El banquete de los pordioseros
La OSA me sigue preocupando
Ya casi va a ser un año de que el Congreso del Estado votó a favor de la iniciativa para que la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes fuera nombrada Patrimonio Cultural Intangible del Estado, la votación se hizo el miércoles 6 de diciembre de 2023, yo sé que el Congreso sesiona los jueves, pero en esta ocasión, no recuerdo el motivo, se sesionó en miércoles y se aprobó al mismo tiempo que la Danza de los Matlachines, y tengo entendido, así me lo informaron en la Secretaría General de Gobierno, que el documento se turnó al Instituto Cultural de Aguascalientes para darle seguimiento, fue justamente ahí en donde el proceso se empantanó y ya no caminó, ignoro la razón por la que sucedió esto, pero estoy en toda la disposición de darle seguimiento hasta lograr el objetivo, que por supuesto, es que nuestra embajadora cultural, y más grande entidad musical de Aguascalientes, sea nombrada, con toda justicia y merecimiento, Patrimonio Cultural Intangible del Estado. Seguro estoy de que todos los impedimentos legales se podrán resolver si se tiene el deseo y la voluntad de hacerlo.
Pero son otras cosas, no sólo es el estancamiento del proceso de nombrar a nuestra amada Orquesta Sinfónica Patrimonio Cultural del Estado, es también el hecho de que la OSA se ha visto sensiblemente disminuida en su potencial y en su tamaño. Por un lado es la calidad de la orquesta, de ser considerada una de las cinco mejores orquestas de México, actualmente no sé cómo esté calificada, pero cierto es que ha disminuido sensiblemente su calidad, y esto no es necesariamente culpa de los músicos que la integran, hay muchos factores que determinan esta situación, la dirección de la orquesta y cómo se maneja desde el campo administrativo, y justamente aquí es en donde encuentro yo una de las principales debilidades de la Sinfónica de Aguascalientes, a lo largo de los 32 años, casi 33 que tiene de existir la actual versión de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, hemos tenido gerentes buenos y malos, otros que han pasado desapercibidos, entre los buenos cuento yo a José Reynoso, a Jaime Villalpando y, por supuesto, al ingeniero Salvador Meza, sin duda, el mejor gerente que ha tenido nuestra Sinfónica, otros pasaron sin pena ni gloria, vamos, ni siquiera vale la pena mencionarlos, y algunos malos, como el actual, Luis Fernando Pérez, cuando llegó yo decidí concederle el beneficio de la duda, y me pareció que al menos, en sus primeras semanas hizo algunas cosas interesantes, yo platiqué con él cuando apenas tenía unos días en la gerencia de la OSA, y me pareció que tenía ideas claras y un trabajo bien diseñado, pero muy pronto se dejó contaminar y sucumbió a los falsos encantos del camino del facilismo.
Son muchos los problemas que tendrían que arreglarse desde las entrañas de la propia orquesta, sucede algo así como en la película Durmiendo con el enemigo, el problema está en casa y ahí debe resolverse; entre otras cosas, no existe un romance entre la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes y los medios de comunicación, esto sucede, de hecho, en todo el ICA. Cierto es que hay entrevistas por aquí y por allá, pero no hay un coqueteo más firme con los medios, se deberían crear espacios en el que el público supiera que tal día, a tales horas hay un programa de radio o televisión de la Sinfónica en unos o varios medios. Tampoco hay ruedas de prensa como se hacía antes todos los jueves a las 09:00 de la mañana, previo al ensayo en el vestíbulo del Teatro Aguascalientes. El ICA todo lo quiere arreglar enviando boletines de prensa a diferentes medios, pero sabemos de sobra que eso no es hacer periodismo, tampoco es suficiente, la OSA merece más difusión, porque por supuesto que es posible llenar el Teatro Aguascalientes, o por lo menos meterle un promedio de 900 personas por concierto, esto se ha hecho antes con estrategias bien diseñadas, pero, sobre todo, con el deseo y la voluntad de hacer las cosas bien.
Por otro lado, está el problema de las audiciones, las plazas se han desocupado, sobre todo por la jubilación de varios de los integrantes de la OSA, y no se están renovando esas plazas, lo triste es que esa base se la llevan a otra instancia del ICA y son espacios que pierde la Sinfónica, claro que este problema no es de la actual administración, ha pasado desde antes, es un problema que se viene arrastrando desde hace ya algunos años, pero uno esperaría que la nueva administración pusiera una solución a este problema, y no ha sido así.
Cuando el maestro Barrios terminó su ciclo de cuatro maravillosos años como director titular de la OSA, dejó la orquesta con 86 músicos, actualmente no llegan a 70, o si acaso son 70 músicos, es decir, que tristemente se han perdido, por lo menos, 16 plazas que seguramente deben estar por ahí en alguna otra entidad del Instituto. Cultural, insisto, el problema no es de la actual administración, aunque sí debo decir, a título personal, que yo esperaba que el problema se solucionara, pero no, nada de eso sucedió.
Tengo esperanza de que a principios del año 2025 la OSA convoque a audiciones y se pueda recuperar la grandeza de la Sinfónica, en número de músicos y en la calidad de nuestra orquesta, finalmente, la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes es parte indisoluble del perfil cultural de nuestro estado. Que todo se haga sólo por amor a nuestra Sinfónica, que así sea.