Bajo presión Evidencia
Para la toma de decisiones en materia de políticas públicas, los gobernantes deben basarse en evidencia rigurosa y multidimensional, desde datos estadísticos y censales hasta evaluaciones de políticas previas, nunca están de más las comparaciones con experiencias internacionales o el uso de modelos económicos así como la investigación científica y académica; basar un programa de acción sólo en la percepción ciudadana nos enfrenta a un escenario distorsionado de la realidad.
Por la desconfianza en las instituciones, desde el sexenio pasado, se hizo costumbre que a través de la conferencia matutina se dijera que se contaba con otros datos, unos que no reflejaban las estadísticas oficiales, a través del ejercicio constante de sembrar la desconfianza, Andrés Manuel López Obrador consiguió imponer que la evidencia científica era inútil y que lo mejor era tomar el pulso de las opiniones del pueblo, considerar el sentir de sus fanáticos, elogiar las costumbres y tradiciones para enseguida preguntar sobre su percepción. Así consiguió que sobre la información prevaleciera su opinión.
En muchos casos, López Obrador ni siquiera tuvo otros datos, pero consiguió establecer su opinión para modelar la realidad a su gusto; cuando fue necesario contar con información estadística para establecer programas de prevención y atención, el gobierno anterior prometía que los estudios se realizarían de una manera distinta al modelo conservador y neoliberal, pero ni eso logró hacer bien, el mejor ejemplo está en que la administración de Claudia Sheinbaum Pardo tendrá que elaborar de nuevo la Encuesta Nacional de Adicciones.
Durante años, López Obrador aseguró que ya se contaba con ese estudio, terminó su sexenio y nunca lo presentó. Confirmando una información proporcionada por Ciro Gómez Leyva primero, La Jornada presentó una noticia en la que aseguró que “por errores en la metodología, la Encuesta Nacional de Adicciones que se levantó entre octubre de 2023 y mayo de 2024 no sirvió y se volverá a realizar. Así lo decidió el secretario de Salud, David Kershenobich”; en la conferencia matutina, Sheinbaum Pardo señaló que la encuesta elaborada por el desaparecido CONAHCYT se tendrá que repetir porque “hay resultados en donde no se puede hacer una tendencia de la encuesta anterior”.
Desde 2017 no se cuenta con datos actualizados sobre las adicciones en México, muy conveniente para gobernantes que niegan el uso y abuso de alcohol, tabaco y drogas; mejor para el ojo de buen cubero con que se niega la producción y consumo de fentanilo.
No es sólo que se hagan mal las cosas, además, para mantener la percepción por encima de la evidencia, se abandona la posibilidad de contar con evidencia para tomar decisiones: el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) canceló la Encuesta Intercensal 2025, debido a un recorte presupuestal de casi el 30 por ciento menos.
Un poco por la inmediatez con que los avances de las tecnologías de la información satisfacen con cálculos cualquier demanda, pero básicamente por la percepción, la idea de un ejercicio censal que se realiza cada 10 años envejece mal, cuando el mundo está al alcance de una Inteligencia Artificial en el teléfono celular, la idea de un levantamiento de datos cada década, parece inútil, más allá de que esa idea es errónea, en la década de los noventa, el INEGI decidió hacer una Encuesta Intercensal para contar con datos más recientes sobre la dinámica demográfica, social y económica del país, misma que ya fue cancelada por este gobierno.
Al no contar con la Encuesta Intercensal las autoridades seguirán tomando decisiones con información del Censo de Población y Vivienda 2020, no se actualizará la información sobre los efectos de la pandemia de covid-19, por decir lo menos, tampoco habrá datos sobre la distribución en el territorio y características de la población mexicana desagregados desde lo nacional hasta por entidad federativa y el ámbito municipal.
La reducción presupuestal y la cancelación de la Encuesta Intercensal se tiene que ligar al traslado de las actividades del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (CONEVAL) al INEGI, ¿con qué presupuesto y con qué datos se continuarán los cálculos sobre pobreza?, parece imposible continuar la serie de pobreza municipal que se desarrolla desde 2010, 2015 y 2020.
La serie de evidencia científica que será difícil elaborar es más larga, sin la Encuesta Intercensal se afecta a muchos otros estudios, incluso la base que se emplea para distribución del presupuesto, pero el oficialismo asegura que no hay problema, que se atienden las causas y pronto se verán los resultados.
Ante las presiones de Donald Trump, la presidenta Sheinbaum Pardo está priorizando el combate a los grupos criminales y el trasiego de fentanilo, al no contar con la Encuesta Nacional de Adicciones, la atención a la población mexicana pasa a segundo término.
Lo terrible de continuar con la descalificación de la evidencia que generan las instituciones, es que otros gobernantes usan ese pretexto para sacudirse su responsabilidad. La Encuesta Nacional de Seguridad Pública del INEGI colocó a Tabasco y Sinaloa entre las ciudades donde la percepción de inseguridad era más alta; ante el 95.3 por ciento que se sienten inseguros en la capital, el gobernador Javier May Rodríguez calificó este indicador como una “guerra mediática” de sus adversarios que se niegan a destacar lo bueno y “entre más sanguinario sea el hallazgo, más se destaca”; mientras que en en Sinaloa el cínico Ruben Rocha Moya considera desmedido que el INEGI informe que 90.6 por ciento de los culiacanenses no se sientan seguros, y también culpó a los medios: “es exagerado, a ustedes les sirve para notas”.
Ahí están los resultados de gobernar sin apoyarse en evidencia alguna, sólo interpretando la percepción del pueblo, peor aún: creyendo que son el pueblo.
Coda. Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, confirmó ayer que el presidente Donald Trump mantiene su promesa de imponer aranceles a Canadá y México, a partir del 1 de febrero. Una prueba más para la administración de Claudia Sheinbaum, quien, ojalá, no atienda el llamado de sus fanáticos a ser más agresiva.
@aldan