- Francisco Ruvalcaba lleva casi 40 años como tablajero y despachador en Aguascalientes
- Los clientes han cambiado sus hábitos de consumo, ahora prefieren cortes especiales como el Tomahawk
- La gratitud de sus clientes es el mayor reconocimiento para este maestro del oficio
Durante casi cuatro décadas, Francisco Raymundo Ruvalcaba González ha dedicado su vida al oficio de tablajero en la emblemática Carnicería Tepeyac. Su trayectoria comenzó en 1984, cuando, por coincidencia, decidió probar suerte en una carnicería. Desde entonces, el arte de deshuesar, cortar y despachar carne se convirtió en su pasión y modo de vida.
“Cuando empecé, mis papás me advirtieron que era un trabajo pesado, peligroso y hasta sucio, pero eso no impidió que me gustara. Como todo joven, empecé barriendo, limpiando charolas y siendo mandadero”, recuerda Francisco, quien se formó en una carnicería histórica llamada La Alteñita, dirigida por el señor Alfonso González López.
A lo largo de los años, Ruvalcaba ha sido testigo del cambio en los hábitos de consumo de sus clientes: “Antes, la gente solo pedía chuletas, diezmillo y bistec para asar. Ahora, con las redes sociales y YouTube, piden cortes especiales como el Tomahawk o cortes Premium para experimentar nuevas recetas”, comenta.
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A pesar de las dificultades propias del oficio, como los accidentes con cuchillos que son parte de su día a día, Francisco destaca la satisfacción que le da su trabajo: “Lo más bonito es la gratitud de la gente. Muchos clientes llevan conmigo más de 30 años, y cuando regresan a decirme que el producto les salió excelente, eso me llena de orgullo”.
En un contexto donde los supermercados han transformado la venta de carne, Francisco defiende las carnicerías tradicionales: “En los supermercados no se tablajerea. Solo rebanan y empaquetan. Aquí, deshuesamos y hacemos cortes al gusto del cliente. Ofrecemos calidad, variedad y atención personalizada”, afirma con seguridad.
Para quienes aún no han visitado una carnicería como Carnicería El Tepeyac, Francisco extiende una invitación: “Aquí tenemos de todo: cremería, cortes premium, frutería y hasta estacionamiento con vigilancia. Es un lugar donde la gente puede comprar con tranquilidad y seguridad”, concluyó.
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