En los últimos días, los debates sobre el precio de la gasolina se han vuelto más intensos, y no es para menos. Recientemente, Luisa María Alcalde, ha defendido que la gasolina hoy en día es más barata que en los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Para justificar este argumento, Alcalde citó una gráfica de la Profeco, donde se comparan los precios históricos de la gasolina en diferentes administraciones. Sin embargo, a pesar de los números, ¿por qué las y los mexicanos no sentimos esa “bajada de precios”?
Los panistas no entienden, o no quieren entender, que la gasolina es más barata hoy, en términos reales, que durante los sexenios de Calderón o Peña Nieto.
Están muy nerviosos porque la @Profeco está señalando a las gasolinerías que venden la gasolina a precios más altos de lo…
— Luisa Alcalde (@LuisaAlcalde) January 14, 2025
Esto dicen los datos
Según los datos presentados por Profeco, durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), el precio de la gasolina alcanzó un máximo histórico de 18.10 pesos por litro. Y bajo el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), los precios de los combustibles aumentaron un 42.8%, alcanzando los 26.01 pesos por litro en su punto más alto. Para el cierre del sexenio de AMLO, la gasolina llegó a los 24.15 por litro.
El gasolinazo “suave” de Morena
Durante el gobierno de AMLO, el precio de la gasolina aumentó alrededor del 30%, que es un poco menos que la inflación de todo el sexenio, que fue del 33%. Esto significa que, en términos generales, el precio de la gasolina subió, pero si lo vemos en términos ajustados por la inflación, la gasolina parecería haber bajado un poco. Sin embargo, lo que las personas realmente experimentan es el precio actual en las estaciones de servicio, donde la gasolina está más cara que nunca.
Esto va en contra de lo que AMLO prometió durante su campaña: que no habría gasolinazos. Para quienes no lo recuerden, hubo un momento en su sexenio en el que los precios sí bajaron, pero por una razón muy específica. En 2020, durante la pandemia, el precio de la gasolina llegó a bajar mucho en el segundo trimestre, llegando a costar alrededor de 18 pesos por litro.
Esto ocurrió porque en las refinerías de Texas (EUA) había un exceso de gasolina que necesitaban vender rápidamente, ya que no tenían espacio para guardarla. Además, el tipo de cambio del peso mexicano frente al dólar llegó a niveles muy altos, alrededor de 24 pesos por dólar, lo que hizo que la gasolina en México fuera más barata que en Estados Unidos.
Durante ese tiempo, incluso los estadounidenses que vivían cerca de la frontera cruzaban a México para llenar sus tanques, y AMLO aprovechó la situación para presumir que esto era gracias a las “eficiencias” de su gobierno.
Sin embargo, desde ese “momento mágico” de marzo de 2020, los precios de la gasolina han subido más de un 60%. Este aumento es mucho mayor que la inflación en estos cuatro años y medio. Pero lo que diferencia este aumento de un “gasolinazo” (un aumento abrupto y repentino) es que no fue un aumento de un solo golpe, sino que fue un proceso gradual de pequeños incrementos que se fueron acumulando con el tiempo, gota con gota.
¿Por qué la gasolina sigue cara, a pesar de todo?
Una de las razones más importantes por las que el precio de la gasolina sigue siendo alto es el enorme peso de los impuestos que se le ponen al combustible. En México, los impuestos como el IEPS y el IVA representan una gran parte (el 40%) del precio que pagamos en la bomba.
De hecho, esos impuestos hacen que la gasolina en México sea una de las más caras en el mundo, incluso que en Estados Unidos, donde la gasolina es casi 50% más barata. Aquí, cada vez que sube el precio de la gasolina, no sólo se afecta el costo de llenar el tanque, sino también el costo de muchos otros productos que dependen del transporte.
La gasolina es clave para el transporte de mercancías, por lo que cada vez que sube, todos los productos que dependen del transporte también suben de precio. Esto afecta desde los alimentos hasta productos básicos, haciendo que el costo de vida en general se incremente.
Así, aunque el gobierno argumente que la gasolina es más barata a comparación de otros sexenios, la verdad es que, cuando todo lo demás sube de precio, las y los mexicanos sienten que el costo de la vida sigue siendo alto.
Además, el precio de la gasolina ha subido poco a poco desde que AMLO asumió la presidencia. No fue un “gasolinazo” de golpe, como en el sexenio de Peña Nieto, pero sí ha sido un aumento constante, lo cual genera una sensación de que siempre está subiendo, aunque en realidad no lo haga de forma drástica. Esto hace que, como consumidores, percibamos que la gasolina sigue más cara que nunca.
¿Qué pasará en el sexenio de Sheinbaum con la gasolina?
Con el gobierno de Claudia Sheinbaum, ciertamente no muchas personas esperan cambios significativos. Los precios de la gasolina seguirán subiendo, pero de manera más controlada.
La lección de los gasolinazos de los sexenios pasados quedó grabada en la memoria colectiva, por lo que la estrategia será seguir aplicando incrementos graduales, para que parezca que no sube. Pero una cosa está clara: seguiremos pagando una de las gasolinas más caras del mundo.
A fin de cuentas, la gasolina en México no bajará, porque es una de las principales fuentes de ingresos para el gobierno federal. Si bien el discurso oficial puede intentar suavizar la situación, lo cierto es que el precio del combustible sigue siendo un golpe directo al bolsillo de las y los mexicanos y no parece que la administración actual vaya a cambiar esta realidad.
Por eso, aunque digan que es más barata en comparación con el pasado, quienes llenamos el tanque día a día sabemos que el verdadero precio lo seguimos pagando con cada litro.
