- Diana Carolina Nieves Medina destaca la importancia de la formación preescolar para el desarrollo motriz, emocional y social de los niños
- Desde Einstein Kids, Diana utiliza el juego como herramienta para combatir el rezago educativo
- Su trabajo busca atender las necesidades educativas y emocionales de niños en situaciones vulnerables
Diana Carolina Nieves Medina, licenciada en educación preescolar y emprendedora, trabaja para demostrar que los primeros años son esenciales en el desarrollo integral de las infancias. Con una carrera que inició inspirada por una tía que también se dedica a la educación a nivel básico, Diana encontró su pasión en la enseñanza y, más tarde, en el emprendimiento educativo.
Actualmente, es titular del área de preescolar en el Instituto Guadalupe Victoria en Aguascalientes, pero también dirige su propia escuela: Einstein Kids, desde donde fomenta la estimulación temprana y la regularización académica para niñas y niños de preescolar, primaria y secundaria. Este proyecto nació al observar la creciente necesidad de apoyar a infancias y adolescentes con rezago educativo y problemas de aprendizaje, especialmente tras los efectos de la pandemia en el ámbito escolar.
“En educación básica hemos visto a muchos niños rezagados. También notamos la importancia de estimular a los bebés para su crecimiento y desarrollo”, explica Diana. Para ella, la educación preescolar es mucho más que juegos y canciones: es la base donde los niños desarrollan habilidades motrices, emocionales y sociales esenciales para su vida futura.
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En un entorno cada vez más digital y con dinámicas familiares complejas, ser maestra de preescolar no es tarea fácil. Diana admite que la influencia de las redes sociales y las diferentes perspectivas de los padres han complicado el trabajo docente: “Es difícil impartir la educación como quisiéramos, porque algunos papás no están de acuerdo con ciertos métodos. Tratamos de mostrarles que hay más de una forma de enseñar”, comenta.
Además, el aumento en la cantidad de padres separados en México también impacta emocionalmente a los niños. Diana observa que estos pequeños a menudo enfrentan conflictos internos que afectan su aprendizaje: “Nosotros buscamos protegerlos, darles confianza y apapacharlos para que no se sientan vulnerables ante lo que ocurre en casa”, señala.
La metodología de Einstein Kids se centra en herramientas lúdicas que ayudan a niñas, niños y jóvenes a recuperar el interés por aprender. Diana resalta que el juego es una herramienta poderosa para enseñar, especialmente a quienes presentan bajo rendimiento académico o problemas de conducta.
“Los papás deben observar si sus hijos muestran falta de interés en la escuela. Aquí trabajamos para que disfruten aprender y se reencuentren con el gusto por el conocimiento”, afirma. Este enfoque no solo busca resultados académicos, sino también el desarrollo emocional y social de los niños.
Para Diana, lo más gratificante de su labor es ver los resultados tangibles en los niños. Recuerda con emoción a un bebé de cinco meses que llegó a su escuela sin fuerza motriz y que, un año después, logró caminar con normalidad: “Esa evolución es lo que hace que todo valga la pena”, dice con orgullo.
A los jóvenes maestros de preescolar, Diana les aconseja paciencia y tolerancia frente a los desafíos, pues, aunque el camino esté lleno de obstáculos, la recompensa de transformar vidas hace que todo esfuerzo sea invaluable.