Hay una anécdota que se me vino a la mente cuando vi anunciado este programa con el que se cierra la tercera temporada de conciertos 2024 de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, y es que nos dice la siempre inconclusa historia de la música que en Anton Bruckner dedicó su tercera sinfonía a Richard Wagner, para ello, el compositor austríaco visitó al alemán en su casa y le mostró las partituras de sus sinfonías segunda y tercera y le pidió que eligiera la que más le gustaba, Wagner eligió la No.3 según nos dice la historia, o quizás hay más elementos ficticios que históricos en este relato, la verdad no sé, pero se dice que ambos genios de la música bebieron tanta cerveza en su reunión, que al llegar casa, Bruckner ya no recordaba cuál había sido la elegida por Wagner, por lo que le envió una nota para que le aclarara cuál es la que había elegido, Wagner respondió que era la Sinfonía en re menor, Bruckner, para tener más certeza de la elección de su colega agregó: “¿La sinfonía en re menor, en donde la trompeta empieza la melodía?, sabemos que Wagner respondió: “sí, saludos, Richard Wagner”, a partir de esta anécdota, Wagner solía referirse a su amigo y colega como “Bruckner el de la trompeta”, y en la dedicatoria, Bruckner se refería a Wagner como: “al mundialmente famoso e inalcanzable maestro de la poesía y la música”.
Pues sí, resulta imposible no tener en cuenta esta anécdota en un concierto en donde están programadas dos obras de estos verdaderos gigantes de la música. La Orquesta Sinfónica de Aguascalientes cierra su tercera temporada de conciertos con un delicioso programa que inicia con el Idilio de Sigfrido, una obra breve en su duración, pero sumamente intensa y profunda en su contenido, y no es para menos si sabemos que Wagner la dedicó a su esposa Cósima, hija ilegítima del virtuoso del piano y compositor Franz Liszt, aquel a quien se atribuye la paternidad del poema sinfónico, la obra la compuso Wagner para celebrar el cumpleaños de su esposa y también el nacimiento de su hijo Sigfrid en 1869, Recordemos, y lo menciono sólo como breviario cultural, que Cósima fue algo así como la manzana de la discordia entre el compositor Richard Wagner y el pensador, filólogo y filósofo también alemán Friedrich Wilhelm Nietzsche, como sabemos él estaba enamorado de Cósima lo que generó el distanciamiento de los dos amigos e incluso una fuerte rivalidad llevada al terreno intelectual, pero eso, claro, ya es otra historia.
Después del intermedio escuchamos la cuarta de las nueve sinfonías de Anton Bruckner, o de las 11 si consideramos la Sinfonía No. 0 en re menor WAB (Werkverzeichnis Anton Bruckner, es decir, Catálogo de obras de Anton Bruckner) 100 y la Sinfonía de Estudio en fa menor conocida como la 00, a esta sinfonía que escuchamos el pasado domingo 29 de septiembre en el cierre de temporada la conocemos con el sobrenombre de la Romántica, es una obra de una delicia imposible de describir con palabras, sólo la música tiene la elocuencia para expresar todo ese…digamos, recogimiento espiritual, una obra estimula hasta la más íntima de nuestras fibras y es imposible resistirse ante la sublime belleza de esta apasionado capítulo del robusto y poderoso corpus sinfónico del llamado Trovador de Dios.
Haciendo una evaluación de esta tercera temporada, bueno, hubo de todo, cosas inéditas como cancelar un concierto a causa de la lluvia, hubo conciertos para olvidar como el segundo concierto con fecha del 16 de agosto en el que interpretó el Concierto Romántico para piano de Manuel M. Ponce, definitivamente el solista, Fernando Saint Martin, no estaba a la altura, ni del repertorio ni de tocar con una orquesta como la Sinfónica de Aguascalientes, tampoco fue una de las grandes noches del maestro Revueltas, de repente se quedó marcando sólo y nadie tocaba, un absoluto caos, pero en fin, ya pasó. También tuvimos la presencia del grupo Ahrsis, sí otra vez, ya nos quedó claro que no tienen la solvencia para tocar en este nivel, y no sé tú, pero a mí me resulta inconcebible que la OSA sea utilizada como grupo de apoyo, en segundo plano cuando en realidad debería ser la gran protagonista, así las cosas. El concierto de la Noche Mexicana, se cumplió con una interpretación decente, aunque los Sones de Mariachi de Blas Galindo fue deslucida, opaca y descuadrada por completo.
Definitivamente el mejor concierto de la temporada lo dirigió el maestro Enrique Barrios, y muy probablemente esa es la razón por la que el quinto concierto con fecha del 6 de septiembre del 2024 es el mejor, un programa soberbio, iniciando con la Obertura Le Corsaire de Berlioz, el Concierto para contrabajo, Op. 3 en fa sostenido mayor de Serge Koussevitsky con la participación solista del maestro Jesús Romero Pineda de la sección de contrabajos de la propia orquesta, y terminar con la Sinfonía No.5, Op. 64 en mi menor de Tchaikovsky, delicioso de verdad y con una excelente entrada del público, por algún momento recordamos aquellas noches de principios del siglo XXI con el maestro Barrios como director titular haciendo surgir la magia en el escenario del Teatro Aguascalientes, y tocando ante un promedio de 900 personas por concierto, claro, eran otros tiempos.
A la hora de escribir las presentes líneas no hay todavía noticias en cuanto a horario y programa de los conciertos especiales antes de iniciar la cuarta temporada, estamos al pendiente.