- La Arquidiócesis de México también solicitó al Estado mexicano que analice la presencia de las fuerzas militares en materia de control y revisión migratoria
La Arquidiócesis de México pidió a “las autoridades correspondientes” realizar una investigación “a fondo” del asesinato de seis migrantes en un operativo de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) en Chiapas el pasado miércoles 3 de octubre.
En la editorial de su semanario Desde la Fe, también solicitó “al Estado mexicano que analice la presencia de las fuerzas militares en materia de control y revisión migratoria”.
Titulado “No más ofensas a la dignidad humana”, el texto aseguró que “los recientes sucesos en Chiapas nos duelen, pues cada migrante es un hijo de Dios que enfrenta realidades adversas, algunas de ellas desgarradoras, que los hacen vulnerables”.
Siguió: “Duele saber que esa vulnerabilidad los pone en la mira del crimen organizado y los hace objeto de abusos de las autoridades, como ocurrió en el suceso que derivó en la muerte de varios migrantes durante un operativo militar”.
Entonces, se preguntó: “¿Dónde está la dignidad de la persona cuando se les mata solo por parecer sospechosos?, ¿dónde está la dignidad de la persona cuando la ley de las balas se impone sobre el uso de la razón? ¿Qué cambiará después de este trágico hecho que terminó con la vida de seis personas? ¿Todo seguirá igual?”.
La Arquidiócesis de México lanzó su petición: “Nos sumamos como Iglesia para pedir a las autoridades correspondientes que realicen una investigación a fondo de este hecho y además al Estado mexicano que analice la presencia de las fuerzas militares en materia de control y revisión migratoria”.
Como dato, aseguró que, en México, según el Instituto Nacional de Migración (INM), entre enero y mayo de 2024 se detectaron casi 1.4 millones de “personas en situación migratoria irregular”, provenientes de 77 países. “Un fenómeno en aumento”, añadió.
Luego, insistió en que “cada ser humano posee una dignidad inalienable y los migrantes no son menos dignos que cualquier otra persona, sin importar raza, género, estatus, edad o creencias”.
La autoridad eclesiástica recordó la encíclica Fratelli Tutti del Papa Francisco que asegura que “la llegada de aquellos que son diferentes puede ser un regalo” que enriquece nuestras comunidades y sociedades.
Añadió que, como Iglesia, “creemos en una solución que incluya el acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes. Creemos que cada encuentro con ellos es una oportunidad para reconocer y encontrar a Cristo mismo”.
Y cerró: “No podemos permanecer de brazos cruzados y en silencio ante las ofensas a la dignidad humana de los migrantes y de todos aquellos que son vulnerables. Hacemos un llamado para que nuestro compromiso con ellos sea una luz que ilumine su oscuridad”.