Si bien es muy pronto para evaluar las primeras acciones del gobierno de Claudia Sheinbaum, también ha pasado muy poco tiempo como para especular sobre quién será la corcholata designada como sucesora de la presidenta. De lo que no ha dejado duda el oficialismo es que tiene planeado quedarse mucho tiempo en el poder.
Entre las muchas cosas que Michel Foucault escribió sobre el poder, algunas de ellas contradictorias entre sí, hay una que refleja la codicia con que el oficialismo está intentando hacerse de todo el poder. Escribió el filósofo francés que a los movimientos populares se les ha presentado como producidos por el hambre, los impuestos, el desempleo, “nunca como una lucha por el poder, como si las masas pudieran soñar con comer bien, pero no con ejercer el poder”.
En menos de un mes, desde el Poder Legislativo, Morena y sus aliados proponen otorgarse infalibilidad sobre los cambios que hagan a la Constitución, Adán Augusto López Hernández presentó en la sesión del pleno la iniciativa de reforma que reafirma que la Ley de Amparo, las suspensiones y acciones de inconstitucionalidad no proceden en reformas constitucionales, el coordinador de Morena en el Senado dijo que la reforma trata sobre “la defensa de las adiciones o reformas a la Constitución Federal hecha por el poder reformador de la Constitución, es decir, por esta soberanía, por nosotras y nosotros”, agregó que lo que se proponen es salvaguardar las facultades del poder reformador de la Constitución y, así, la “voluntad soberana del pueblo de México”.
Las reacciones a esta reforma, que fue enviada de inmediato a comisiones, indican que la verdadera intención del oficialismo es reformar la Carta Magna para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación no pueda anular la reforma al Poder Judicial y para que en el futuro no procedan amparos, controversias, acciones de inconstitucionalidad ni control de convencionalidad en futuras reformas constitucionales.
Trabajadores del Poder Judicial ya se manifestaron en contra de esta iniciativa, juristas nacionales ya han explicado que esta reforma es regresiva, peligrosa, antidemocrática, pero no importa, el oficialismo se cubre las orejas y alude a un patrioterismo barato, como hizo la presidenta al referirse a las risas que provocó en la Escuela de Derecho en Harvard, la presentación de los requisitos para ser candidato a juez, ministro o magistrado en México. Envuelta en la bandera, la presidenta dijo: “Que nadie se burla de las mexicanas y los mexicanos, y a mí me toca defender a mi pueblo, mi país, mi patria” y remató presumiendo que el país dará una lección al mundo entero.
El mismo tono provocador con que Andrés Manuel López Obrador respondía a las críticas, solo que, apoyándose en la defensa del pueblo, de lo que la gente desea; la misma bravuconada con que Antares Vázquez lanzó una crítica directa al ministro Gutiérrez Mena tras sus comentarios en Harvard sobre los requisitos de la Reforma Judicial, la diputada de Morena desafió a que le demostraran en qué parte de la reforma se menciona el tema de las cartas de recomendación y las calificaciones promedio. De inmediato, las redes sociales se llenaron con señalamientos a la ignorancia de la legisladora, a que es una muestra de que no saben qué firman, y postearon los Artículos de la reforma al Poder Judicial en que se mencionan los requisitos de los que rieron en Harvard:
Artículo 95
Poseer título profesional de licenciado en derecho expedido legalmente, un promedio general de calificación de cuando menos ocho puntos o su equivalente y de nueve puntos o su equivalente en las materias relacionadas con el cargo al que se postula en la licenciatura, especialidad, maestría o doctorado.
Artículo 96
…las personas interesadas (…), presenten un ensayo de tres cuartillas donde justifiquen los motivos de su postulación y remitan cinco cartas de referencia de sus vecinos, colegas o personas que respalden su idoneidad para desempeñar el cargo
No importa, porque no escuchan; no importa porque lo que se busca es más poder, ahí está la declaración de Andrés Manuel López Beltrán, quien aseguró que en los próximos dos años convertirá a Morena en el partido más grande en la historia del país: “Nos decidimos a poner una meta más que ambiciosa. Queremos ser el partido más grande que haya visto este país y vamos a ponernos la meta de afiliar, en un año, a 10 millones de simpatizantes. Con esto no solo vamos a dar el tamaño que le corresponde a nuestro partido, sino también vamos a democratizar a nuestro partido”. No ha faltado quien quiera ver en este propósito del hijo de López Obrador está empedrando su camino hacia la candidatura a la presidencia… es muy pronto para especular, de nuevo, lo que es evidente es el intento por acumular todo el poder, y ahí está el peligro para el país, que en este momento nadie sabe para quién trabaja, los ambiciosos dicen que lo hacen para el pueblo, ya llegará el momento de que se quiten la máscara los suspirantes.
Coda. “La historia de las luchas por el poder sigue estando casi totalmente oculta. El saber no entra en ello: eso no debe saberse”, Michel Foucault.
@aldan