- Aguascalientes está experimentando una transformación significativa en sus hábitos de consumo inmobiliario. Según Ignacio Flores Lugo, presidente de la AMPI en Aguascalientes, la pandemia aceleró un cambio cultural que ya se venía gestando: la aceptación de la vivienda vertical.
“Antes de la pandemia, el aguascalentense era más reacio a vivir en edificios altos”, comentó Flores Lugo. “Sin embargo, el confinamiento demostró que este modelo de vivienda es viable y ofrece múltiples ventajas”.
Esta tendencia hacia la verticalización se refleja en los datos del mercado inmobiliario local. Mientras que en 2020 solo el 1% de las propiedades en oferta correspondía a viviendas verticales, actualmente esta cifra se ha elevado al 20%. Esto indica un crecimiento exponencial en la demanda de este tipo de inmuebles.
“Aguascalientes está caminando hacia una era vertical, pero es fundamental hacerlo de manera responsable y sostenible”, señaló Flores Lugo.
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Sin embargo, el presidente de la AMPI reconoció que aún existe un largo camino por recorrer para democratizar el acceso a la vivienda vertical en México. “Las viviendas verticales, en general, se concentran en ciertas zonas y son adquiridas por los sectores socioeconómicos más altos. La población de menores ingresos tiene dificultades para acceder a este tipo de proyectos patrimoniales”.
Flores Lugo destacó que, si bien en Aguascalientes la vivienda vertical es aún considerada un producto de lujo, a largo plazo representa una solución viable para atender la creciente demanda de vivienda y para optimizar el uso del suelo urbano. “La verticalización permitirá densificar las ciudades, reducir la expansión urbana y mejorar la calidad de vida de los habitantes”, afirmó.