El banquete de los pordioseros
Enrique Bátiz, referencia obligada entre las batutas mexicanas
Decir que es una pérdida irreparable es un lugar común, algo que, si nos jactamos de ser aficionados a escribir, debemos evitar, incluso me suena a pleonasmo, “pérdida irreparable”, de hecho, todos los seres humanos somos únicos e irrepetibles, y la pérdida de cada vida humana resulta, evidentemente irreparable, así que olvidémonos de estos clichés, lo que es absolutamente cierto es que cuando alguien cuyo trabajo lo ha convertido en una referencia obligada, un modelo a seguir en cualquier actividad de la vida cotidiana, sabemos que su muerte representa una mutilación a esa actividad, y justamente así sucede con la reciente muerte del maestro Enrique Bátiz, un director de orquesta mexicano que tuvo la sapiencia de llevar este trabajo hasta sus últimas y más extremas consecuencias.
Como lo comenté líneas arriba, el maestro Bátiz era una referencia obligada en el apasionante trabajo de dirigir una orquesta, además de que era un pianista de excelente nivel, cierto es que era una persona difícil de tratar, nunca daba entrevistas ni asistía a ruedas de prensa, de hecho, yo nunca tuve la oportunidad de entrevistarlo, las veces que visitó nuestra ciudad para dirigir la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, terminaba el concierto y se iba directamente a su vestidor y salía para dirigirse a su hotel, en las ruedas de prensa asistía el solista, en el caso de que hubiera uno, o alguno de los integrantes de la OSA, o el gerente en turno, en fin, él nunca estaba presente, pero cuando salía al escenario hacía surgir la magia, tenía el estilo de director que a mí me gusta, discreto, sin movimientos muy pronunciados, dejando que la música sea la gran protagonista, no me gustan los directores que brincan, bailan y gesticulan en exceso, no estoy diciendo que sean malos, sólo digo que prefiero a los directores cuya discreción, hacen brillar más intensamente a su majestad la música, no me agrada Alondra de la Parra, me parece muy protagonista, incluso Gustavo Dudamel, sin restarle méritos a su excelente trabajo como director, simplemente creo que no es necesario tanto aspaviento y tanto brinco para hacer un buen trabajo, prefiero directores como el maestro Luis Herrera de la Fuente, Francisco Savín, los dos ya han fallecido, Fernando Lozano, fundador de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, Enrique Barrios, que dirigió la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes del año 2000 al 2004, período que sin duda ha sido el mejor de nuestra amada Sinfónica; por supuesto, a quien dedicamos estas líneas, el maestro Bátiz, todos estos nombres que ahora mencioné, entre otros igualmente importantes, como Juan Carlos Lomonaco, Carlos Miguel Prieto, José Areán, Lanfranco Marchelletti, Emmanuel Siffert, la lista es interminable, han dirigido como huéspedes o como titulares la OSA, y a todos he tenido la oportunidad de entrevistarlos varias veces, pero el maestro Bátiz no era así, y claro, eso se respeta, aunque reconozco que me hubiera encantado tener alguna charla con él, eso, por supuesto, es ya imposible.
El maestro Bátiz nació en 1942, y murió el pasado 30 de marzo, tenía 83 años de edad, su problema de salud, enfermedad de parkinson, mermó su actividad, tengo entendido que actualmente dirigía la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. El maestro fundó en 1971, una de las más importantes orquestas mexicanas, la Sinfónica del Estado de México, que actualmente tiene como sede la sala Felipe Villanueva en la ciudad de Toluca, con esta orquesta el maestro Bátiz hizo algunas giras al extranjero, específicamente Europa, Estados Unidos y China, y claro, realizó importantes grabaciones dando a la orquesta una muy destacada proyección nacional e internacional, y eso es una de las asignaturas pendientes de nuestra Sinfónica, giras al extranjero, es algo absolutamente necesario.
El maestro Bátiz también dirigió la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México y la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, en Europa dirigió como huésped la Orquesta Filarmónica Real de Londres entre otras importantes orquestas en el extranjero.
De hecho, aquí radica una de sus más importantes aportaciones como director mexicano, haber sabido convencer al exigente y conocedor público en Europa, y de esta manera, abrir el camino para que otros directores mexicanos pudieran también trabajar en el viejo continente.
Su debut como director de orquesta se dio en 1969 dirigiendo la Orquesta Sinfónica de Xalapa en el Palacio de Bellas Artes, esta orquesta es reconocida como decana de todas las orquestas de México, aunque como ya lo hemos comentado en este y otros espacios, en Aguascalientes ya había orquesta sinfónica antes de 1929, que es la fecha de la fundación de la orquesta de Xalapa.
Son muchas las grabaciones que el maestro Bátiz realizó, imposible mencionarlas todas, se cuentan más de 145, pero de ellas, por supuesto que destacan algunas, por ejemplo, la Sinfonía No.3 Sinfonía con Órgano de Camille Saint-Saëns fue reconocida como la mejor versión de esa obra por la Gramophone Magazine, Petrushka de Igor Stravinsky fue reconocida como la mejor del año en 1986 por el Sunday Times.
Seguramente en Aguascalientes se le habrá de hacer un reconocimiento, él dirigió como huésped nuestra Sinfónica en varias ocasiones, lo que por supuesto, es un privilegio si consideramos que el maestro Bátiz no dirigía cualquier orquesta, además sabemos que tenía una amistad cercana con el maestro Román Revueltas, director titular de la OSA.
Ya que hablamos de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, se presenta este domingo en Palacio de Gobierno con un programa en donde participarán como solistas los integrantes de la OSA, inexplicable que, a estas alturas, lo que ahora lees lo escribí la mañana del jueves, el ICA no ha hecho promoción de este concierto, como sea, nos vemos en Palacio de Gobierno el domingo 6 de abril.