Bajo presión
Malagradecidos
Claudia Sheinbaum anunció que los salarios mínimos tendrán un incremento del 12% en 2025, si algo hay que reconocer a las administraciones de la Cuarta Transformación es que con su política salarial rompieron muchos mitos acerca de la inflación y otras catástrofes económicas que causaría aumentar en esos porcentajes los ingresos; simplificando, esta política se la debe el país a Andrés Manuel López Obrador y la presidenta es únicamente una continuadora de las enormes hazañas del presidente anterior, al personalizar las políticas públicas se debilita a las instituciones, el trabajo conjunto necesario para gobernar.
Una de las herencias peores que dejó el gobierno anterior es la entronización del personaje por encima de las instituciones, mantener esa visión sólo entorpece la eficacia de la administración, pues antes que evaluar los mecanismos de gobierno, se reduce al accionar de una persona.
Un sector muy amplio del oficialismo vive y mantiene esta herencia maléfica porque así conviene a sus intereses personales, una vez retirado del poder y en su rancho en Palenque, es muy difícil sacar de su exilio a López Obrador para continuar usufructuando su figura; desesperados por esa pérdida, cada vez que pueden exclaman que es un honor estar con Obrador, justifican sus incongruencias como una forma de mantener el legado obradorista o le adjudican al expresidente los logros de la actual administración; otro ejemplo, además de la política salarial, tras el anuncio del secretario Omar García Harfuch sobre el decomiso de más de 1,100 kilos de pastillas de fentanilo, el más grande en la historia, varios legisladores morenitas ya salieron a decir que lo realizado en Sinaloa por la Marina, las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional no hubiera sido posible sin lo establecido en el gobierno anterior; y así se pueden mencionar muchos más casos en que se le adjudica cualquier actividad exitosa de la administración de Claudia Sheinbaum.
El desencuentro entre los senadores Gerardo Fernández Noroña y Javier Corral es una evidencia de lo mucho que le costará al lopezobradorismo dejar de ser un movimiento mesíanico que considera que sólo el expresidente nos puede llevar al paraíso para convertirse en el movimiento transformador que prometió Claudia Sheinbaum.
Fernández Noroña le echó en cara a Javier Corral la decisión de votar en contra de la desaparición de los organismos autónomos, acusó al expanista de ser un malagradecido pues “apenas se integra al movimiento y no quiere darse cuenta que manda mensajes equívocos. Te acaban de salvar de que te metieran a la cárcel porque Maru Campos, la gobernadora, iba con todo, estuvo a punto, no debes mandar ningún mensaje equívoco que pareciera, pues sí lo voy a decir, que pareciera que uno es malagradecido”, dijo el senador, dejando en claro que la inclusión a Morena de quien fuera gobernador de Chihuahua lo salvó de ser encarcelado, así que se las debe.
La respuesta del senador Corral desvió la atención de no haber sido procesado gracias a la intervención del partido en el poder, calificando sólo de injustas las declaraciones de Gerardo Fernández e insistió que si está en la bancada de Morena es porque fue invitado como aliado político de la doctora Sheinbaum Pardo; lo que evidenció la tensión existente entre quienes no quieren soltar a López Obrador y convertirse en un movimiento fue la segunda parte de su respuesta: “debemos alejarnos de esa pretensión de ser un grupo cerrado que oye, calla y obedece. Yo creo que eso no es lo que está, sinceramente, en el espíritu de este movimiento de transformación social, que lo tiene todo para llevar a cabo una profunda transformación de la vida económica, política y social de México si también es capaz de reconocer y de respetar el disenso”.
No es poco lo que está pidiendo Javier Corral a Morena, pero sí parece imposible cuando el oficialismo aún no se sacude de la sombra de López Obrador y ha sido incapaz de consolidarse como una fuerza alrededor de la presidenta, así como no hay día en que el morenaje reitere su lealtad lopezobradorista, diariamente muestran reacciones que servirán para desmarcarse de las decisiones del actual gobierno, desde que si la respuesta a las amenazas de Donald Trump no han sido las adecuadas hasta que los legisladores tendrán que hacer modificaciones al presupuesto porque no está bien hecho y, por supuesto, la acelerada torpeza con que legislan las reformas constitucionales.
La imposibilidad de disentir es lo que va a fracturar al movimiento de transformación que hoy encabeza Claudia Sheinbaum, ante la ausencia de una oposición capaz de establecer un diálogo con el oficialismo, el resquebrajamiento vendrá del propio partido, cuando comiencen a pelear por un cargo o por suceder a la presidenta y no encuentren el dedito hablador de López Obrador.
Coda. Otro problema de los movimientos mesiánicos es que cuando desaparece la cabeza, todos se creen herederos de su brillo, como Pedro Haces, vicecoordinador de los diputados morenitas, conocido más por sus desplantes que por sus éxitos, pero como se traslada en helicóptero cree que se le debe pleitesía, no por nada dijo: “Cuando una estrella brilla, todo el mundo la quiere apagar, pero conmigo no van a poder”… diseñado a mano el dirigente obrero.
@aldan