Futsal: ¿El próximo deporte olímpico? - LJA Aguascalientes
23/04/2025

Imagina un deporte donde el balón no para, los goles llueven y cada jugada parece sacada de un videojuego. Ese es el futsal, el primo dinámico del fútbol que lleva años conquistando corazones, pero que aún no ha pisado el escenario más grande del mundo: los Juegos Olímpicos. ¿Está cerca de lograrlo?

¿Qué es el futsal?: Un espectáculo en miniatura

El futsal, o fútbol sala, es como el fútbol, pero con esteroides de velocidad y precisión. Se juega en una cancha dura de 40×20 metros (mucho más pequeña que un campo de fútbol), con cinco jugadores por equipo, incluyendo el portero. El balón es más pequeño y pesado, lo que reduce los rebotes y premia el control milimétrico. Aquí no hay tiempos muertos: los partidos son de 40 minutos (20 por tiempo, con reloj parado), y la acción es frenética, con transiciones rápidas, paredes, chilenas y goles que harían sonrojar a cualquier highlight de TikTok.

Nacido en Uruguay en los años 30, el futsal se expandió como incendio gracias a su accesibilidad. No necesitas un estadio gigante ni un césped perfecto; una cancha en un gimnasio o en la calle basta. Hoy, la FIFA lo rige, y países como Brasil, España, Argentina y Portugal dominan el panorama, con Mundiales que reúnen a millones de espectadores. Pero, aunque el futsal es un gigante en popularidad, sigue siendo un enano en el radar olímpico. ¿Por qué?

Futsal y los Juegos Olímpicos: Una relación complicada

El futsal nunca ha sido deporte olímpico oficial, y eso genera una pregunta que resuena en cada ciclo de cuatro años: ¿qué le falta? Para responder, primero hay que entender cómo un deporte se gana los cinco aros.

El camino para ser deporte olímpico:

Convertirse en deporte olímpico no es como inscribirse a un torneo de barrio. El Comité Olímpico Internacional (COI) tiene reglas claras, y el proceso puede tomar años.

  1. Reconocimiento internacional: Un deporte debe ser practicado ampliamente. Para hombres, debe estar en al menos 75 países de cuatro continentes; para mujeres, en 40 países de tres continentes. El futsal cumple este requisito de sobra, con más de 100 países afiliados a la FIFA.
  2. Federación propia: Cada deporte necesita una federación internacional que lo represente. En este caso, el futsal cae bajo el paraguas de la FIFA, lo que genera tensiones.
  3. Aprobación del COI: El deporte debe alinearse con los valores olímpicos (excelencia, respeto, amistad) y no saturar el programa de los Juegos. El COI limita los deportes a unos 28-32 por edición de verano, con un tope de 10,500 atletas. Añadir uno nuevo implica negociar, y a veces sacar otro.
  4. Pruebas piloto: Muchos deportes debutan como exhibición o en eventos como los Juegos Olímpicos de la Juventud para demostrar su potencial. El futsal dio un paso aquí en 2018, cuando fue incluido en los Juegos de la Juventud en Buenos Aires, con un éxito rotundo: 226 goles en 24 partidos, una media de 9.42 por encuentro.
  5. Consenso político y económico: Aquí es donde las cosas se complican. El COI y las federaciones internacionales deben ponerse de acuerdo, y los intereses económicos, de audiencia y de poder suelen pesar más que la pasión de los aficionados.

El caso del futsal: ¿Qué lo frena?

