Imagina un gigante de concreto que ha visto a Pelé levantando la Jules Rimet en 1970 y a Maradona bailando con la “Mano de Dios” en 1986. Ahora, ese mismo titán, el Estadio Azteca, se prepara para su tercer Mundial en 2026, y no lo hará con parches ni maquillaje barato. México, Estados Unidos y Canadá serán los anfitriones, y el “Coloso de Santa Úrsula” quiere lucir como nunca: moderno, imponente y listo para recibir al mundo el 11 de junio de 2026 con el partido inaugural.
¿Qué le van a cambiar al Azteca?
El Estadio Azteca no se va a conformar con una manita de gato; esto es una cirugía mayor. Según reportes de Grupo Reforma y el portal oficial MexicoCity26, la remodelación arrancó en 2024 tras años de dimes y diretes, y estará lista para finales de 2025, justo a tiempo para que la FIFA dé el visto bueno. ¿El objetivo? Modernizarlo sin borrar su alma, esa que vibra con los gritos de 87,523 gargantas (o más, porque la capacidad subirá). Aquí va el desglose:
- Capacidad aumentada a 90,000: Adiós a la “maceta”, esa zona de asientos que parecía un mal chiste arquitectónico. Van a reconfigurar las gradas para meter más gente y que el ruido del público sea ensordecedor. “Queremos que el Azteca sea una olla a presión”, dijo un directivo de Ollamani Group, la empresa detrás del proyecto, según Bloomberg Línea.
- Fachada de estrella pop: El exterior se cubrirá con 2,000 metros cuadrados de pantallas LED, un espectáculo visual que hará que el estadio brille como faro en la CDMX. No es solo estética; es tecnología para que los fans vivan la previa como si estuvieran en Times Square.
- Adentro, puro lujo: Nuevos vestidores bajo los palcos, un túnel para los jugadores que parece sacado de una película de ciencia ficción, y zonas de prensa y hospitalidad expandidas. Además, baños decentes, rampas, accesos mejorados y áreas comerciales con restaurantes y bares. “Es un estadio para el siglo XXI”, soltó Emilio Azcárraga Jean, mandamás de Televisa y dueño del Azteca.
- Césped de otro mundo: El pasto actual ya fue arrancado (lo vimos en videos de MexicoCity26 en X), y pondrán uno híbrido de última generación, como el de los estadios top de Europa. Ideal para que México y sus rivales jueguen sin pretextos en la altura de 2,200 metros.
- Puerta grande al mundo: El proyecto incluye reordenar los alrededores, con más estacionamiento (hasta 7,643 cajones) y accesos fluidos. Aunque los vecinos frenaron un mega centro comercial y hotel que Televisa soñaba, el Azteca no se quedará aislado en el caos de la CDMX.
El precio de la grandeza
Hablar de lana es complicado. Ollamani Group, que maneja la obra, no suelta prenda exacta, pero Bloomberg Línea estima que el costo rondará los 75 millones de dólares.
Hasta diciembre de 2024, ya habían invertido 472.9 millones de pesos (unos 24 millones de dólares), y aún falta más de 1,000 millones de pesos por gastar en 2025, según su reporte financiero. ¿De dónde sale el billete?. Entre Televisa, patrocinios y algo de deuda, porque el Azteca no solo quiere verse bien para la FIFA; también planea seducir a la NFL y a artistas como Shakira después del Mundial.
Retos y fantasmas: no todo es color de rosa
No creas que esto ha sido un paseo por Chapultepec. En abril de 2024, 365 Scores soltó el bombazo: “El Azteca no pasó las pruebas de FIFA, retrasado seis meses”.
Aunque FIFA lo desmintió diciendo que todo iba en orden, el susto quedó. Luego están los palcos de lujo, cuyos dueños (herederos de un trato de los 60) se niegan a cederlos para el torneo. Al final, parece que negociaron mejoras a cambio de acceso, pero el culebrón sigue vivo.
Y no olvidemos a los vecinos de Coyoacán, que en 2023 lograron suspender un plan más ambicioso (el Conjunto Estadio Azteca) por miedo a quedarse sin agua y ver su barrio gentrificado. “No estamos contra el fútbol, sino contra cómo lo hacen”, gritaron en protestas , según NACLA. El resultado: un proyecto más modesto, pero funcional.
El Azteca 2026: un coloso con historia y futuro
Cuando el balón ruede el 11 de junio de 2026, el Azteca será el primer estadio en recibir tres Mundiales. Brasil lo consagró en 1970, Maradona lo inmortalizó en 1986, y ahora busca ser el rey de la fiesta trinacional. Con su nueva cara, no solo será un guiño a la nostalgia, sino una máquina moderna para 90,000 almas que canten “¡Cielito lindo!” mientras México enfrenta al mundo.
Así que, si pensabas que el Azteca era un dinosaurio, piénsalo otra vez. Este viejo guerrero se está poniendo el traje de gala, y el Mundial 2026 será su gran noche. Como dijo el gran cronista Ángel Fernández: “El fútbol es un estado de ánimo”. Y el Azteca, remodelado, promete ponernos a todos de pie, con el corazón en la garganta y los ojos bien abiertos.
