Dicen que quien se enoja pierde, pero Yasmín Esquivel no aplica para ese refrán. La ministra de la Suprema Corte acaba de anotarse una victoria enorme en su pelea contra la UNAM, su antigua universidad. Logró que la justicia federal le diera la razón (de manera sospechosa) y la UNAM no le quitará su tesis, chin.
Por si no te acuerdas, la cosa está así: hace dos años, una investigación reveló que la tesis de licenciatura de Esquivel era sospechosamente idéntica a la de otro alumno, Edgar Ulises Báez, presentada un año antes.
La ministra hizo copy-paste, pues. Cuando se desató la polémica la UNAM dijo: “a ver, vamos a investigar”. Pero justo cuando estaban por publicar sus conclusiones, la ministra desató una tormenta de amparos y recursos legales para evitar que el dictamen viera la luz.
La corrupta de Yasmín Esquivel reventando a la UNAM. pic.twitter.com/C4e9SeCjpS
— Aibril. (@Ai_bril) December 16, 2024
El tribunal le dio la razón a Esquivel
El pasado viernes, el Quinto Tribunal Colegiado Federal confirmó que la universidad no puede hacer nada contra el título de la ministra. Esto, gracias a un oficio que el exabogado envió hace un año.
Ahí, básicamente decía que la universidad no tiene derecho a quitarle un título a ningún exalumno. O sea, si ya te graduaste, aunque haya trampa, pues ya te quedas con tu título. Es como si el juez dijera: “Ya fue, UNAM, tú también tienes la culpa por no haberte dado cuenta a tiempo”.
Todo México, en especial los universitarios: pic.twitter.com/rel0mVrQTC
— Andrés Rendón (@andresrendonmx) December 16, 2024
Esquivel dice que todo fue un chisme
Por su parte, Yasmín Esquivel sacó un comunicado diciendo que ha sido “injustamente difamada” y que “el tiempo le dio la razón”. La ministra se pintó como la víctima del escándalo, asegurando que todo era un “infundio”. Todo esto mientras su camino hacia la presidencia de la Suprema Corte en 2025 se ve cada vez más despejado.
Un dato curioso es que, en 2023, la UNAM reformó sus estatutos para poder quitar títulos si se descubre un plagio. El problema es que esa ley no se puede aplicar a Esquivel porque la justicia dice que no puede ser retroactiva, o sea que no se puede aplicar a su caso porque fue antes de que añadieran esa ley.
¿Y ahora qué?
A pesar de todo el escándalo y las denuncias que existen contra Esquivel, su jugada fue perfecta y corrupta. No importa cuántos titulares digan “plagio”, la ministra sigue con su título intacto y una posible candidatura a presidenta de la Corte. Así que ya lo sabes: en la vida real, no siempre gana quien tiene la razón, sino quien tiene más poder, contactos y así.