El futsal ha coqueteado con los Juegos Olímpicos, pero siempre se queda en la puerta. En 2018, su inclusión en los Juegos de la Juventud fue un guiño esperanzador, pero no pasó de ahí. ¿Los motivos? Aquí van los más reales, sin cuentos:

  • Rivalidad FIFA-COI: La FIFA, que controla el futsal, no siempre ve con buenos ojos ceder su joya a los Juegos. Algunos, como la leyenda brasileña Falcao, han dicho que la FIFA teme que un torneo olímpico opaque su Mundial de Futsal, el evento estrella de la disciplina. Menos Mundial, menos ingresos. Y el COI, por su parte, no quiere conflictos con un gigante como la FIFA, que ya tiene el fútbol tradicional en el programa.
  • Saturación de deportes: Los Juegos Olímpicos de verano ya están llenos, con deportes como el breakdance (debutó en París 2024) o el flag football (que llegará en Los Ángeles 2028) compitiendo por un lugar. Meter futsal significa ajustar el calendario, las sedes y el presupuesto, algo que no todos los organizadores están dispuestos a hacer.
  • Falta de lobby: Países como Estados Unidos y China, potencias olímpicas, no son grandes jugadores en el futsal. Sin su respaldo, el deporte pierde fuerza política. En cambio, naciones como Brasil o Argentina, donde el futsal es religión, no siempre tienen el peso necesario para mover la aguja en el COI.
  • Percepción económica: Aunque el futsal es popular, no genera los mismos ingresos que el fútbol, el baloncesto o el atletismo. Para el COI, un deporte nuevo debe garantizar audiencia global y sponsors, y el futsal, aunque creciente, aún no está al nivel de los titanes.

Rumores y esperanzas: ¿Los Ángeles 2028 o Brisbane 2032?

En los últimos meses, el rumor ha ganado fuerza: la FIFA podría estar presionando para que el futsal entre en los Juegos de Los Ángeles 2028. Según reportes, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha hablado de incluir no solo futsal, sino también fútbol playa, en el programa olímpico. La idea sería un torneo compacto, con 12 selecciones, que no compita directamente con el Mundial. Sin embargo, no hay nada oficial, y el COI no ha confirmado negociaciones concretas.

Otros apuntan más lejos, a Brisbane 2032, como una meta realista. Para entonces, el futsal podría haber consolidado su presencia global, especialmente con eventos como el primer Mundial femenino en 2025. Pero, como siempre, todo depende de que FIFA y COI dejen de jugar al gato y al ratón.


¿Por qué el futsal merece ser olímpico?

El futsal no es solo un deporte; es una fiesta. Es el lugar donde la técnica brilla más que el físico, donde un pase de tacón o un caño pueden cambiar un partido. Países como Brasil, con su samba en la cancha, o Argentina, con su garra, podrían llevar el espectáculo a otro nivel en los Juegos. Además, su formato compacto encaja perfecto en la filosofía moderna del COI: atraer a un público joven que quiere acción rápida y sin pausas.

Incluirlo también sería un guiño a la inclusión. El futsal es barato y accesible, jugado en barrios y escuelas de todo el mundo. Darle un escenario olímpico inspiraría a millones de chicos y chicas a soñar con una medalla, no solo con un contrato millonario.

Un futuro incierto, pero brillante

El futsal está en una encrucijada. Tiene el talento, la pasión y los números para ser olímpico, pero le falta el empujón político y económico. Mientras FIFA y COI negocian (o se miran de reojo), los aficionados seguimos soñando con ver a las estrellas del futsal, como Jean Pierre Guisel Costa, ‘Pito’, Dyego Henrique o Ricardinho, peleando por el oro bajo los cinco aros.

¿Será Los Ángeles 2028 el momento? ¿O tendremos que esperar a Brisbane 2032? Nadie lo sabe, pero una cosa es segura: el futsal no se rinde. Es un deporte que nació en las calles y ha conquistado el mundo. Los Juegos Olímpicos serían solo el próximo paso.

Vía EL Táctico


Show Full Content
Previous Canción +57 de Karol G y Maluma vulneró derechos de menores: Consejo de Estado en Colombia
Next Janelly Farías: El adiós de una guerrera que cambió el fútbol femenil
Close

NEXT STORY

Close

Sobre pseudocientíficos y otros charlatanes (II) / El peso de las razones

08/12/2015
Close