Controversia por el Programa de Ordenamiento Ecológico Local en Aguascalientes: Intereses económicos versus conservación ambiental.
El Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) de Aguascalientes ha generado polémica entre grupos ambientalistas, especialistas y autoridades debido a los cambios realizados en la actualización del 2024. Este instrumento, que establece cómo se debe usar el territorio, está siendo cuestionado por priorizar intereses económicos sobre la conservación ambiental, lo que podría tener graves consecuencias para la sustentabilidad y la calidad de vida en la región.
Alejandro Larios Barrientos, director de la organización Conversa Sur, explicó que el POEL se basa en Unidades de Gestión Ambiental (UGA), divididas en políticas de aprovechamiento, protección, conservación y restauración. Si bien algunos cambios han sido positivos, como el aumento de áreas bajo protección, también preocupa que 3,500 hectáreas previamente destinadas a conservación se hayan reclasificado para aprovechamiento, permitiendo actividades industriales, urbanas o agrícolas.
“Este cambio pone en riesgo zonas clave como Peñuelas, hogar de la rana de madriguera, así como otras áreas importantes como El Sabinal, Bosque de Cobos, Los Caños, Cañada Honda y Norias. Estas modificaciones reflejan una ausencia de políticas ambientales sólidas”, señaló Larios.
Carlos Romo, presidente del Colegio de Ciencias Ambientales, criticó que la actualización del POEL no haya justificado técnicamente los cambios realizados. Según Romo, las áreas que pasaron de conservación a aprovechamiento no han cambiado sus características naturales desde el análisis realizado en 2016. “La vegetación y las condiciones siguen siendo las mismas. Cambiar su vocación fue una decisión arbitraria y carece de lógica técnica”, afirmó.
Además, resaltó que la consulta pública se utilizó de manera simulada para incluir intereses económicos en el documento final. “Esto no es solo un problema técnico; refleja un sesgo hacia la privatización del territorio y el favorecimiento de desarrollos inmobiliarios e industriales sin considerar el impacto ambiental y social”, agregó.
Alejandro Larios subrayó que las modificaciones al POEL priorizan intereses económicos a costa de la sustentabilidad. “El desarrollo inmobiliario se ha antepuesto a políticas habitacionales que promuevan el derecho a la vivienda. Esto pone en riesgo zonas de recarga acuífera esenciales, lo que amenaza la disponibilidad de agua y la sostenibilidad a largo plazo”, advirtió.
Carlos Romo agregó que las ciudades con menos áreas verdes son más propensas a enfrentar problemas de salud pública, como pandemias severas, además de perder servicios ambientales esenciales como la regulación del agua y la reducción de la huella ecológica.
Los expertos sugieren las siguientes acciones para revertir el daño y fortalecer la gestión ambiental:
- Ampliar las áreas naturales protegidas y garantizar su manejo efectivo.
- Evitar la privatización del territorio en favor de intereses privados, especialmente inmobiliarios e industriales.
- Garantizar el derecho humano a un ambiente sano, priorizando políticas que respeten los límites ecológicos.
- Revisar y corregir los diagnósticos técnicos del POEL, eliminando contradicciones que ponen en peligro la sustentabilidad.
- Reconocer y potenciar el trabajo de comunidades y organizaciones civiles que ya promueven la protección del medio ambiente.
La falta de coherencia en el POEL, como señalaron los ambientalistas, pone en duda la capacidad del instrumento para cumplir su objetivo de ordenar el territorio de manera sostenible. Con apenas el 0.5% del territorio del municipio destinado a conservación según el POEL, el futuro de Aguascalientes enfrenta grandes desafíos.
“Es ilógico y alarmante que solo un porcentaje tan bajo del territorio pueda proveer servicios ambientales para toda la ciudad. Si no se corrigen estos errores, las consecuencias serán devastadoras para el medio ambiente y la calidad de vida de las personas”, concluyó Romo.
El debate sobre el POEL representa más que una disputa técnica: es un llamado urgente a equilibrar el desarrollo económico con la conservación ambiental, garantizando un futuro viable para Aguascalientes y su población.