- La jueza que falló en su favor pidió intervención del Ministerio Público
- Juez Federal impide despojo de predios a 59 familias, en 49 hectáreas de San Miguel de los Sandovales, en El Llano
Júbilo en Sandovales porque finalmente les llegó la justicia. Con gran algarabía popular y una charreada, la población celebró ayer que un juez federal desconociera a J. Cruz García Ramírez como presunto dueño de casi todo el pueblo; lo busca el Ministerio Público por falsear declaraciones.
El primer periódico en abordar este historial de despojo fue La Jornada Aguascalientes, al describir en su edición del 12 de marzo de 2013, cómo se había orquestado la venta fraudulenta de 49 hectáreas gracias al fallo equivocado, y que hoy corrige la justicia federal, de la jueza sexta de lo Civil, Verónica Padilla García, en favor de Cruz García, quien había puesto como testigo principal a un muerto.
El vía crucis de los afectados fue desde entonces azaroso y desgastante, sin embargo, está frente a ellos “la otra orilla”. Declaraciones a este reportero, tanto del gobernador Carlos Lozano de la Torre como del secretario de Gobierno, Sergio Reynoso Talamantes, habían sido coincidentes: “El asunto se resolverá en los tribunales… No se permitirán injusticias”, y así ha sido.
La historia es larga y compleja, pero la resumimos: J. Cruz García Ramírez dijo a la jueza Padilla García, en su demanda hace un año, que su padrino Genaro Esparza de la Rosa le había vendido hace poco más de 20 años, 49 hectáreas de San Miguel de los Sandovales, en El Llano.
El terrateniente original fue el párroco José Luis Carrillo, quien las heredaría a familiares, quienes a su vez vendieron a Esparza de la Rosa. Cruz Ramírez exhibió una escritura -a mano- apócrifa, que la jueza dio por buena y fallaría en favor del ahijado porque el padrino no se había presentado a comparecer al juzgado; no podía hacerlo porque estaba muerto.
Los afectados, 59 familias, recurrieron a demandar por separado, ante el Ministerio Público, el despojo del que eran objeto. Mientras existía una sentencia en firme, como la del Juzgado Sexto Civil, el Ministerio Público poco podía hacer, sin embargo, en días pasados una hija de Esparza de la Rosa se promovió ante la autoridad correspondiente como albacea, pero se le pidió renunciara a sus derechos en Sandovales para darle entrada, lo cual hizo.
Con una copia de esa promoción, J. Cruz citó a los pobladores de Sandovales para decirles que al renunciar los herederos de Esparza de la Rosa, él quedaba como único dueño. Este reportero acudió a ese evento y fue amenazado por familiares de Cruz García, por lo que tuvo que abandonar el lugar.
La hija de Esparza de la Rosa será admitida como albacea, y después de negarle el amparo a J. Cruz ahí terminará una parte del conflicto, el más importante, porque las familias afectadas ya no correrán peligro de perder sus patrimonios.
Donde realmente acabará el conflicto será cuando el Ministerio Público le finque responsabilidades a J. Cruz García Ramírez, por despojo y falsas declaraciones.
Ayer, el reportero preguntó al presidente del Supremo Tribunal de Justicia, sobre si la jueza sexta de lo Civil tendría alguna responsabilidad, y esto fue lo que nos dijo:
–No, no es que quede en entredicho su actuación, la sentencia es firme. Lo que pasa es que están saliendo otros derechos de otros juicios de otras personas, que pidieron la suspensión de la ejecución, que no se hicieron valer en el juicio que ella conoció. Las falsedades no derivan de la actuación de la misma juez, sino del mismo actor que cita hechos que salen a la luz hasta la etapa de ejecución; da a conocer hechos que no dio a conocer durante la demanda… Pero él mismo, a la hora de pedir la ejecución, señala esos hechos, falseando los hechos, y es cuando la misma juez se da cuenta de las falsedades y ella misma da vista al Ministerio Público.
–¿Implica que se rehaga el proceso, magistrado presidente?
–No, el proceso ya está cumplido. Puede haber otros procesos que hagan imposible la ejecución por derechos de terceros, con mejor derecho y eso es lo que puede suceder.
–¿Y queda rebasado el fallo anterior?
–Así es.
Foto: Gilberto Barrón