Por fin México celebró un hito histórico: la creación de la Federación Mexicana de Natación Artística. Liderada por Charlotte Vega y con la legendaria Nuria Diosdado como representante de las atletas, este nuevo organismo promete ser un faro de esperanza para un deporte que ha brillado a pesar de las tormentas. Desde la lucha incansable de las nadadoras por recursos, hasta el respaldo decisivo de Rommel Pacheco al frente de la CONADE, esta es la historia de cómo las sirenas mexicanas conquistaron no solo medallas, sino su derecho a soñar en grande.
Un camino de obstáculos: La lucha sin Federación
La natación artística mexicana ha sido, durante años, un ejemplo de resiliencia. Sin una federación propia, las sirenas mexicanas enfrentaron un calvario para competir a nivel internacional. La Federación Mexicana de Natación (FMN), que agrupaba a todas las disciplinas acuáticas, estuvo envuelta en conflictos desde 2021, cuando su presidente, Kiril Todorov, fue acusado de peculado (delito que consiste en desviar o apropiarse de recursos públicos). Esto desencadenó una crisis: la Federación Internacional de Natación (World Aquatics) desconoció a la FMN y creó un Comité Estabilizador, pero la CONADE, bajo la dirección de Ana Guevara, se negó a reconocerlo, congelando las becas y apoyos a nadadoras, clavadistas y otros atletas acuáticos desde diciembre de 2022.
Sin recursos oficiales, las nadadoras artísticas mexicanas, lideradas por figuras como Nuria Diosdado y Joana Jiménez, se convirtieron en emprendedoras de su propio destino. En abril de 2023, anunciaron la venta de trajes de baño con diseños de mariposas monarca, creados en colaboración con la marca Safetti México, para recaudar 800,000 pesos y costear su participación en el Mundial de Egipto. Más tarde, en mayo del mismo año, lanzaron toallas oficiales a 415 pesos, promovidas en redes sociales por Diosdado: “Cada compra es un paso más cerca de París 2024”. Estas iniciativas no solo financiaron vuelos y equipo, sino que encendieron una ola de apoyo en redes, donde los mexicanos aplaudieron su tenacidad.
El respaldo privado fue clave. La Fundación Telmex, de Carlos Slim, cubrió más de un millón de pesos para el Mundial de Egipto 2023, incluyendo vuelos, hospedaje y alimentación para las 14 personas de la delegación. Otras marcas y el Ejército Mexicano, donde seis nadadoras como Diosdado reciben becas por mérito deportivo, también sumaron esfuerzos. Sin embargo, la ausencia de una federación propia significaba inestabilidad: sin un organismo reconocido, las atletas no podían acceder a recursos públicos ni competir bajo la bandera mexicana en algunas justas internacionales.
Las nadadoras no se quedaron calladas. En mayo de 2023, tras ganar tres oros y un bronce en Egipto, Diosdado desmintió las afirmaciones del gobierno sobre supuestos apoyos:
“Este Mundial fue 100% financiado por Fundación Telmex, no hubo viáticos de la CONADE.”
Su declaración, directa y valiente, resonó como un grito de justicia. Jessica Sobrino, otra integrante del equipo, respondió a las críticas de Ana Guevara, quien las llamó “deudoras” y sugirió que vendieran “calzones, Avon o Tupperware”: “Seguiremos vendiendo lo que necesitemos para solventar los gastos, pero no vamos a detener nuestro sueño olímpico”. Estas palabras, dichas en entrevista con Carlos Loret de Mola, encapsularon el espíritu indomable de las sirenas mexicanas.
El costo de la crisis: Más que dinero
La falta de una federación no solo fue un problema económico; afectó la preparación y el ánimo de las mexicanas. Competir sin apoyo oficial implicaba distracciones constantes: buscar patrocinios, gestionar ventas y enfrentar batallas legales para recuperar becas. En junio de 2023, las nadadoras ganaron un amparo que obligó a la CONADE a restituir sus becas, pero los meses previos de incertidumbre dejaron cicatrices. “Tanto buscar te desconcentra, te quita paz”, confesó Diosdado tras el Mundial de Egipto. A pesar de esto, lograron hazañas históricas: dos oros en Egipto 2023, dos en París 2024 (Copa del Mundo) y un séptimo lugar en los Juegos Olímpicos de París 2024, la mejor actuación mexicana en la disciplina desde Atlanta 1996.
El conflicto también tuvo un impacto simbólico. En los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, Joana Jiménez dedicó su oro a “toda la gente que no quiso confiar en nosotras, quedamos en medio de conflictos políticos”. Sus palabras reflejaron la frustración de un equipo atrapado en disputas burocráticas, pero también su capacidad para transformar la adversidad en motivación.
Rommel Pacheco: Un nuevo rumbo para el deporte acuático
La llegada de Rommel Pacheco a la dirección de la CONADE marcó un punto de inflexión. Como ex clavadista olímpico, Pacheco entendía de primera mano las luchas de los atletas acuáticos. En su primer día, recibió a Kiril Todorov, pero dejó claro su enfoque: diálogo y soluciones: “Buscaré la solución adecuada para que estas controversias no marginen a los deportistas”, prometió en entrevista con ESPN.
Pacheco actuó rápido. En noviembre de 2024, respaldó la expulsión de la FMN por parte de World Aquatics y apoyó la creación de una nueva Federación Mexicana de Natación, con un comité integrado por figuras como Alejandra Orozco y Jorge Iga. Este fue el primer paso para desmantelar los obstáculos que frenaban a los deportes acuáticos.
El 11 de abril de 2025, Pacheco anunció la creación de la Federación Mexicana de Natación Artística, un organismo diseñado “para las y los atletas, con voz y voto”.
Nuria Diosdado, con cuatro Juegos Olímpicos y 37 medallas en su carrera, fue nombrada representante de las nadadoras, mientras que Diego Villalobos representará a los hombres. Charlotte Vega, una figura respetada en el ámbito deportivo, asumió la presidencia. Pacheco celebró en redes: “Después de mucho esfuerzo, las y los atletas por fin tienen una federación hecha para ellas y ellos, con todo el respaldo para representar a México con orgullo”.
A diferencia de la gestión anterior, Pacheco ha priorizado la empatía y la transparencia. En abril de 2025, también creó la Federación Mexicana de Clavados, permitiendo que los atletas compitieran con bandera e himno en la Copa Mundial de Guadalajara. Su administración promete ser “científica y métrica”, evaluando caso por caso para garantizar más apoyo a los deportistas.
El futuro: Un horizonte de oportunidades
La nueva federación no solo resuelve la crisis de recursos; abre la puerta a una estructura sólida para la natación artística mexicana. Aunque aún debe cumplir requisitos legales, como acta constitutiva y afiliación a World Aquatics, su creación asegura que las atletas puedan enfocarse en entrenar y competir, no en buscar patrocinios. El impacto es inmediato: las nadadoras ya no estarán a merced de conflictos entre la CONADE y federaciones internacionales. Con Diosdado como voz, la federación promete defender los intereses de las atletas, desde becas hasta fogueo internacional. El objetivo es claro: prepararse para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, donde México podría soñar con un podio histórico.
La Federación Mexicana de Natación Artística no es solo un organismo; es el resultado de años de resistencia. Las sirenas mexicanas, con sus trajes de baño, toallas y medallas, demostraron que el talento puede florecer incluso en la adversidad. Nuria Diosdado lo resumió tras París 2024: “Cantar el himno nacional aquí fue increíble”. Ahora, con una federación propia y el respaldo de Rommel Pacheco, el futuro brilla como el agua bajo el sol.