- Estudiantes de Ingeniería en Mecatrónica del campus Aguascalientes, en conjunto con la asociación Imagina de psicooncología pediátrica, lideran el proyecto IMAGINA-TEC, donde desarrollaron robots de apoyo emocional para pacientes oncológicos.
Los robots fueron creados por los estudiantes con un diseño en forma de monstruo, cuentan con una base móvil omnidireccional y sensores de seguridad, para moverse en los espacios y está equipado con luces LED, una bocina y una pantalla táctil, lo que les permite interactuar con los niños.
Cristóbal Ochoa, profesor de la Escuela de Ingeniería y Ciencias, explicó que: “El robot ayuda a los niños a liberar pensamientos negativos, destruyendo un papel con sus sentimientos y luego ofreciéndoles un estímulo positivo, acompañado de sonidos y luces”.
Margarita López, la encargada de vinculación de Imagina, mencionó: “Hasta la fecha, no conocemos ningún hospital en el Estado que cuente con una herramienta como la que estamos desarrollando, lo que nos coloca a la vanguardia a ambas partes”.
Robot de apoyo emocional
El proyecto se ha desarrollado a lo largo de 2 años y medio dentro del campus, sin embargo, la idea surgió de parte de Mara Ayala, quien es la directora de la asociación.
“La doctora Mara desde hace aproximadamente 20 años empezó a maquinar esta idea de una especie de caja de intercambio de sensaciones y en conjunto hemos ido aterrizando la idea”, reveló Cristóbal.
“El robot busca romper la monotonía, le da un giro al psicólogo y al paciente al ofrecer una herramienta que permite externalizar, detectar e identificar cómo me estoy sintiendo y cómo lo puedo expresar”, añadió López.
Javier De La Victoria, estudiante de la ingeniería y parte del equipo, expresó: “Desarrollamos el robot en varias etapas primero, se diseñó el monstruo y aprendimos a programar en Arduino R4 para controlarlo. Luego, trabajamos en la programación de la movilidad del chasis y la integración de sensores como los ultrasónicos y capacitivos. A lo largo del semestre, mejoramos el código y la integración de los componentes, y en la fase final nos dedicamos a ensamblarlo”.
El profesor Ochoa comentó que el robot tiene sensores y movilidad omnidireccional debido a que está enfocado a trabajar en hospitales con espacios reducidos, asimismo señaló que el movimiento es controlado inalámbricamente por los terapeutas.
“La persona a cargo de la fundación hizo pruebas con el robot durante la presentación final y vio que era fácil controlar su movimiento, las luces y el brillo”, enfatizó Ochoa.
“Aprendí mucho acerca de programación, electrónica, mecánica y de la integración de todas esas herramientas hasta hacer que el robot funcione y fue muy gratificante ver como todo lo que habíamos hecho sirvió correctamente”, afirmó De La Victoria.
Según Ochoa, actualmente el prototipo del robot se encuentra completado en un 80%, más adelante se completarán sus funcionalidades y se harán pruebas en espacios simulados para que finalmente se pueda hacer uso en hospitales.
“El robot entra perfecto como una herramienta complementaria al protocolo de soporte emocional que tenemos con los pacientes, especialmente en la etapa de hospitalización, que es la primera fase del tratamiento de un niño diagnosticado con cáncer”, manifestó López.
“Nuestra ingeniería va más allá de reparar máquinas, también podemos hacer una gran diferencia en proyectos sociales”, destacó Ochoa.
“Espero que el proyecto siga avanzando, porque realmente tiene un propósito importante que es ayudar a los niños y niñas en tratamiento y mejorar su día a día”.
“Además, para nosotros es una gran oportunidad para poner en práctica lo que hemos aprendido en la carrera y aportar algo positivo a la sociedad”, concluyó De La Victoria.