- Barra Mexicana de Abogados advierte sobre los riesgos de la reforma judicial y su impacto en derechos y libertades
- La reforma judicial amenaza el equilibrio de poderes en México
- La reforma impondrá un nuevo paradigma para el ejercicio profesional de los abogados
- Las reformas recientes podrían abrir la puerta a retrocesos en derechos fundamentales y libertades
En un contexto de cambios profundos en el sistema judicial mexicano, la Barra Mexicana de Abogados en Aguascalientes, presidida por la doctora en Derecho Cecilia Palomo, impulsa esfuerzos para la formación y actualización de abogados. En una conferencia reciente en colaboración con la Universidad Panamericana, destacadas figuras del derecho debatieron sobre la reforma judicial y su impacto en la abogacía y en el futuro de los derechos constitucionales en México. El evento contó con la participación de Claudia Aguilar Barroso, reconocida abogada y directora del despacho Aguilar Barroso y Asociados, quien abordó la relevancia y el desafío que estos cambios representan para los profesionales del derecho.
“La reforma ya es”, expresó Aguilar Barroso, y subrayó que la implementación de las nuevas reformas judiciales ya está en marcha, y con ello, los abogados deben adaptarse a un nuevo paradigma que, según explica, “será el marco sobre el cual se ejercerá la abogacía en los próximos 30 años”. Aguilar Barroso, quien ha enseñado Derecho Procesal Constitucional en la Escuela Libre de Derecho, considera que este proceso de transformación plantea una serie de interrogantes para el futuro de los derechos y garantías constitucionales que, hasta hace poco, se creían firmemente protegidos.
La división de poderes: ¿un riesgo ante el poder hegemónico?
En su exposición, Claudia Aguilar Barroso hizo una reflexión histórica para poner en contexto el tema de la reforma judicial y sus repercusiones actuales. Recordó cómo, en su época de estudiante en 1994, la reforma constitucional de ese momento estableció las bases del sistema que hoy se está modificando, marcando el inicio de un cambio en la división de poderes; sin embargo, afirma que la situación actual es diferente. Hoy, en palabras de la abogada, existe una concentración de poder “prácticamente unipersonal” que amenaza con aplastar uno de los tres pilares fundamentales de la democracia mexicana: el Poder Judicial.
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Aguilar Barroso señaló que la reciente elección, que otorgó supermayorías a un partido, podría restar autonomía al Poder Judicial. Esta realidad, enfatizó, pone en riesgo la división de poderes que se creía segura y que es necesaria para garantizar que el gobierno actúe con transparencia y equilibrio: “Ahora sí nos damos cuenta, en 2024, que esto de volver a tener un partido hegemónico, un poder prácticamente unipersonal con estas supermayorías, está aplastando a uno de los tres poderes de la Unión”, declaró. Su preocupación radica en que esta estructura permite decisiones verticales que, aunque no siempre son visibles, se implementan a una velocidad alarmante, a menudo sin revisión o contrapeso suficiente.
El hiperpresidencialismo y su impacto en la ciudadanía
La cultura política mexicana, históricamente marcada por el presidencialismo, ha dado paso a lo que Aguilar Barroso describe como un “hiperpresidencialismo”. La abogada considera que esta tendencia a centralizar el poder no es nueva, pero el nivel de control y rapidez con el que se están tomando decisiones hoy en día excede incluso el estilo de gobierno más autoritario del pasado. Aguilar Barroso señala que “estas reformas constitucionales en menos de una semana” son una muestra del tipo de modificaciones que hoy se están realizando en México, y que tienen repercusiones profundas en el orden constitucional y en el ejercicio del derecho.
Este cambio en la estructura del gobierno, según Aguilar Barroso, no solo afecta a los abogados, sino también a todos los ciudadanos. La concentración de poder, advierte, podría desembocar en la pérdida de derechos fundamentales que hasta hace poco parecían inamovibles. En este sentido, la abogada citó el ejemplo de derechos como la igualdad de género y los derechos de las mujeres, que aún están en riesgo de retrocesos ante posibles cambios legislativos sin el contrapeso adecuado.
Un cambio de paradigma: los derechos humanos y las libertades en riesgo
Durante la conversación, Aguilar Barroso enfatizó que la función del Poder Judicial no es solo contrarrestar los abusos de poder, sino también equilibrar las decisiones en beneficio de la sociedad. Al debilitar la independencia judicial, explica, se corre el riesgo de retroceder en derechos humanos y libertades, lo que podría abrir la puerta a regímenes autoritarios: “Por encima de la Constitución hay otra cosa que se llama los derechos humanos y la dignidad de las personas y las libertades”, señaló, subrayando que estos principios son esenciales para evitar la opresión y proteger a la ciudadanía.
Como ejemplo de estos posibles retrocesos, Aguilar Barroso mencionó los derechos de las mujeres, recordando que hasta hace poco, en 2009, la Corte reconoció el delito de violación entre cónyuges, estableciendo un precedente en la lucha por la igualdad; sin embargo, señala que la falta de contrapesos en el poder podría volver a poner en riesgo estos derechos. La abogada considera que, en un contexto en el que una mayoría en el Congreso podría revertir estos avances, la abogacía tiene el deber de defender los derechos y libertades de los ciudadanos para evitar que se repitan los errores del pasado.
