Aplausos | Bajo presión por: Edilberto Aldán - LJA Aguascalientes
08/01/2025

Bajo presión 

Aplausos

Justin Trudeau anunció su renuncia como líder del Partido Liberal y primer ministro de Canadá, después de más de 9 años en el poder. La dimisión será efectiva una vez que los liberales hayan elegido su nuevo liderazgo; en una rueda de prensa, Trudeau reconoció que no es la persona indicada para buscar la reelección en las elecciones de octubre o encabezar el partido.

La impopularidad de Trudeau creció a lo largo de estos nueve años y se incrementó por la escasez de viviendas, el alza del costo de vida en Canadá y sus políticas en apoyo a la inmigración. El maltrato recibido por el próximo presidente de los Estados Unidos, con quien Trudeau corrió para ver si podía solucionar las amenazas sobre posibles aranceles, influyó en el deterioro de su imagen pública, porque los adversarios del primer ministro lo usaron para menospreciar sus políticas, aunque no tuvieran relación con los verdaderos motivos de su caída en los índices de popularidad, Trudeau se va sin aplausos.

En su despedida como embajador de los Estados Unidos en México, Ken Salazar declaró que “la misión nunca se cumple, el trabajo sigue”, dejó como encargado de la embajada a Mark Johnson y, antes de irse, no dejó pasar la oportunidad para hacer una pataleta pública: “Sé lo que pasa, que hay fentanilo en México y también sé que se produce acá, pero eso es un debate, que se produce o no se produce, no nos lleva a donde tenemos que ir”; no se podía quedar en el embajador con eso en la bodega de su pecho, en el último día en el cargo, el embajador le echa en cara a la presidenta el haberle quitado el derecho de picaporte en Palacio Nacional del que gozó el sexenio anterior; como él mismo lo dice, sus cuestionamientos a la administración actual no llevan a ningún lado, Salazar se va, también sin aplausos.

En la conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que a su gobierno se le reconocerá públicamente como que “en la Cuarta Transformación, los compromisos se cumplen”, justo antes de anunciar que, al igual que López Obrador, realizará un mítin para rendir el informe de los primeros cien días de su administración, algo breve según la presidenta, pero como en el sexenio anterior, en la plancha del Zócalo capitalino y ante el morenaje que ya desde hoy, las dirigencias morenitas están buscando acarrear en todas las entidades federativas para que el domingo 12 acudan a aplaudir rabiosamente un discurso irrelevante.

El discurso ante las masas como rendición de cuentas jamás ha sido efectivo, no importa que vengamos de un sistema acostumbrado a discursos presidenciales larguísimos desde la tribuna de la Cámara de Diputados o en los que se llora como un perro. El mítin no tiene otro objetivo que encandilar a los seguidores con un listado de promesas que se presentan como hechos, pero que la arenga y el entusiasmo impiden verificar en paralelo, para cuando se verifica la información, la masa ya se habrá dispersado en la fiesta o el aburrimiento, tras cumplir con la firma de la lista que manifiesta que siguieron las instrucciones del líder que reparte los beneficios.

Antes que encabezar un mítin, la presidenta se ha comprometido a informar sobre los avances en materia de seguridad en la conferencia matutina y, con ello, atender lo que considero es el tema principal a resolver, al menos, durante el primer semestre del 2025: la efectividad de los cambios en la estrategia para reducir los homicidios dolosos, impedir el tráfico y producción de fentanilo, así como los decomisos de droga y la detención de grupos del crimen organizados.

Esa será la carta fuerte de presentación del gobierno de Claudia Sheinbaum ante el ascenso, el 20 de enero, de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, mostrar que en su administración se está combatiendo al crimen organizado, lo demás no importa, al menos no a los grupos de trabajo binacionales, que es donde se decidirán las acciones de gobierno. 


El impacto del discurso de la presidenta Sheinbaum en la opinión pública en su intento por desprestigiar al The New York Times por sus reportajes sobre la producción de fentanilo son para conseguir el aplauso de la masa incondicional. Lo que se consiga negociar con Donald Trump no depende de sus incondicionales sino de la capacidad del gobierno para convencer que algo se está haciendo.

Central

Finalmente la diputación permanente del Congresito se puso a trabajar en lo que debe y convocó a Alejandra Peña Curiel para que rinda protesta como diputada suplente. Qué triste que a los diputados de Aguascalientes se les tenga que educar a periodicazos o con amenazas de denuncias.

Coda. “Golpear a los jueces y talar las bases de su independencia puede ser celebrado por la mayoría, pero es una estrategia inequívocamente antidemocrática. Quien hostiga a la crítica puede recibir aplauso, pero estará sofocando la atmósfera de la deliberación. Que se junten los votos para anular a los contrapoderes no otorga a esa medida dignidad democrática.” Escribió Jesús Silva-Herzog Márquez, no se puede estar más de acuerdo.

@aldan


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