¿Ya te enteraste? El famoso cantante de música regional mexicana, Gerardo Ortiz, conocido por sus corridos tumbados y éxitos como Dámaso y Tranquilito, se declaró culpable este miércoles de conspiración para realizar transacciones con personas cercanas al CJNG.
El escándalo salió a la luz gracias a una investigación de la Fiscalía de Estados Unidos, publicada por Rolling Stone, donde se reveló que Gerardo Ortiz realizó varios conciertos en México organizados por Jesús “Chucho” Pérez Alvear, un promotor vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), lo que viola directamente la Ley Kingpin de Estados Unidos.
Pero… ¿qué significa esto para la carrera del llamado “rey de los corridos progresivos”? ¿Qué consecuencias podría enfrentar?
¿Qué hizo Gerardo Ortiz?
Según mencionan varios medios, en 2018 Gerardo Ortiz recibió una advertencia formal del FBI para que dejara de trabajar con “Chucho” Pérez, después de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos identificara al promotor como un operador financiero del CJNG y “Los Cuinis”.
Pero Ortiz no cortó la relación. De hecho, Ángel del Villar, director de Del Records —el sello discográfico de Ortiz—, lo convenció de seguir trabajando con Pérez, argumentando que las ganancias de esos conciertos beneficiaban directamente a Del Entertainment.
A raíz de eso, Gerardo Ortiz ofreció 19 conciertos promovidos por “Chucho” Pérez, lo que lo involucró directamente en transacciones ilegales bajo la Ley Kingpin.
¿Qué es la Ley Kingpin y por qué afecta tanto a Gerardo Ortiz?
La Ley Kingpin (formalmente Ley de Designación de Narcotraficantes Extranjeros) es una regla promulgada en 1999 en Estados Unidos, usada para combatir el tráfico internacional de drogas. Esta ley prohíbe que cualquier ciudadano o empresa haga negocios con personas o entidades ligadas al narcotráfico.
Si eres acusado de violarla, como en el caso de Gerardo Ortiz, las consecuencias pueden ser graves: desde congelación de activos hasta penas de hasta 30 años de prisión.
¿Qué pasará ahora con Gerardo Ortiz?
A pesar de haber aceptado su culpabilidad, Gerardo Ortiz y su equipo legal intentan minimizar el escándalo.
Su abogado, Mark J. Werksman, declaró que: “El Sr. Ortiz es testigo en este juicio y ha declarado verazmente sobre sus presentaciones en conciertos en México pactados por promotores con los que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha prohibido a los estadounidenses hacer negocios”.
Según su versión, el artista actuó en conciertos organizados por Pérez con la “garantía de su exrepresentante” de que todo era legal, aunque en realidad violaba la ley.
Pero lo cierto es que este escándalo ya tuvo sus primeras consecuencias inmediatas. La Feria de Puebla fue una de las primeras en cancelar su presentación, que estaba agendada para el 11 de mayo.
La promotora MV Entertainment anunció que “por cuestiones ajenas a la empresa” el show de Gerardo Ortiz quedaba fuera del cartel.
Aunque el cantante se declaró culpable y ahora colabora como testigo en el juicio contra Ángel del Villar, su carrera podría estar colgando de un hilo. Ya sea que cancele más conciertos o pierda contratos con patrocinadores. Incluso, dicen, que al haber violado la Ley Kingpin, es posible que Gerardo Ortiz sea vetado para trabajar o presentarse en Estados Unidos