Cuenta chiles. Pareciera que somos el único medio al que le importa saber cuál fue el destino de las iPad que recibieran los 27 diputados de la legislatura anterior, de hecho, ya nos comentaron que hasta parece que nosotros las pagamos por la insistencia en el tema, que no es para tanto, nos dijeron en un correo. Varias cosas entonces, tienen razón, nosotros no las pagamos, todos las pagamos.
Lo de menos es lo más. También es cierto que en comparación con los miles de millones que tiene la obligación de auditar el Congreso local, los poco más de 160 mil pesos que se erogaron para dotar de tablets a los diputados, pues no es la gran cosa, de hecho, en las explicaciones que se han dado a nuestros reporteros, se aclara que no se pagó el costo de los 27 aparatos, porque 14 fueron donados. Y justo ahí es donde tuerce la puerca el rabo, justo en temas que nos interesan: rendición de cuentas y transparencia.
Ya quedó claro que la actual presidente del Comité de Administración, Norma Guel Saldívar, no es responsable del destino de ese equipo, pues afirma que en ninguno de los documentos que llegaron a sus manos en el transcurso de la entrega-recepción constaba la existencia de los mismos. ¿Entonces el responsable es Kendor Macías Martínez? Al menos así lo quieren hacer ver los compañeros de bancada a los que pudimos preguntar sobre el asunto.
Qué tanto es tantito. Quizá fue un evento panista el que diera pie a la última ocasión en que el presidente del Comité de Admnistración de la LXI Legislatura, Kendor Macías, apareció en público. El del tricolor fue a echarle porras a los regidores de su partido en Jesús María, durante una toma de protesta llena de chiflidos para el huidizo Martín Chávez del Bosque. Ese fue un momento incómodo, sin duda, como también lo debe ser que ahora algunos de sus compañeros diputados se justifiquen señalando que nadie les avisó que había que regresar las iPads.
Pequeño detalle. Si al ex presidente del Comité de Administración del Poder Legislativo se le olvidó emitir el recordatorio de devolución, si se le olvidó el detalle de inventariar los aparatos, pues con los pelos de la mano nos podemos preguntar qué más se le habrá olvidado, ¿acaso los teléfonos celulares que también les dieron a todos los diputados? Lo que no se justifica es que los ex diputados digan que no las regresaron porque no les dijeron, eso habla de la vocación con que llegaron al puesto y cómo se fueron. Y de nuevo, no es contra Gustavo Granados Corzo o Juan Manuel Gómez Morales, quienes ya han dado respuesta sobre el destino de esos equipos, hay otros 25 diputados que también se hicieron maje; lo menos que se podría esperar de ellos es que devolvieran lo que se llevaron.
El desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, ¿o qué, también van a salir con que no sabían? Ese es un argumento muy barato, no se lo merecen y no nos lo merecemos. De otra manera el nivel de debate sobre el destino de los recursos públicos quedará a ras de suelo, que es donde lo tienen los diputados de la legislatura actual, al menos en lo que se refiere a las actividades del Comité de Administración y a la Comisión de Vigilancia, la actitud de los panistas ha sido la queja constante de que los titulares de esos órganos legislativos (Norma Guel y Eduardo Rocha Álvarez) no les avisan de nada; como hace en cada declaración la blanquiazul Martha Márquez Alvarado, quien no se anima del todo a entrarle al toro por los cuernos y nomás avienta buscapiés en los que siempre se exime de toda responsabilidad que porque no está enterada.
Justo para estar “enterados” es que existe un área de comunicación social en el Congreso, de la que nadie se ha querido hacer responsable, quizá para evitar la discusión, pero que no solamente tiene como función el envío de comunicados de prensa o de la agenda a los medios, a ver cuándo se deciden a ordenar esa área; lo mismo con la página de internet… en fin.
Que no se haga costumbre. A buen ritmo comenzó al frente del IMAC, Alejandro Vázquez Zúñiga, hasta que se topó con lo que seguramente será su coco durante los tres años de gestión, a pregunta expresa de La Jornada Aguascalientes ya se nos informó que por el momento no se cuenta con recursos para operatividad, esto debido a que el presupuesto histórico de 46 millones de pesos que fue gestionado por Antonio Martín del Campo fue etiquetado para infraestructura cultural: “en este preciso momento tenemos 46 millones de pesos únicamente para construir cosas sin generar operatividad”, lo que significa que no se puede echar a andar la Casa de Animación Oriente y el Centro Cultural Refugio Reyes…
Elefantes blancos. Hace poco, una declaración del titular de la Secretaría de Infraestructura y Comunicaciones, Miguel Ángel Navarro, daba cuenta del deterioro de las ruinas del nuevo Hospital Hidalgo; lo mismo puede pasar con los centros culturales inaugurados por Lorena Martínez, si no operan. Ahí está una urgencia.
Pesos y centavos. Otra urgencia, en material cultural, fue evidenciada por el regidor Iván Alejandro Sánchez Nájera, presidente de la Comisión de Cultura, informó que hay una deuda de 250 mil pesos por concepto de derechos de autor por las canciones que se interpretaron en el Festival de la Ciudad y otros eventos, acotó que sí existe el recurso para solventarlo, sin embargo están negociando descuentos “es algo que incluso están en negociación actual para ver si esos 250 mil se pueden disminuir un poco”. Y así, de pesito en pesito, se va haciendo un montoncito…
La del estribo. Lamentamos profundamente el fallecimiento de José Emilio Pacheco. No tenemos palabras para dejar en claro cuánta falta hará, que con él se cierra toda una época del arte nacional; mejor dejamos un texto de su autoría:
De algún tiempo a esta parte las cosas tienen para ti el sabor acre de lo que muere y de lo que comienza. Áspero triunfo de tu misma derrota, viviste cada día en la madeja de la irrealidad. El año enfermo te dejó en rehenes algunas fechas que te cercan y humillan, algunas horas que no volverán pero viven su confusión en la memoria. Comenzaste a morir y a darte cuenta de que el misterio no va a extenuarse nunca. El despertar es el bosque donde se recupera lo perdido y se destruye lo ganado. Y el día futuro, una miseria que te encuentra a solas con tus pobres palabras. Caminas y prosigues y atraviesas tu historia. Mírate extraño y solo, de algún tiempo a esta parte.
José Emilio Pacheco.
@PurisimaGrilla