- Grupo de Servidores de la Nación que utilizaron la muerte de Lupita García para exhibir supuestas jornadas laborales inhumanas y abuso de poder por parte de funcionarios de la Delegación de Programas de Bienestar fueron desmentidos por la hija de la persona fallecida
- Empleados federales de Aguascalientes denunciaron presiones para devolver su salario y viáticos, así como amenazas de despido
- La familia de Lupita García exige justicia, un cambio en las condiciones laborales y el reconocimiento a la labor de los trabajadores federales
En octubre pasado, la muerte de Lupita García, Servidora de la Nación en Aguascalientes, conmocionó a la comunidad. La empleada federal falleció mientras cumplía con su jornada de trabajo, mientras levantaba censos en la comunidad de Palo Alto. La tragedia fue utilizada por un grupo de funcionarios que reveló una lista de supuestos malos tratos, condiciones laborales, abuso de poder y falta de empatía por parte de los superiores de García; sin embargo, durante la conferencia de prensa de la Delegación de Programas de Bienestar en Aguascalientes, la joven Fernanda Padilla, quien también se desempeña como Servidora de la Nación e hija de la hoy finada, aclaró y desmintió los dichos; asimismo, atribuyó las denuncias a intereses de los propios manifestantes.
Fernanda Guadalupe Padilla García, hija de Lupita, relató que su madre era una mujer incansable, respetuosa y dedicada por completo a su trabajo; no obstante, su sacrificio nunca fue reconocido ni respetado por autoridades de la Delegación de Programas para el Bienestar en Aguascalientes de la anterior administración, a quienes acusó además de imponer jornadas laborales fuera de horario y que no fueron compensadas de acuerdo con la ley.
A pesar de que la muerte de Lupita García fue un hecho devastador para la familia, las y los Servidores de la Nación que se manifestaron dieron muestra de una total falta de empatía: “Lo que hicieron fue una falta de respeto. Mientras esperábamos el cuerpo de mi mamá, ellos estaban afuera haciendo huelga”, lo que a su vez dejó al descubierto los intereses mezquinos de un pequeño grupo de servidores públicos que perdieron los privilegios a los que estaban acostumbrados con la llegada de la nuestra administración, señaló Fernanda.
Fernanda Padilla aclaró que durante la pasada administración, en diversas ocasiones, las y los empleados fueron presionados a devolver parte de su salario o viáticos, una práctica que afectó a todas y a todos los trabajadores de honorarios del programa de personas adultas mayores. Al respecto, Fernanda Padilla acusó a la maestra Silvia Licón Dávila, extitular de la Delegación de Programas para el Bienestar en Aguascalientes, de exigir estos pagos irregulares: “Nos pidieron que regresáramos la mitad de nuestro sueldo. No solo nos quitaron los viáticos, sino que, cuando llegaba el pago, nos pedían que los devolviéramos”, explicó Fernanda, quien aseguró que muchos compañeros rechazaron estas propuestas, a pesar de la presión.
La situación laboral impuesta por los anteriores coordinadores también estuvo marcada por desigualdades salariales y trato discriminatorio. Algunos trabajadores recibían pagos mucho mayores que otros, pese a realizar las mismas tareas. Las amenazas y presiones por parte de superiores eran frecuentes: “Nos amenazaban con que nos iban a correr si no calmaríamos los conflictos entre compañeros”, narró Fernanda Padilla, quien no dudó en calificar de injusto y autoritario el trato recibido.
Fernanda y sus compañeros en su momento presentaron las denuncias formales, pero aún esperan una acción efectiva por parte de la administración federal y local. La falta de protocolos de atención en casos de este tipo pone de manifiesto el actuar de muchos servidores públicos que adolecen de sensibilidad en áreas donde debería prevalecer el trato humano y el respeto por las personas, tal es el caso de la Secretaría de Bienestar, dependencia que se encarga justamente de velar por los intereses de los más vulnerables. En ese sentido, Fernanda señaló que, aunque su madre siempre fue una trabajadora ejemplar, algunos compañeros de trabajo no mostraron ningún tipo de respaldo a su familia en el momento de su pérdida.
Cabe señalar, que ante la insistencia de este grupo de Servidores de la Nación en utilizar la tragedia de su madre como bandera para imponer condiciones que solo los beneficia a ellos, Fernanda hizo un llamado a la cordura y aunque en su momento solicitó desde sus redes sociales respetar el dolor propio y el de su familia, reiteró se abstengan de utilizar la muerte de Lupita para obtener ventajas laborales o personales.