En un mundo donde el fútbol americano suele ser un sueño lejano para los mexicanos, Alfredo Gutiérrez Urías se ha convertido en un faro de esperanza. Este tackle ofensivo de 2.06 metros y 150 kilos, nacido en Tijuana el 29 de diciembre de 1995, no solo lleva el número 77 en la espalda con los San Francisco 49ers, sino también el peso de un país que anhela verlo brillar en la NFL. A sus 29 años, su historia no es de titulares rimbombantes ni de jugadas espectaculares en prime time, aún, sino de paciencia, sacrificio y un amor inquebrantable por el juego.
De las calles de Tijuana a la élite del fútbol americano
Alfredo no creció con un balón de fútbol americano en las manos por casualidad. En Tijuana, una ciudad fronteriza donde el deporte rey es más el béisbol o el fútbol, él encontró su pasión en los emparrillados juveniles. A los 16, cruzó a San Diego para jugar sus últimos dos años de preparatoria en Montgomery High School, donde su tamaño y fuerza ya lo hacían destacar. Pero el camino no fue sencillo. Intentó entrar al fútbol colegial estadounidense en Grossmont College, solo para toparse con problemas de elegibilidad que lo devolvieron a México.
Ahí, en el Tecnológico de Monterrey, se unió a los Borregos Salvajes y encontró su lugar. En 2019, levantó el título nacional de la CONADEIP, un logro que compartió con otro mexicano que hoy suena en la NFL, Isaac Alarcón. “Siempre supe que quería más, que esto no terminaba en México”, dijo Gutiérrez en una entrevista con ESPN en 2021.
Ese “más” llegó en mayo de ese año, cuando el International Player Pathway Program (IPPP) de la NFL lo puso en el radar de los 49ers. De pronto, el chico de Tijuana estaba en Santa Clara, California, con un contrato de 207 mil dólares y un sueño gigante.
Tres años en la sombra: La realidad del “practice squad”
Desde su llegada a San Francisco en 2021, Alfredo no ha jugado un solo snap en temporada regular. Su debut oficial en la NFL fue en la pretemporada de 2022, contra los Minnesota Vikings, donde entró en las últimas cuatro jugadas de un partido que los 49ers ganaron 17-7. “Sentí mariposas, la boca seca, pero cuando pisé el campo, todo valió la pena”, confesó tras recibir el balón del juego de manos de Kyle Shanahan, un gesto que lo marcó. Desde entonces, ha sido un pilar del equipo de práctica, un rol que no luce en las estadísticas pero que es vital para el éxito de un equipo que llegó al Super Bowl LVIII en 2024.
En tres temporadas (2021-2023), Gutiérrez aprovechó la exención del IPPP que permite a los equipos tener un jugador internacional extra en el practice squad. Pero en 2024, esa exención terminó. Fue cortado el 29 de agosto de 2023 y reincorporado al día siguiente al equipo de práctica, solo para quedar fuera de los contratos de reserva/futuro en enero de 2024. Hoy, es agente libre, un estatus que lo pone en una encrucijada: ¿seguir luchando por un lugar en la NFL o buscar otro camino?.
El peso de ser mexicano en la NFL
Alfredo no solo lleva el número 77; lleva a México en cada paso. En 2022, antes de un juego en el Estadio Azteca contra los Cardinals, lideró al equipo con la bandera tricolor, un momento que los 49ers pelearon con la NFL para que pudiera usar su jersey.
“Representar a México es lo más grande que puedo hacer”, dijo a MARCA en 2024. Su casco, con las banderas de México y Estados Unidos, es un recordatorio constante de su identidad.
Alfredo ve su legado en los niños que ahora sueñan con la NFL. “Quiero que sepan que sí se puede”, afirmó a TUDN en 2023. Y aunque su futuro como jugador es incierto, su impacto como embajador ya está sembrando semillas.
Embajador de los 49ers: Expandiendo la marca en México
En 2024, la carrera de Alfredo tomó un giro inesperado y poderoso. Dejó el casco por un micrófono y se convirtió en embajador de los San Francisco 49ers, un rol que lo conecta con sus raíces y amplifica la presencia de la franquicia en México y Latinoamérica. “Ahorita estoy en la parte de medios como embajador”, explicó a ESPN en noviembre de 2024. “Estoy ayudando al equipo a seguir apoyando a la marca acá en México y sigo con la organización”. Su labor no es sólo representar, sino inspirar. Viajes como el de Guadalajara en 2024, donde fue parte de la comitiva de los Niners, muestran su compromiso con expandir el fútbol americano en su tierra natal.
“Sin lugar a dudas, me ha gustado porque sigo en conexión con la gente de México, de Latinoamérica, y también trabajando con los 49ers”, añadió. Este rol lo ha acercado a su familia y le ha dado un propósito nuevo, mientras mantiene viva la ilusión de debutar algún día en un partido oficial. “Llegar a la NFL es un sueño cumplido, vestir el uniforme de los 49ers, jugar en un campo oficial… para mí ha sido todo”, reflexionó.
¿Qué sigue para el “Gigante de Tijuana”?
A sus 29 años, Gutiérrez está en una encrucijada. Como agente libre, podría buscar otro equipo, probar en ligas como la XFL, o consolidarse como una voz para el fútbol americano en México. Pero una cosa es segura: no se rinde. “Voy a dar todo lo que tengo, siempre”, prometió en 2021. Desde el practice squad hasta las calles de Tijuana, Alfredo Gutiérrez es más que un tackle ofensivo: es un puente entre dos mundos, un embajador que lleva a los 49ers y a la NFL al corazón de México, y un recordatorio de que los sueños, aunque silenciosos, pueden resonar muy fuerte.