Bellacos | Bajo presión por: Edilberto Aldán - LJA Aguascalientes
16/01/2025

Bajo presión Bellacos

En 2024, de las cinco palabras más buscadas en el Diccionario del Español de México (DEM), cuatro fueron insultos: Puta, Pendejo, Wey y Bellaco, de acuerdo a un reporte de Paulina Chavira para el programa de radio que conduce Javier Risco; Definir fue la tercer palabra  con más consultas en este conjunto de investigaciones del vocabulario utilizado en la República Mexicana, elaboradas por el Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios de El Colegio de México.

Como a usted seguramente le ocurrió, creí que la inclusión de Bellaco era a consecuencia del intercambio verbal en el Senado entre Lily Téllez y Gerardo Noroña, no es así, la explicación de las búsquedas por los investigadores del Colegio de México alejan de la percepción de una ciudadana hiperpolitizada para devolvernos a una realidad más cotidiana, la mayoría de las personas que utilizan este diccionario del uso del español en México, son usuarios de edad escolar, lo que explica que siempre estén en los primeros lugares las palabras prohibidas, los estudiantes buscan por qué son consideradas malas palabras; haciendo uso de diccionarios comunes, algún puberto podría justificar el empleo de Pendejo para señalar que hacía referencia al pelo púbico o que la emplea como los argentinos y uruguayos par referirse de manera vulgar a un muchacho o adolescente.

Los investigadores del DEM explicaron la aparición de Bellaco en la lista de consultas por el uso de esa palabra en las canciones de Bad Bunny, que en Puerto Rico antes que referir a un ser malo, pícaro y ruin, señala a una persona dada a la lujuria o bien, entre los jóvenes, es una forma de llamar a un amigo íntimo o inseparable; similar a Pana, que para mí indica un tipo de tela aterciopelada, pero mi hijo la usa para llamar a sus amigos, como hacen los hablantes de Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela y Colombia.

Más que mi absoluto desconocimiento de la música de Bad Bunny, la búsqueda de Bellaco me remitió al intercambio grosero entre los senadores Téllez y Fernández por las anteojeras que colocan los intentos por mantenerse informado de lo que en política ocurre. En mucho por la polarización establecida por el presidente anterior, en el intercambio público se habla más de la conducta de los políticos antes que de política, desde la caracterización que hiciera Andrés Manuel López Obrador de los suyos y que no eran iguales a sus adversarios hasta la preferencia de la conducta antes que las aptitudes para ejercer un cargo.

Con la llegada de la primera mujer a la presidencia no han cambiado mucho las cosas, además de que la doctora Claudia Sheinbaum Pardo mantiene el discurso propagandístico de su antecesor, los medios de comunicación y sus adversarios (que no son los mismos) concentran los cuestionamientos en la persona antes que en las políticas, sin importar el contexto. Como el rumor del desdén con que será tratada la presidenta porque no fue invitada por Donald Trump a su toma de posesión.

“No pasa nada” respondió Sheinbaum Pardo a los reporteros que en la mañanera la han cuestionado en diversas ocasiones si asistirá a dicho evento, sin importar que no es una práctica común que jefes de Estado extranjeros acudan al evento celebrado en Washington cada cuatro años. Por ignorancia o vileza, esos reporteros que cuestionan a la presidenta pasan por alto que el gobierno de Estados Unidos no invita a líderes extranjeros a las tomas de posesión presidenciales en Washington, ya que se considera un acto de política doméstica, al que sólo asisten los expresidentes de esa nación. Jamás un presidente mexicano ha recibido una invitación a este tipo de actos, y no se puede considerar una falla en las relaciones diplomáticas; a pesar de que la información sobre el protocolo que sigue el gobierno de los Estados Unidos es público y se ha difundido en múltiples ocasiones, quienes cuestionan a la presidenta, lo que buscan es personalizar la relación entre ambos países, reducirla a un enfrentamiento de personalidades antes que de políticas.

Recientemente se hizo pública la lista de invitados la toma de protesta de Donald Trump, quien en su particular estilo, rompió con la tradición para convocar a varios mandatarios extranjeros, como el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, el húngaro Viktor Orbán, el argentino Javier Milei, el ecuatoriano Daniel Noboa, el salvadoreño Nayib Bukele y la italiana Giorgia Meloni, así como Santiago Abascal, líder del partido ultraderechista Vox en España. Evidentemente es un mensaje, sus invitados son líderes afines a la ideología derechista del próximo presidente de los Estados Unidos, hay que ser muy mal intencionado para colocar en el mismo grupo a la presidenta Sheinbaum, a quien en el hubiera que no existe, se le hubiera complicado aceptar formar parte de esa selecta pandilla.

Hablar de políticas y no de los políticos, discutir la política y no los personajes, renovaría el intercambio público.


Coda. Lo mismo ocurre en Aguascalientes, ante la próxima elección del fiscal general, la grilla se hace en torno a los posibles hombres y mujeres que el Congreso debe seleccionar para integrar la lista de candidatos, mucho se rumora sobre los nombres y se olvidan de las capacidades y conocimientos que debe tener quien llegue al cargo.

@aldan


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