Bajo presión
Ideota
Aplauso de pie para Arturo Ávila, quien con la vacuidad que caracteriza su discurso, se propone prohibir los narcocorridos. ¡Bravo!, el vocinglero morenita encontró la raíz del problema de la violencia en México: unas canciones. Porque, claro, el narco no se fortalece por la corrupción, ni por la complicidad institucional, ni por los millones que lava felizmente en negocios legales en complicidad con la clase política. No. El diputado federal ya reveló que el verdadero enemigo son la tuba y el acordeón.
En conferencia de prensa, el morenita presentó su propuesta efectista, falaz y oportunista como una “iniciativa de adición al artículo 208 del Código Penal Federal para evitar que se siga glorificando, que se sigan promoviendo expresiones que sólo generan violencia”, con la que se pretende tipificar de manera más precisa la apología del delito, con el fin de evitar su normalización mediante contenidos en productos culturales que, según Arturo Ávila, sólo generan violencia, no solo en el ámbito del crimen organizado, sino también en temas como la violencia contra las mujeres.
Mientras los grupos criminales siguen haciendo negocios con toda tranquilidad, mientras el crimen organizado sigue desapareciendo en campos de adiestramiento a miles de personas, el quiero ser candidato a gobernador de Aguascalientes sale con la ocurrencia de que lo mejor es silenciar la banda sonora, no combatir el crimen, sino su playlist. Ternurita, en verdad se está esforzando por quedar bien con sus patrones, la ideota de Arturo Ávila es una copia de la primera iniciativa priísta por intentar censurar la difusión de este tipo de corridos, cuando el gobernador Francisco Labastida Ochoa pidió a los concesionarios de radio y televisión así como a la prensa escrita de Sinaloa que no difundieran este tipo de música, en 1987, casi 40 años, ¿cuáles han sido los resultados?
No podía faltar en la propuesta de Arturo Ávila el tufillo de superioridad moral con que evade los cuestionamientos en los debates, su iniciativa busca reformar el Código Penal Federal para sancionar la apología del delito e imponer sanciones penales a quienes promuevan o justifiquen conductas delictivas a través de películas, series de televisión, música, videojuegos u otras expresiones artísticas. Desaparecido el perro se acaba la rabia, ¿verdad?, al primer concierto cancelado los capos van a colgar las armas, dejar de cobrar derecho de piso y cerrar los centros de adiestramiento; mejor centrar el foco en los músicos, más fácil que meterse con los políticos que pactan con el narco, con los empresarios que lavan dinero en desarrollos turísticos o con las policías que protegen más a los delincuentes que a la ciudadanía. Que no se diga que Arturo Ávila no hace nada contra el crimen organizado: ya pidió a sus vecinos que bajen el volumen.
Efectista, falaz y oportunista, la propuesta de Arturo Ávila quiere montarse en la serie de medidas anunciadas por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para contrarrestar la violencia en el país y, según el vocinglero, responde a la preocupación ciudadana frente al creciente consumo de contenidos que exaltan a figuras delictivas, pero eso sí, no pretende restringir la libertad de expresión, sino delimitar sus alcances conforme al principio de protección a sectores vulnerables. En tribuna dijo el empresario defensor del morenaje: “Estamos buscando proteger, claro, el derecho a la libertad de expresión y los límites que tiene, pero también la necesidad de proteger a los sectores vulnerables”. Ay, ajá.
¿La censura aplicará también para las plataformas de streaming? En esos espacios es donde los narcocorridos viven y reinan. Ah, pero ahí no se puede hacer show político ni lucirse con espectaculares decomisos de bocinas ni pega de sellos de clausura. Seguro que consideraron que en cuanto Spotify y YouTube escuchen el grito de censura nacional, seguro bajan de inmediato a todos los artistas que no pasen el filtro del buen gusto oficialista. Mejor aún, los obliguen a cantar sólo corridos transformados, con letra autorizada por el equipo de Arturo Ávila, algo como “mascota de Adán y Monreal / no trafico nada ilegal / pago impuestos y doy propina / soy fan de la Guardia Nacional” (autorizo a quienes tarjetean al diputado a usar esta estrofa en el concurso México canta, concurso de música por la paz; de nada).
Los narcocorridos comienzan a divulgarse a partir del crecimiento del narcotráfico en el país, no es, como plantean los prohibicionistas, que la música convierte a las personas en miembros del crimen organizado, ¿dónde está la atención a las causas?, además de la instalación de la censura, ahí está la pregunta incómoda que no quieren hacerse: ¿por qué tanta gente conecta con estas canciones? Quizá porque hay zonas del país donde los únicos que llegan a ofrecer algo, lo que sea, son los narcos. Porque la gente quiere pertenecer, aunque sea a una narrativa violenta, antes que quedarse fuera de todo. Pero claro, mucho más fácil cancelar un concierto que construir un país con oportunidades, las becas no alcanzan para todos, en especial si se les condiciona por el voto.
Así que adelante con la hipócrita cruzada musical. Sigamos tapando el sol con el sombrero. Que no falten las balaceras, los campos de exterminio, perdón, de adiestramiento (uso la fórmula que emplea Arturo Ávila para descalificar a la oposición, cambiándole el nombre como si se tratara de un error), que siga el control del territorio por parte del crimen organizado, pero eso sí: sin banda sonora. Que la muerte llegue en silencio, para que no incomode al gobierno.
De nuevo, aplauso de pie para la ideota de Arturo Ávila, que ya se la están copiando en Aguascalientes, a ver si en los siguientes días no sale el diputado federal con que cuenta con el apoyo del Congresito local en sus aspiraciones a la gubernatura.
Coda. Porque en este país no se combate el crimen, mejor se le baja al volumen; igual de hipócrita que la respuesta de la senadora Andrea Chávez a la instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum de no hacer campañas adelantadas: no acepta que viola la ley, pero promete quitar su carota de los camioncitos.
@aldan