cambio generacional también debería haber uno de ideología: ya no juntarse con el PRI y con el PAN?
–No, me parece que en la ideología el PRD es un partido de izquierda, en su programa está establecido el significado del actuar de un partido progresista. Las alianzas han sido un tema coyuntural, así ha quedado muy claro, no se pierde la identidad de izquierda cuando se alía con un partido que comparte la visión de que en el ejercicio de la democracia debe evitarse la restauración de aquel sistema hegemónico y autoritario.
Después de su participación en el Pacto por México, anotó Escobedo, la ciudadanía aún considera que el PRD pertenece a la izquierda, pues ha impulsado la agenda para brindar mayores derechos a las minorías religiosas y sexuales.
–El PRD siempre ha sido criticado por sus pleitos internos.
–El PRD no es un monolito como sucede en otros partidos, dentro están configuradas y reconocidas las diferentes corrientes. Estas corrientes disputan, dialogan en lo interno, es lo que nos ha permitido salir adelante en los procesos electorales y ser la principal opción de izquierda, el que haya debate y el que haya, incluso en ocasiones conflictos internos, no significa que seamos un partido desorganizado.
–¿El próximo presidente nacional debería tener afinidades con López Obrador a modo de suavizar los conflictos en la izquierda?
–Debe tener afinidades con todas las fuerzas de izquierda, sean partidistas o sean sociales. Hay una gran cantidad de sindicatos que tienen esta forma de pensar, progresista, libertaria, y que no son un partido político. El próximo presidente del PRD debe saber ser un gran constructor de acuerdos y coincidencias dentro de las izquierdas para que el 2018 sea definitivo.
El perredista aseveró que la organización tiene métodos para llevar a cabo todas sus discusiones, pues lo importante es no restringir ninguna opinión política.
Foto: Gilberto Barrón