Bajo presión
Delirio
Este martes será decisivo para que la administración de Claudia Sheinbaum revele la personalidad de su liderazgo personal, tanto en el ámbito nacional como internacional, dependerá de la reacción de la presidenta a la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre la reforma al Poder Judicial y a los resultados de la elección en los Estados Unidos.
Ya con más de un mes en el gobierno, a la presidenta no se le ha dado oportunidad de sacudirse la sombra de Andrés Manuel López Obrador, pues su administración está constantemente lidiando con los incendios que dejó el gobierno anterior y los caprichos que los legisladores se están encargando de cumplirle al líder de su movimiento, en especial la venganza contra el Poder Judicial.
De nuevo, este martes los once ministros resolverán la propuesta de Juan Luis González Carrancá, que acepta la integración de la Suprema Corte, de la Sala Superior del Tribunal Electoral y el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial sea por voto popular; la presidenta no considera que pueda darse una crisis constitucional y redujo el asunto a un problema provocado por que los ministros sobrepasan sus funciones, pero que ya tiene un plan, que en su momento revelará.
Quienes exigen mesura al gobierno y que acepten la solución del ministro González Carrancá han subrayado que la salida que ofrece la Suprema Corte es dar una solución jurídica a este problema, que también es político. Caso contrario, las voces del oficialismo exigen a la presidenta que desacate a la Corte, incluso cuando la propuesta permitiría aligerar el dilema que implica la elección de cientos de personas juzgadoras. En la conferencia de ayer, Claudia Sheinbaum rechazó el presupuesto elaborado por el Instituto Nacional Electoral, que calculó en 13 mil 205 millones 143 mil 620 la elección de jueces, magistrados y ministros, e indicó a los consejeros que no va a aceptarlo, que la elección tiene que salir en menos de la mitad.
La propuesta del ministro González Carrancá permitiría a la presidenta una salida elegante para desactivar el conflicto con los trabajadores del Poder Judicial, evitaría tener que erogar miles de millones de pesos en la elección, y daría a los mercados internacionales una señal acerca del respeto a las decisiones de la Corte, a lo que hay que agregar que si Claudia Sheinbaum acepta la resolución podría dar una señal de mesura a los miembros de su movimiento y detener las luchas internas que se están dando en Morena para posicionar los diversos grupos que buscan mantener su influencia.
En el caso de la elección entre Kamala Harris y Donald Trump, la presidenta también dijo contar con un plan para mejorar las relaciones bilaterales, sin importar quién gane, por lo que se pronunciará hasta que se conozcan los resultados oficiales. Mientras tanto, Claudia Sheinbaum mencionó que su gobierno está trabajando para que Estados Unidos reconozca que el tratado comercial beneficia a ambas economías, y se continuará con los “diálogos de alto nivel, relacionados con nuestra relación, desde los temas de migración, el tema del fentanilo que es un tema importante para Estados Unidos, por razones humanitarias (…) y otros temas de la relación comercial y nuestra relación con el resto del continente Americano”.
A un día de la elección en los Estados Unidos, las encuestas muestran que Kamala Harris y Donald Trump están empatados, no hay nada para nadie, pero ya hay señales de qué es lo que haría cada uno en la relación con México. La candidata demócrata asegura que habrá coordinación entre los países, que por ser mujer y una científica se podrá llegar a acuerdos con la presidenta Sheinbaum Pardo, incluso ha mencionado que se podría invertir en tecnología y educación.
En cambio, Donald Trump ya dio señales acerca de lo que hará, en un mitin refirió que Claudia Sheinbaum “es una mujer muy agradable, dicen. No la conozco, pero la informaré antes o después de que si no detienen esta avalancha de criminales y drogas que ingresan a nuestro país impondré de inmediato un arancel del 25 por ciento a todo lo que envíen a Estados Unidos”.
Como nunca, México ha estado en la agenda electoral estadounidense, migración, comercio y narcotráfico han sido una constante en los discursos de ambos candidatos, las salidas que propone Kamala Harris se basan en la cooperación, “Estados Unidos está preparado para un nuevo camino en el que no veamos a nuestros compatriotas como enemigos sino como vecinos”; la postura de Donald Trump es agresiva y delirante, desde cerrar la frontera y deportación inmediata de más de 11 millones de ilegales, así como bombardear territorio mexicano para combatir a los cárteles”.
Durante el mandato de Trump, López Obrador siempre se dijo amigo del presidente estadounidense, en el último tramo de su gobierno, cuando el candidato republicano hacía declaraciones contra México y los mexicanos minimizaba los hechos. Claudia Sheinbaum no es amiga de Trump, tampoco de Kamala Harris, lo que decida sobre la relación bilateral a partir de quién gane la elección tendrá que ser una política nacional, una vuelta a la institucionalidad, con un sello personal que nos aleje de los caprichos personales del sexenio anterior.
Coda. No por nada Trump presumía de su amistad con López Obrador, un día antes de la elección ya estableció que no aceptará los resultados y que se está planeando un fraude contra él. Lo dicho, delirante.
@aldan