- El pasado 4 de enero se celebró el Día Mundial del Braille, una fecha que conmemora el nacimiento de Louis Braille, creador del sistema de lectura y escritura táctil que ha transformado la vida de millones de personas con discapacidad visual.
Isayda Guido, licenciada en Educación, adquirió discapacidad visual hace cuatro años y compartió su experiencia con este sistema. “Para mí, el Braille significa una forma de acercarme a la lectura y escritura de manera no tecnológica. Aunque mi relación con el sistema ha sido limitada, me parece un mundo increíble. Es fascinante cómo pequeños puntos pueden representar letras, números y símbolos”, comentó.
Guido destacó que el sistema Braille no solo es una herramienta esencial para las personas con discapacidad visual, sino también un medio que promueve el acceso a la educación y a la información. Sin embargo, señaló que uno de los principales retos es la falta de materiales en Braille, ya que su transcripción resulta costosa y, por ende, limitada.
“Lamentablemente, muy pocos materiales se traducen al Braille debido a su alto costo. Además, para quienes adquirimos la discapacidad por enfermedades crónicas como la diabetes, resulta aún más complicado, porque esta condición puede afectar la sensibilidad del tacto”, explicó.
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En Aguascalientes, las opciones para aprender y acceder al sistema Braille son escasas. Algunas instituciones como el DIF estatal y el Museo Nacional de Pueblos Mágicos en Calvillo ofrecen información en este formato. También destacó iniciativas inclusivas como las del Hotel Elizabeth, que cuenta con nombres de habitaciones y menús en Braille. Guido hizo un llamado a la sociedad para que amplíe su perspectiva: “Si nosotros nos adaptamos al mundo día con día, sería inclusivo que la sociedad aprendiera, al menos, el alfabeto Braille”.
Aunque el auge de la tecnología ha reducido el uso del Braille en algunos ámbitos, también ha llevado este sistema a nuevos niveles. Hoy en día, el Braille puede encontrarse en medicamentos, marcas de productos, envases de alimentos e incluso billetes.
Guido destacó avances tecnológicos como tableros táctiles para teléfonos y tabletas, que permiten escribir en Braille. “Estos tableros no generan relieve, pero nos ayudan a escribir letras en molde. También existen aplicaciones que permiten cargar libros en formatos como PDF, TXT o EPUB, brindándonos acceso a la información, la imaginación y la investigación”.
También resaltó el impacto emocional del Braille en su vida: “Una vez, una amiga aprendió a escribir en Braille para escribirme una carta. Fue muy significativo para mí, porque me hizo sentir parte de su círculo. Fue un gesto de empatía y aprendizaje mutuo”.
Para concluir, Isayda Guido dejó un mensaje inspirador: “Me gustaría invitar a la sociedad a expandir su mente y darse la oportunidad de conocer a personas con alguna diversidad. Más allá de las etiquetas, somos capaces de lograr lo que nos propongamos. Al incluirnos en el día a día, todos ganamos: podemos enseñarles mucho, y ustedes también pueden aprender de nosotros. El diálogo y la empatía son la clave para construir una sociedad más inclusiva”.