Si eso no es un gasolinazo, entonces dime tú lo que será…
La senadora por Aguascalientes, Nora Ruvalcaba, decidió adoptar el guion oficial y negó que lo que vivimos actualmente sean “gasolinazos”. Según ella, eso era cosa de los gobiernos neoliberales, como el de Enrique Peña Nieto, donde los aumentos eran programados mensualmente. En cambio, asegura que la 4T está logrando estabilidad en los precios. Claro, estabilidad, pero en niveles que dejan los bolsillos temblando. Porque, por supuesto, ya quedó claro que la promesa de gasolina a $10 que alguna vez hizo el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador es, parafraseando al poeta Eliseo Diego, apenas un recuerdo, no muy diferente de esa mancha en la pared que cierta tarde hemos mirado, sin saberlo, pero con un poco de terror.
Los números, por otro lado, cuentan otra historia. Con Felipe Calderón, el precio promedio del litro subió de $6.69 a $10.61, un incremento del 58.59%. Con Peña Nieto, de $10.61 a $19.31, un alza del 82%. Y con la 4T, el precio ya está en $24.19, lo que equivale a un aumento del 25.27%. ¿Cómo se llama esto si no es un gasolinazo? ¿Ajuste democrático del precio? ¿Impulso de bienestar a los automotores?
Además, no se puede ignorar que el IEPS y el IVA, ambos impuestos que afectan directamente el precio de los combustibles, están bajo control del Gobierno Federal. Podrían subsidiarlos, reducirlos o eliminarlos, pero eso implicaría menos recaudación, y ya sabemos que eso es casi herejía para cualquier administración.
Entonces, si estos incrementos no son gasolinazos, tal vez alguien pueda explicarnos qué nombre tienen. Mientras tanto, los ciudadanos seguiremos pagando por la gasolina “estable”, aunque esa estabilidad nos deje sin margen para llenar el tanque.
Bienestar es verbo, no sustantivo
Y tampoco nos referimos a la señora de las cuatro décadas, aunque en una de esas, la Cuarta Transformación se extiende por unas 7 décadas… como cierto partido de cuyo nombre no podemos acordarnos. Ahora bien, volvamos a los últimos seis años, durante los cuales, la palabra bienestar ha sido el comodín del régimen, ese término mágico que lo mismo sirve para justificar programas sociales que para vendernos ideas económicas. Si le preguntamos al pueblo qué les evoca esta palabra, probablemente responderán “algo barato y, por supuesto, para el pueblo”. Y así, después del gas del bienestar, el agua del bienestar y hasta los jueces del bienestar, ahora llega la nueva joya de la corona: los vehículos eléctricos del bienestar.
El Gobierno Federal, con bombo y platillo, anunció el proyecto Olinia, una armadora de autos eléctricos que combinará fondos privados y públicos. Según la presidenta Claudia Sheinbaum, estos autos costarán entre 90 mil y 150 mil pesos. Una ganga, ¿no? Claro, si es que cumplen con las normas de seguridad, porque sería trágico que un auto del bienestar termine siendo un carrito chocón.
Pero el verdadero reto va más allá del precio: ¿dónde se instalarán los centros de carga para estos vehículos?, ¿qué pasa con las carreteras federales llenas de baches que parecen cráteres? Porque, con el estado actual de la infraestructura, estos autos podrían desarmarse al primer golpe con un hoyo digno de arqueología.
En resumen, el proyecto suena bien en el papel, como todo lo que lleva la marca del bienestar. Ahora sólo queda esperar que no termine siendo otra promesa más que se queda varada en el camino… o en el bache.
Familia imperial
El diputado local morenista Fernando Alférez, conocido por convertir a su familia en la nobleza de la franquicia guinda a nivel local (porque, claro, aquí no aplica eso de la tómbola democrática del partido), lanzó recientemente una declaración digna de un Jedi político: en Aguascalientes existe una familia imperial que concentra ingresos millonarios al mes. Y aunque suene a un guion rechazado de Star Wars, podría no estar del todo equivocado.
No es un secreto que en este pequeño rincón del país hay fortunas que desafían toda lógica… y, para ser justos, tampoco es exclusivo de Aguascalientes. Las familias imperiales son un fenómeno nacional, incluyendo al propio Gobierno Federal, donde la nueva oligarquía del siglo XXI florece con elegancia.
Lo más irónico es que estas dinastías no solo son toleradas, sino aplaudidas y legitimadas por todos: medios de comunicación, ciudadanos, partidos políticos… y sí, incluso los propios morenistas. Al final, parece que lo único que realmente hemos democratizado en México es la capacidad de mirar hacia otro lado cuando la oligarquía de turno se instala en el trono.
¡Ya era hora!
Finalmente, la Comisión Permanente del Congreso del Estado realizó su primera sesión, y en un giro de eventos casi milagroso, decidieron que ya es hora de llamar a Alejandra Peña Curiel para que tome protesta como diputada local. Cabe recordar que este acto debió haberse llevado a cabo hace un mes, pero en política, ¿qué serían unos cuantos días de retraso cuando los trámites parecen competir por el récord de burocracia más lenta?
La cita está programada para el 14 de enero, después de que Alejandra Peña interpusiera varios recursos jurídicos contra el Poder Legislativo para que, finalmente, la dejen hacer su trabajo. Ahora que el Congreso estará completo, surge un detalle interesante: según los rumores de radio pasillo, la flamante diputada podría aprovechar esta tribuna como trampolín político para lanzarse por la alcaldía de la capital en 2027.
Así que, mientras unos apenas toman protesta, otros ya están midiendo las cortinas del siguiente despacho. Todo muy adelantado, porque en la política mexicana, soñar en grande no solo está permitido, sino que es prácticamente obligatorio… aunque el servicio público se quede como una estación de paso.
Protesta del Comité de Evaluación del Poder Legislativo
En la reciente sesión de la Permanente del Congreso del Estado, se llevó a cabo la toma de protesta de los integrantes del Comité de Evaluación que supervisará el proceso de selección de aspirantes a jueces y magistrados locales. Esta medida surge de las homologaciones derivadas de los cambios federales, porque, como siempre, en México se prefiere ajustar las formas antes que garantizar los fondos.
El flamante Comité estará conformado por Eva Becerra Martínez, Mario Luis Ruelas Olvera y el diputado local Luis Salvador Alcalá Durán, quienes tendrán la nada sencilla tarea de administrar el proceso. Aunque, claro, todos sabemos que la verdadera prueba no será evaluar las credenciales de los aspirantes, sino evitar que los intereses políticos conviertan esta elección en un desfile de candidatos “a modo”.
Dicho de otro modo, este Comité podría ser una valiosa herramienta para garantizar la independencia judicial… o simplemente otro trámite para disfrazar decisiones que ya se tomaron en lo oscurito. Todo dependerá de si deciden realmente trabajar por el mérito o seguir las viejas fórmulas de el que paga manda.
Invitan a integrar la Comisión de Honor y Justicia
El municipio de Aguascalientes a través de la Comisión Permanente de Seguridad Pública y Protección Civil convocó a elementos de la Secretaría de Seguridad Pública municipal para formar parte de la Comisión de Honor y Justicia. Esperemos que los elementos que vayan a participar cuenten con todo el perfil para poder cambiar la percepción ciudadana con respecto a las instituciones de seguridad y que sean personas ejemplares y honradas en su actuar.
