- La Escuela de Pedagogía y Psicología de la Panamericana campus Aguascalientes, está en pleno desarrollo de un proyecto que ayudará a la formación de sus alumnos: la construcción de laboratorios de psicología. Estos laboratorios representan un paso significativo en la consolidación de la excelencia académica y profesional que caracteriza a la universidad.
La construcción de estos laboratorios responde a una necesidad fundamental en la formación de los futuros psicólogos: la práctica supervisada en un entorno que simula y reproduce escenarios clínicos y de investigación reales. “La apertura de estos laboratorios responde a la necesidad de que los psicólogos tengan prácticas en temas de neurociencia y otras áreas clave de su formación”, explica Alejandro de los Reyes Moreno, director de la carrera de Psicología en la UP. Los laboratorios estarán equipados con tecnología avanzada, incluyendo modelos anatómicos y herramientas de realidad virtual y aumentada, que permitirán a los estudiantes explorar el funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso en profundidad.
Además, se contará con una cámara de Gesell, que facilitará la observación de entrevistas y sesiones de terapia en tiempo real, permitiendo que los alumnos aprendan directamente de la práctica supervisada por psicólogos clínicos experimentados. Estas instalaciones también permitirán realizar simulaciones de entrevistas en diferentes ámbitos, como el empresarial, el clínico y el educativo, lo que hará que sea una experiencia más integral y que sean instalaciones usadas por las demás carreras.
Los nuevos laboratorios están diseñados para que los estudiantes de las carreras de Psicología, Pedagogía y Psicopedagogía desarrollen competencias clave en su formación. Entre las actividades que podrán realizar se incluyen la aplicación de instrumentos psicológicos y neuropsicológicos, la realización de entrevistas simuladas y reales, y la supervisión de casos clínicos con sus profesores. También tendrán la oportunidad de observar y participar en intervenciones terapéuticas simuladas, todo ello bajo la supervisión de profesionales calificados.
Estas instalaciones permitirán a los estudiantes desarrollar tanto habilidades técnicas, hard skills, como competencias interpersonales, soft skills, esenciales para su futuro profesional. “No hay nada como tener nuestro propio laboratorio clínico, donde nuestros alumnos puedan practicar en un entorno controlado y seguro, complementando así las prácticas que realizan en otros contextos profesionales”, destaca De los Reyes Montero.
Está pensado que el impacto de estos laboratorios vaya más allá de las aulas de la universidad. En una segunda etapa, se contempla que estos espacios también sirvan para la atención psicológica a la comunidad universitaria y a sus familiares, con la posibilidad de extender estos servicios a la comunidad en general. Esta clínica/escuela será un lugar donde los estudiantes no sólo practicarán, sino que también contribuirán activamente al bienestar de la sociedad. Que sus conocimientos se aterricen en un contexto real.
No solo se trata de ofrecer un espacio para la práctica, sino de crear un entorno en el que la teoría y la práctica se integren de manera coherente, preparando a los estudiantes para enfrentar los retos del mundo real con confianza y profesionalismo.