- La globalización ha generado una fuerte interconexión entre los mercados, pero también los ha vuelto vulnerables frente a represalias económicas
- La posible imposición de aranceles a la industria automotriz podría reducir el PIB mexicano entre 0.5 y 1.2%
Un enfoque estratégico y basado en datos es clave para mitigar los efectos adversos en la economía global
En un contexto de creciente incertidumbre geopolítica y económica, los mercados internacionales han mostrado una alta sensibilidad a los cambios en las relaciones comerciales entre países.
De acuerdo con el Dr. Roussell Toraya Pedroza, profesor investigador del Departamento de Economía de la UAA, la globalización ha permitido una interconexión sin precedentes entre los mercados, pero también ha generado vulnerabilidades debido a medidas proteccionistas y represalias económicas.
El proceso de apertura comercial iniciado en la década de los 80 trajo consigo múltiples beneficios. Un claro ejemplo es la industria automotriz, que en 2023 exportó más de tres millones de vehículos a Estados Unidos. Este sector representa el 3.6% del PIB nacional, por lo que cualquier medida arancelaria afectaría significativamente esta cifra.
Según el Dr. Toraya Pedroza, la posible imposición de aranceles a los automóviles y autopartes que ingresen al país vecino podría reducir el PIB mexicano entre 0.5 y 1.2%, además de generar incertidumbre en la inversión extranjera. Explicó que, aunque estas políticas buscan incentivar el consumo interno, terminan siendo un “suicidio económico”, ya que elevan los costos de producción y encarecen los productos para el consumidor final, impulsando la inflación y desacelerando la economía.
Ante este panorama, la academia desempeña un papel clave en la formación de profesionales capaces de analizar y responder a estos desafíos. Materias como relaciones económicas internacionales, econometría y técnicas del comercio internacional permiten a los estudiantes desarrollar herramientas analíticas para interpretar el contexto global y proponer soluciones viables.
El catedrático concluyó que, frente a la incertidumbre actual, es fundamental mantener la calma y analizar con detenimiento la evolución de los acontecimientos antes de tomar decisiones apresuradas. La economía global es muy dinámica, y aunque las tensiones comerciales generan incertidumbre, un enfoque estratégico y basado en datos puede mitigar sus efectos adversos y permitir una mejor adaptación a los cambios en el entorno internacional.