La Columna J
Psicopolítica
“El estado dictatorial se ha convertido en una estructura amable, entretenida y sumamente eficaz”.
Estimado lector de LJA.MX, con el gusto de saludarle y agradeciendo enormemente su tiempo y su atención para dar seguimiento a esta columna, siempre en estos momentos del año me gusta hacer una pausa para poder pensar, filosofar, tratar de hacer una introspección que permita dar un sentido lógico y asequible a los tiempos que se expresan en el presente. Como escritor me declaro fan del filósofo sur coreano Byung Chul Han, le considero una mente lúcida y sumamente puntual para abordar las temáticas más recurrentes que estamos viviendo.
Los seres humanos a lo largo de su existencia buscan afanosamente el poder, en las reseñas de Carl Rogers, es la búsqueda por tener el control, y en esa búsqueda inocua se comienzan a generar mecanismos para ejercer ese control. Las pretensiones oscilan entre la concepción de poder económico y poder político, básicamente ahí radican las semánticas de mayor proporción que pudiesen existir para las personas, cabe mencionar que en la interacción humana existen proporcionalidades inversas, quien tiene dinero busca el poder, quien tiene el poder busca el dinero. Byung Chul Han en su obra Psicopolítica aborda una reseña de cómo las superestructuras para ejercer poder se han vuelto casi imperceptibles y que del mismo modo son sumamente amables y eficaces.
Los sistemas dictatoriales que se plasmaron con esquemas de poder como el fascismo o la Alemania nazi, datan una manipulación estridente de la acción comunicativa, la represión de las ideas y el impacto coercitivo para imponer una idea. Si bien esos términos pudiesen palparse hace casi un siglo, ahora tenemos esquemas que rompen la percepción objetiva de la información, específicamente las redes sociales, y sin duda alguna la esclavitud, no existe como existía en la tesitura imperialista anglosajona de hace siglos, ahora la evolución de la esclavitud radica en que las personas tienen la libertad de decisión sobre dos opciones, trabajar de manera esclavizada o morir de hambre.
Michael Focault mencionaba en su libro Vigilar y castigar un sistema panóptico de vigilancia y control que se ejerce sobre las personas, esto con la principal finalidad de poder tener bajo un análisis riguroso los datos de las personas para poder establecer un estado ferviente y hermético. En nuestros días el Big Data es el nuevo Big Brother, el sistema de poder no tiene incluso que pedir o gestionar los datos de las personas, sino que de manera directa las personas acuden a proporcionar sus datos a fin de tener una interacción.
En la infocracia del mismo modo existe una limitación coercitiva en donde simple y sencillamente quien no proporcione sus datos, no podrá tener la mínima interacción social, comercial o laboral. Cuando el Big Data tiene y se apodera de los datos y la información correspondiente, la tecnología con la que funciona permite medir el comportamiento de las personas e incluso realiza inferencias sobre las condiciones prereflexivas.
Los patrones de comportamiento del inconsciente colectivo generan una limitación de en la expresión de las ideas, incluso en un modo directo en la semiótica y la acción comunicativa, es decir, las palabras anclas, las ideas generales, las posturas políticas de todas aquellas expresiones contrarias al propio sistema, tienen un porcentaje mínimo para poder expresar cualquier tipo de antítesis, dicha reseña, no solo deja en estado de indefensión a las minorías, sino que también hace que no existan a la perceptibilidad general.
“La ceguera de los tiempos modernos, no es la falta de visibilidad, sino la ignorancia de no saber lo que se está viendo, ya no se habla de la conciencia para interpretar, sino únicamente de saber que se está viendo”.
Cuando se habla de psicopolítica, se habla de un modo de ejercer poder, como nunca se había visto, tiene un poder de seducción y de manipulación mucho mayor al alcance militar que pudieron tener los romanos. Las sociedades modernas no pueden entender su realidad, sin un dispositivo móvil, no pueden tener una interacción real con personas, toda vez que, si no es por medio de su propia plataforma, entonces no podría ser posible dicha interacción.
Las nuevas técnicas del poder hacen que sean poco perceptibles, se ha dominado sin saber que el dominado está en dicha condición, en gran medida tiene que ver con el sistema capitalista neoliberal ante la fuerza de producción que demandan las sociedades, aunado a la sobre imposición innecesaria plasmada. No darnos cuenta de lo que sucede es prácticamente una condena, no hay opción, no hay libertad, hay un sistema que dominó a partir de la psicopolítica.
In silentio mei verba, la palabra es poder.