- La diputada Laura Ponce destaca la importancia de las ‘limpias’ en la cultura de Jesús María, mencionando a Agapita como figura emblemática.
- La violencia intrafamiliar ha disminuido en Jesús María gracias a esfuerzos para fortalecer el tejido social y abordar el problema desde la niñez.
- Es fundamental fomentar la educación y los valores en los menores, así como ofrecer capacitación a los padres para mejorar la integración familiar.
Realizar trabajos de limpia para eliminar los espíritus chocarreros es parte de la cultura del municipio de Jesús María, señaló la diputada Laura Ponce. Ella recordó a Agapita, una mujer muy conocida a nivel nacional por su habilidad para retirar las malas vibras.
En cuanto a las personas dedicadas a hacer limpias y otros trabajos de hechicería, comentó que esta práctica es una parte integral de la cultura de Jesús María: “Hay muchas señoras que realizan limpias, no brujería, pero sí limpias, donde te dicen: ‘te voy a barrer con el huevo o te voy a quitar el mal de ojo’. Por lo tanto, no podemos tapar el sol con un dedo y eliminar esta cultura”, indicó.
Hay quienes realizan estos trabajos porque lo desean y no necesariamente porque se les ordene hacerlo para atraer más gente al municipio: “Muchas de estas personas no cobran, y la gente puede acudir. Además, hay mucho que ofrecer en Jesús María para quienes lleguen”, enfatizó.
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La legisladora recordó a Agapita, quien hacía limpias y barría a las personas, y a quien se le dedicó un mural: “Todo el mundo la buscaba y no cobraba; ella lo hacía porque decía que tenía ese don, así que todos están cordialmente invitados a Jesús María”, reiteró.
Por otro lado, la diputada aseguró que la violencia intrafamiliar ha disminuido en ese municipio. “Se ha trabajado arduamente en la dinámica social de las familias en Jesús María, donde se han visitado diversas instituciones para fortalecer el tejido social”, y afirmó que este es un tema muy complicado, y que es necesario trabajar desde la niñez para poder cambiar hábitos en las personas, como la drogadicción y la persistencia de la violencia intrafamiliar. Mencionó que lamentablemente existe un círculo vicioso en el que está involucrada toda la familia: “Desde los abuelitos y los padres, hasta los hijos, quienes a menudo tienen miedo de denunciar. Por eso, es fundamental trabajar desde la familia”, añadió.
De igual manera, mencionó que este problema ha estado presente en el municipio durante muchos años, y que se ha reforzado la dinámica social para buscar soluciones: “Ha llegado gente de afuera, y el convivir en la familia no es fácil. A menudo, los hijos no asisten a la escuela, por lo que es necesario fomentar en los menores la educación y los valores, así como asegurar la integración familiar. Por eso, se requiere proporcionar capacitación a los padres y apoyarlos para salir adelante”, indicó.