Cosas Veredes
Encuentro Nacional, estrategia para nuevos tiempos
En días pasados, se llevó a cabo en la ciudad de México, encabezado por la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, el Encuentro Nacional Municipal con Alcaldes y Gobernadores, evento inédito en los últimos tiempos que reviste gran importancia tanto por la forma, el contenido, y el significado político, más aún cuando se trata del comienzo de un sexenio presidencial, y coincidente en el tiempo con el inicio del nuevo periodo presidencial de Donald Trump en los Estados Unidos de América.
Un aspecto que resalta a la vista, y que tal vez no se ha valorado suficiente, es que el Encuentro tuvo un carácter de “diálogo de unidad nacional” pues al evento realizado en el World Trade Center asistieron más de mil presidentes municipales y alcaldes que han sido postulados por todos los partidos políticos nacionales, Morena, PAN, PRI, PT, PRD, PVEM, MC, así como por 176 partidos políticos locales, algunos de forma independiente, y también por “usos y costumbres”, y casi todos los gobernadores de las entidades del país sin distingo de origen partidista.
Otro rasgo que es digno de destacar es que el Encuentro Nacional Municipal, más allá de haber sido una expresión política, en su desarrollo como foro, sirvió para que la titular del Poder Ejecutivo planteara los puntos principales que propone sirvan como guía para los tres órdenes de gobierno de la República: 1) Plan Maestro para garantizar el acceso al agua potable, 2) el programa “Caminos de Paz, como parte de la Estrategia Nacional de Seguridad, y 3) la implementación del componente indígena del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS).
La propuesta muestra un claro sentido de racionalidad y concreción para la coordinación desde el gobierno federal, pues más allá de las importantísimas transferencias monetarias en programas sociales que llegan a 30 millones de familias, las poblaciones del país requieren eficientizar los servicios públicos, como el de agua potable para comenzar, pues según el Consejo Consultivo del Agua, existen 21 millones de mexicanos sin acceso diario a ese servicio, y en muchos municipios sus sistemas de agua y alcantarillado son precarios, insuficientes e ineficientes.
La política de “caminos de paz”, a implementarse por los gobiernos municipales, estatales y federal responde a la necesidad urgente de mejorar las condiciones de convivencia social dignificando los espacios públicos de las poblaciones y las que las comunican entre ellas. Actualmente, el Gobierno Federal, según la Exposición de Motivos del Presupuesto de Egresos de la Federación, reconoce que solo el 13% de las carreteras del país, se encuentran en buenas condiciones, y que el 40% de ellas presenta serio deterioro, como se puede constatar fácilmente. Si la federación, estados y municipios se comprometen a dignificar las vialidades, caminos y carreteras, será altamente positivo, tanto para la convivencia, como para la seguridad y el desarrollo económico.
Habrá que ver si las dos comunidades indígenas reconocidas en Aguascalientes, están incluidas en las 13 mil que registra el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, y que serán beneficiadas por el componente indígena del FAIS; de cualquier manera, esa partida de 12 mil millones deberá servir para dignificar las condiciones de vida de esas poblaciones. No parece mucho, pues grosso modo parece un millón para cada comunidad, aunque existe el compromiso presidencial de incrementarlo cada año.
En el Encuentro Nacional se escucharon los planteamientos de funcionarios del gobierno federal, presidentes municipales y gobernadores de distintas procedencias políticas: Clara Brugada de Morena, Mauricio Kuri de Acción Nacional, Esteban Villegas de alianza PRI-PAN-PRD, Samuel García de MC. Coincidentes todos, la convocatoria de la presidenta Sheinbaum es valiosa, saludable y trascendente; el diálogo y la coordinación son herramientas útiles y necesarias.
Parece que muchos analistas han escatimado importancia a ese acontecimiento político, y se han quedado en lo anecdótico y superficial, cuando realmente puede significar una respuesta a los nuevos tiempos y una estrategia política antes los desafíos del presente.
En el informe de los 100 días, del pasado 12 de enero, se hizo el recuento de la etapa de recepción política y administrativa del gobierno federal.
En el Encuentro Nacional Municipal de Alcaldes y Gobernadores del 16 de enero, se ha realizado un ejercicio de diálogo y llamado a la coordinación entre instancias de gobierno de todas las expresiones políticas, y seguramente la proyección de un estilo de gobernar que puede marcar la administración y gobierno de la presidenta Sheinbaum.
Las políticas de coordinación con estados municipios, más allá de las diferencias políticas, hoy pueden ser muy útiles para los temas que propuso el Gobierno Federal, pero en lo sucesivo pueden ser la estrategia ante los grandes desafíos de los rezagos en educación, la insuficiencia en servicios de salud, los retos de la seguridad pública, y las nuevas coordenadas desarrollo económico que nos exige la situación internacional. La estrategia de Encuentro Nacional puede ser un gran acierto en los nuevos tiempos, y mejor aún si se orienta al fortalecimiento de la República y las instituciones que la componen.
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