La Secretaría de Cultura a nivel federal, en colaboración con el Gobierno del Estado y el Instituto Cultural de Aguascalientes, dio a conocer a las y los ganadores de la Convocatoria de dramaturgia para niñas, niños y jóvenes. Esta iniciativa, dirigida a escritores, dramaturgos y al público en general, busca promover la creación de textos originales dedicados a las infancias y adolescencias, con el fin de incentivar la literatura dirigida a estos sectores de la población.
Este año, las y los ganadores fueron Daniel Alejandro González López, con la obra Cabeza de toro o ir hacia adentro para salir; Silvia Ortega Vidal, con A los niños también les crecen alas, y Edgar Alam Martínez Morales, con Emilio: vaqueros tecknicolor para la obtención de una sonrisa. Las y los autores presentaron obras inéditas, de al menos 10 páginas de extensión, que destacaron por su sensibilidad y por conectar con el público joven. El jurado, conformado por Verónica Maldonado Carrasco, Hasam Díaz Hierro y Mauricio Suárez del Real Popoca, reconoció la calidad literaria de los textos, así como su capacidad para explorar temas universales a través de una óptica adecuada para niñas, niños y adolescentes.
Los premios de esta edición incluyeron un estímulo económico de $13,400 para cada ganador, además de los recursos para montar una lectura dramatizada de sus obras, en la que podrán participar hasta cinco actrices y actores. Esta puesta en escena permitirá al público vivir de primera mano la experiencia teatral y acercarse a las creaciones literarias a través de la actuación en vivo.
La literatura infantil y juvenil desempeña un papel crucial en el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes, pues no solo permite el disfrute de la lectura, sino también el fomento de la creatividad, la imaginación, la expresión de emociones y la exploración de mundos maravillosos. En un contexto social donde la niñez y la adolescencia enfrentan múltiples desafíos, el arte se consolida como un recurso muy valioso para sanar el tejido social y construir espacios más empáticos y colaborativos. Las obras de teatro, de la mano de otras iniciativas para estimular las artes, permiten a las y los jóvenes descubrir nuevas formas de interpretar el mundo, mientras se promueven valores como la empatía, el respeto y la inclusión.
Además, el arte, y en particular el teatro, facilita que las y los participantes desarrollen habilidades de comunicación, resolución de problemas y trabajo en equipo, elementos esenciales para su formación personal y profesional. Lo anterior revela la trascendencia de iniciativas como la Convocatoria de dramaturgia para niñas, niños y jóvenes, al promover el talento emergente en estas disciplinas y contribuir a formar ciudadanos críticos y comprometidos con su entorno.