La cruzazuleamos | De lengüita por Aldo García Ávila - LJA Aguascalientes
24/04/2025

La creatividad de las y los hablantes de una lengua no tiene límites. Sin percatarnos, producimos palabras novedosas que si bien tal vez no llegan a establecerse en nuestra lengua, nos resultan útiles para expresar eso que deseamos comunicar. Para ilustrar lo anterior, quisiera recordar un debate futbolístico a propósito del primer triunfo de las Centellas, el equipo femenil del Necaxa, en el torneo de clausura 2018. La discusión versaba sobre la preparación que llevó al equipo a ese ansiado y necesario triunfo. Una de las comentaristas señaló que luego de un mes de no tener actividades, las integrantes del equipo pudieron rechipear la mente, para entrar con más entereza a la cancha y obtener el triunfo. En seguida, otro de los comentaristas salió del ámbito deportivo para cuestionar la validez del término rechipear, bajo el argumento de que esta palabra ni siquiera existía.

Lingüistas como Elisabeth Beniers y Laurie Bauer han dedicado grandes esfuerzos a abordar estas problemáticas. En términos generales, los especialistas concuerdan en que una palabra existe desde el momento en que un hablante la acuña: ese es el instante en que la palabra, valga la redundancia, entra en existencia. Lo cierto es que no es posible predecir si la palabra se establecerá en la lengua o quedará como una creación fugaz, de apenas un momento.

Así pues, rechipear existe, en virtud de que un hablante dispuso de un mecanismo de formación de palabras para producirla y, de este modo, satisfizo una necesidad expresiva. El cuestionamiento hacia esta palabra es natural, porque es muy novedosa y no forma parte del vocabulario que utilizamos en la cotidianidad, de ahí que la descalifiquemos, no porque sea inválida, sino porque nos resulta extraña.

¿Qué significa rechipear? Para resolverlo, es necesario observar otras palabras que tengan una estructura semejante. Así, rechipear es semejante a una palabra como, por ejemplo, renombrar, cuyo significado es ‘volver a poner (un) nombre’; de ahí que rechipear sea ‘volver a poner un chip’. Al respecto, conviene precisar que estamos ante la concatenación de prefijos y sufijos, es decir, a la palabra nombre le aplicamos el sufijo –ar para crear el verbo nombrar, ‘dar un nombre’ o ‘poner nombre’; en seguida, colocamos el prefijo re– que expresa el significado iterativo de ‘volver a X’, donde X es la palabra base, en este caso nombrar, para formar finalmente renombrar, ‘volver a nombrar’. Lo mismo sucede con chipear: chip– + –ear, chipear, ‘poner un chip’, y posteriormente, rechipear, ‘volver a chipear’.

Otra belleza de esta palabra es la utilización de “chip” con un sentido diferente, pues de ser un dispositivo computacional, se ha convertido en un concepto que sirve para expresar un cambio de pensamiento y actitud. Es una metáfora bajo la cual la colocación de un chip en un aparato electrónico supone que el funcionamiento de este último sea mejor; por extensión, cambiar el chip (la actitud, el pensamiento, el comportamiento) debería implicar la consecución de mejores resultados. Dicho de otro modo, cuando alguien dice que “Hay que cambiar nuestro chip”, afirma que es necesario modificar el pensamiento o la actitud. Al crear el verbo rechipear se expresa la necesidad de ‘volver a poner un chip’, que —según la comentarista— fue precisamente lo que ocurrió: las jugadoras de Centellas, luego de un mes de descanso, tuvieron tiempo de replantear el escenario y rechipear su actitud, es decir, ‘volver a poner un chip’ para mejorar.

En la creación de nuevas palabras, los hablantes utilizan, entre otros mecanismos, esquemas de formación de palabras, mismos que funcionan como plantillas. Así, palabras como renombrar y rechipear son construidas a partir de la sucesión de esquemas (o plantillas) que podemos representar, primero, como [X-ar] para formar una nueva palabra a la que se aplicará el prefijo re– en un esquema del tipo de [re-X], cuyo resultado es un verbo con el significado de ‘volver a X’.

Por último, hay algunas palabras que, a pesar de ser novedosas, los hablantes no cuestionan su existencia. Una de ellas es cruzazulear, que en los últimos años se ha vuelto muy popular, a pesar de que el Cruz Azul ya rompió la maldición de no ganar campeonatos. Al igual que rechipear, el verbo cruzazulear es bellísimo y por demás simpático. En suma, su significado es sumamente complejo, pues para utilizarla de manera adecuada, el hablante debe conocer un poco de la historia reciente del Cruz Azul en el futbol mexicano.

En un sentido muy general, cruzazulear significa ‘ser como el Cruz Azul al momento de perder un campeonato’. Quienes sepan mínimamente algo de futbol, sabrán que la Máquina del Cruz Azul ha llegado a una gran cantidad de finales, pero no lograron coronarse como campeón (y aquí, coronarse, es también una palabra creada: ‘obtener la corona’), hasta el torneo de clausura 2021, luego de una sequía de 23 años. Quien está punto de obtener un triunfo, pero comete algún error, ya inocente, ya imprevisto, “la cruzazulea“, esto es, ‘actúa como el Cruz Azul cuando pierde un partido clave o un campeonato’. En este caso, la palabra cruzazulear expresa una relación de atribución: ‘ser como X’ o ‘comportarse como X’, similar a la que aparece en verbos establecidos en el español, como porterear, ‘ser el portero’ o ‘actuar como el portero’; capitanear, ‘ser el capitán’; chismosear, ‘actuar como los chismosos’, etc. La única diferencia es que en cruzazulear la construcción del significado es mucho más complejo, pues para desentrañar su significado es necesario estar al tanto y comprender factores presentes en la cultura del futbol mexicano, pero ese es precisamente el encanto de esta creación, pues nos revela que, para inventar nuevas palabras, las y los hablantes disponen de los aspectos más peculiares y exquisitos de la cultura.

Este tipo de hechos demuestran la importancia de escuchar lo que hacen las y los hablantes, pues con frecuencia crean joyas lingüísticas propias de la más elevada poesía. Y quién sabe: en una de esas, alguna de esas palabras novedosas termina por establecerse en nuestra lengua.


aldogarav86@gmail.com


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