Tacos, pantalones y bloqueos | A Lomo de Palabra por Germán Castro  - LJA Aguascalientes
27/01/2025

Tacos 

Hace unos días tuve la enorme fortuna de comer unos ricos tacos en Liverpool. Los tacos eran de chistorra y de chorizo argentino, y el puesto estaba en la calle, en la calle de Liverpool, casi esquina con Dinamarca, en la colonia Juárez de la Ciudad de México. Mientras comía -fueron tres, uno y dos-, vi pasar por la acera de enfrente, rumbo a Insurgentes, al menos dos nutridos y muy animados grupos de turistas extranjeros, al parecer norteamericanos. 

– Órale, está bien cargada la gringada. 

– Y así es todo el santo día, jefe -comentó el taquero, sin dejar de atender su parrilla-, y no sólo gringos, oiga… 

– ¿No? 

– No, también pasan chinos y franchutes y argentinos…, bueno hasta grupitos de hindús. 

– ¡Indios, pendejo! -pedagógico, corrigió al señor taquero el chalán que le ayuda a repartir los refrescos y cobrar-. 

– Indios o hindús, de la India, pa’ que me entiendas, o sea, no inditos.  

– India, no la India –lo aleccionó el culto pinche–. Y no son inditos, güey, son indígenas. 


– ¿Pues no que está muy mal la seguridad? -intenté terciar. 

– ¡Tlác! -el taquero tronó la boca:- ¿Usted cree, jefe? Pues yo creo que los turistas no. 

– Será porque no ven la tele de aquí -metió cuchara el avispado ayudante. 

Pantalones 

Temprano, el licenciado P. J. Gioser entró a mi oficina casi exultante: 

– Nomás una pregunta, doctor -y se sentó en una de las dos sillas que están frente a mi escritorio-. Dime, pero dime sí o no, sin rollo… De verdad, de verdad, ¿tú crees que Claudia tenga los pantalones suficientes para enfrentarse a Trump? 

– ¿Qué Claudia? 

– Cómo qué Claudia, pues la Sheinbaum. 

– Ah, te refieres a nuestra presidenta, la presidenta Constitucional de este país, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo. 

– Sí, sí, ella… ¿Tendrá los pantalones?  

– Pues no, los pantalones, no… 

-… el licenciado P. J. Gioser pintó ipso facto una plácida sonrisa de conformidad en su rostro y su mirada se encendió. 

– Los pantalones, no…, las faldas, las faldas y los pantalones.  

Y al licenciado P. J. Gioser, también ipso facto, se le congeló la risita. 

Haití 

Estoy preocupada y tristona…, y apenas van tres días escribe MC desde una gran ciudad centroeuropea; de nacionalidad mexicana, ella radica allá desde hace unos cinco años-. 

El mensaje vuela, cruza el Atlántico y, casi al instante, se despliega en el teléfono de YM, en la Ciudad de México: 

-Contestó él de inmediato: send y los dos caracteres volaron-, pero la respuesta le llegó también en cuestión de nada, no de Europa sino de sí mismo: Ya sé, te refieres al Trump et Ass, ¿verdad? 

– Claro. Acá hay mucha preocupación, pero me apura más México. Escucha lo que dice Wolff… –respondió MC y envió una liga a un video. 

– ¿Que ahí viene el lobo? –pensó contestar YM, pero se abstuvo.  

El enlace que mandó MC iba directo al minuto 52 de la conferencia que ofreció hace unos días el profesor Richard Wolff para Democracy at Work and The Left Forum: What Trump 2.0 Means… 

If he actually does it… -traduzco textual, desde unos segundos atrás:- … La influencia de míster Trump en su primer período presidencial fue marginal. La mayoría de las cosas de las que se jactaba, no pudo hacerlas. Construyó un muro a lo largo de la frontera con México… ¡Más mexicanos llegaron, no menos! ¡Un fracaso total! Ahora él dice, como probablemente ustedes saben, que el ICE (siglas en inglés de Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) va a realizar redadas en todas las ciudades de Estados Unidos y a deportar mucha gente a México. Bueno, quizá haga algo de eso, quizá mucho, quién sabe, ya saben, el hombre habla dependiendo de cómo se sienta en cada momento, como ciertos idiotas que todos conocemos, ¿verdad? Entonces, qué importa… Si él realmente lo hace, si realmente echa a diez, quince millones de inmigrantes y los manda a México, tendremos conferencias como esta, pero serán acerca de México —Wolff agrió entonces aún más la expresión de su gesto:– México depende de las remesas, el dinero que ganan aquí los mexicanos y les envían a sus madres, sus padres, sus hijos que están allá en México. Y ese dinero es una bendición… Imaginen que eso se detiene de pronto, porque la gente perdió aquí su trabajo y fueron deportados. Pero la situación empeora. Estarán llegando a México en el momento en el que míster Trump está amenazando con imponer aranceles, lo cual demolerá el mercado que México tiene aquí en Estados Unidos… Eso provocará despidos en México y mucho desempleo. ¿Saben en qué se va a convertir México? En un desastre que a los ojos de cualquiera nos recordará tristemente a un país…, Haití. 

YM deetuvo el video, suspiró y no tecleó nada. Cliqueó el pequeño icono del teléfono… 

– ¿Lo viste? 

– ¿Haití? ¿De veras, MC? Mira, suelo estar de acuerdo con Wolff, me parece un tipo bienintencionado, informado y brillante…, pero en este caso se pasó de tueste, y demasiado. 

– Pero… 

– Nada más considera esto: Cuba ni de cerca está tan amolada como Haití, y Cuba lleva sufriendo el bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos le impuso más de sesenta años. 

– ¡Tanto! 

– El bloqueo fue instaurado oficialmente en febrero de 1962 por Kennedy. 

– … 

– Y México es hoy mucho más fuerte que Cuba hace sesenta años, ¿no crees? 

– Tienes razón. Además Estados Unidos está hoy muchísimo más débil que hace sesenta años. 

– Luego: calmantes montes, alicantes pintos. 

 

@gcastroibarra 


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