Claudia Aguilar Barroso señaló la importancia de transmitir estos cambios a las nuevas generaciones de abogados y ciudadanos en general. De igual modo, subrayó que el papel de los abogados en esta etapa de cambios es esencial para proteger la democracia en México y evitar que los derechos ciudadanos sean vulnerados: “Es nuestra responsabilidad como abogadas y abogados participar y ser parte de esta transformación. Porque solo así podremos garantizar un futuro en el que la justicia y los derechos fundamentales sigan siendo una realidad para todos”, afirmó.
La abogacía en México: enfrentar un nuevo panorama
“El reto es enorme. Nos toca adaptarnos y aprender a jugar con estas nuevas reglas. El problema no es la reforma en sí, sino que ya no queda claro si vamos a seguir teniendo un sistema de justicia independiente que vele por los derechos humanos y la dignidad de las personas”, reflexionó Claudia Aguilar.
Asimismo, describió la situación actual como una “nueva realidad” que, de manera alarmante, recuerda al hiperpresidencialismo de épocas pasadas en México: “Estamos viendo una vuelta al presidencialismo casi hegemónico, con un solo partido y una supermayoría que aplasta cualquier división de poderes. Este modelo vertical y veloz en la toma de decisiones es preocupante, pues amenaza los principios que han sostenido al sistema judicial mexicano desde la última reforma de 1994”, señaló.
La abogada recordó cómo en su época de estudiante, en 1995, la reforma del Poder Judicial transformó el sistema, afianzando la división de poderes y estableciendo la Corte como un órgano fundamental de equilibrio; sin embargo, en el contexto actual, Aguilar advierte sobre el posible retorno a una estructura de poder en la que las decisiones se toman sin frenos ni contrapesos claros: “Es como si regresáramos a los tiempos en que el Poder Judicial era una pieza irrelevante en el esquema gubernamental”, advirtió.
Un llamado a la abogacía organizada
Por su parte, Cecilia Palomo, doctora en Derecho y presidenta de la Barra Mexicana Colegio de Abogados en Aguascalientes, enfatizó la responsabilidad de la comunidad jurídica para mantenerse activa y en constante defensa de los principios democráticos: “Nos corresponde alzar la voz en defensa del Poder Judicial, no solo como abogados, sino como ciudadanos que debemos proteger las garantías de justicia y derechos humanos”, expresó.
Palomo destacó que la Barra Mexicana ha organizado diversas conferencias y seminarios para informar a los abogados y estudiantes de Derecho sobre los cambios que traerá la reforma. Además, reiteró la importancia de fomentar una “pedagogía ciudadana” que permita a la sociedad comprender lo que está en juego y la necesidad de una justicia independiente en beneficio de la población.
El papel de las mujeres en la defensa de la justicia
En el proceso de lucha por la defensa de la justicia, las mujeres han tomado un rol protagónico y, en muchos casos, han sido las únicas voces dispuestas a desafiar abiertamente las reformas que consideran perjudiciales. Aguilar destaca los esfuerzos de juezas como Juana Fuentes, Emilia Molina y Lilia Mónica Fuentes, quienes han salido a las calles para explicar a la ciudadanía la importancia de preservar la independencia judicial: “Es desolador ver cómo muchas de estas mujeres que llegaron a sus cargos después de años de esfuerzo, ahora enfrentan el riesgo de perder su puesto. Son ellas quienes, en medio de la adversidad, están defendiendo nuestra justicia”, afirmó.
Las mujeres han encabezado, con megáfono en mano, la defensa de un sistema que garantice el respeto a los derechos y libertades en México: “Es impresionante ver cómo quienes no han soltado la toalla son las mujeres”, declaró Aguilar, haciendo hincapié en que, a diferencia de muchos de sus colegas masculinos, estas abogadas y juezas han optado por un activismo directo, “es un reproche que debemos hacernos como comunidad jurídica, porque como abogacía organizada debimos haber estado ahí, defendiendo nuestra Corte y todo lo que representa”, agregó.
¿Qué sigue para el Poder Judicial?
Frente a este escenario, tanto Palomo como Aguilar insistieron en la necesidad de que los abogados y jueces en el país se involucren en la vigilancia y transparencia de la implementación de la reforma: “Tenemos hasta el 24 de noviembre para que todos los aspirantes a los cargos en el Poder Judicial se registren en los comités de evaluación. La abogacía mexicana debe estar atenta a que este proceso sea limpio y que realmente lleguen las personas más capacitadas a los cargos de jueces, magistrados y ministros”, destacó Aguilar.
La reforma contempla un replanteamiento profundo del sistema judicial, que incluye la posibilidad de que los actuales jueces se postulen para nuevos cargos a través de comités de evaluación. Aguilar insta a sus colegas a participar en estos procesos, aún si esto implica renunciar a sus posiciones actuales: “Si las condiciones no permiten un ascenso en la carrera judicial, aún queda la opción de postularse y contribuir desde estos nuevos espacios”, sugirió.
La abogada remarcó la importancia de que los ciudadanos comprendan lo que está en juego y el papel que cumple el Poder Judicial en la vida de cada persona. Al recalcar que el Poder Judicial no es simplemente un contrapeso, sino un “poder equilibrador” que garantiza la justicia y los derechos humanos, Aguilar advirtió que cualquier amenaza a su independencia podría afectar directamente las libertades fundamentales de los mexicanos: “Es un proceso que nos afecta a todos, no solo a los abogados. Como abogados, tenemos que seguir atentos y críticos, asegurándonos de que se respeten los principios de transparencia y equidad en el proceso”, concluyó.