El 11 de diciembre de 2006, el entonces presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, afirmó “Como he subrayado, hoy el crimen organizado representa la mayor amenaza para la seguridad, la libertad y la tranquilidad de los mexicanos. Es un enemigo que no conoce límites, que lastima profundamente a toda la sociedad por igual, que atenta contra la paz, contra nuestra seguridad y contra nuestras instituciones”. Para muchos especialistas, esta fecha marcó el inició de la llamada guerra contra el narcotráfico, con el despliegue de 4,269 soldados, 1,054 marinos y 1,420 elementos de la policía federal, en el operativo Conjunto Michoacán. Entre el 2006 y el 2012, cerca de 70 mil personas fueron asesinadas violentamente; sin embargo, esta cifra ni siquiera logró mitigar la presencia y poder de los cárteles de la droga, en cuyo caso, al menos podríamos decir que su deceso no fue en vano. Lamentablemente no fue así.
La polémica de la guerra contra el narcotráfico
La controversia volvió a la discusión pública, reavivada precisamente por el propio Felipe Calderón a propósito de una publicación en X (antes Twitter), en la que destacaba los logros de la lucha que emprendió contra el crimen organizado durante sexenio, al sostener que él sí empleó toda la fuerza del estado para combatir a los cárteles de la droga. Al respecto, la presidenta Claudia Sheinbaum aprovechó la coyuntura para calificar como fallida la estrategia de Calderón y acusarlo de cinismo, pues quien lideró dicha estrategia, Genaro García Luna, está a punto de recibir sentencia, por colusión con el narco; sin embargo, lo cierto es que los últimos gobiernos no han logrado mitigar la violencia que se vive en distintos puntos del país y que cada día afecta a más personas, prueba de ello es la enfermera y una menor de edad que murieron en el fuego cruzado durante un enfrentamiento entre delincuentes y la Guardia Nacional, es decir, dos personas completamente inocentes, los mal llamadas daños colaterales que tienen nombre, rostro y familia. Más allá de las polémicas, las acusaciones y reproches, lo cierto es que la población anhela una pacificación en el país, pues el clima de guerra, tácito o abiertamente declarado en el discurso, no beneficia a nadie.
Vivir en Suiza o perderte la elección de jueces y magistrados
Con la publicación de la convocatoria para jueces y magistrados, habrá muchos interesados en participar en el proceso para conformar el nuevo, recargado y democratizado Poder Judicial; sin embargo, es importante reconocer las complejidades a las que se enfrentarán. Primeramente, se trata de más de 850 posiciones, un número por demás elevado que hará mucho más complicada la elección; en suma, como precisa F. Bartolomé, será una contienda compleja y desigual, en el sentido de que las personas juzgadoras no podrán hacer campaña y, en un sentido más o menos similar, los partidos políticos tampoco podrán hacerlo, al menos no abiertamente. A ello hay que agregar que las reglas del proceso no están del todo claras. Así pues, seremos testigos de un proceso inédito. Como decía Carlos Fuentes, a propósito de aquella presentación de un libro a la que no llegó el protagonista del evento: el libro que tenía que presentarse, “Vivimos en un país kafkiano”. Y estas son, después de todo, las maravillas de vivir en un país kafkiano: un día nos despertamos convertidos en insectos y otros nos toca elegir de entre una lista de 850 candidatas, candidatos y candidotes, ¿a poco preferirías vivir en Suiza a perderte este singular proceso?
Continuidad, pero con innovaciones
Con la toma de protesta de Leo Montañez la expectativa hacia su segundo periodo como alcalde es alta, al igual que los retos que tiene el municipio capital en diversos temas, incluido el del agua. Al respecto, Montañez detalló que no descarta algunos ajustes dentro de su gabinete, ya que recalcó que algunos funcionarios municipales deberán continuar y otros serán evaluados, pero eso sí: dejó en claro que los ajustes serán para eficientar su administración, de ahí su afirmación: “Es una reelección, lo que implica que haya continuidad, pero con algunos cambios para bien”.
¿Quiénes se van? ¿Quiénes se quedan?
Aunque aún no tenemos la respuesta certera, es posible repasar algunas posiciones de la administración municipal, mismas que no son voluntad directa del presidente municipal y, por lo tanto, requieren de algunos consensos. Primeramente, está la Secretaría del Ayuntamiento y la Dirección General de Gobierno, que actualmente encabeza Javier Soto Reyes; esta posición deberá contar con el visto bueno y el voto favorable de la mayoría de las y los integrantes del Cabildo, mismo caso que la titularidad de la Policía Preventiva y Tránsito, así como de la Secretaría de Finanzas. Las posiciones de las Direcciones Generales del Instituto de la Juventud, del Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura, del Instituto Municipal de Planeación, del Instituto Aguascalentense de la Mujer y de CCAPAMA deberán llevar el visto bueno de la Junta de Gobierno de cada institución. Para la persona titular del Órgano Interno de Control, deberá proponerse una terna para que el Cabildo lo designe por el voto de la mayoría más uno.
Una tarea laboriosa
La tarea será laboriosa, pues no será sencillo evaluar las áreas que merezcan continuidad o aquellas que -en palabras del alcalde- exijan alguna innovación, ya que si descartamos las posiciones que requieren un consenso político dentro del gabinete, tendríamos que referirnos a la Secretaría de Comunicación Social, que actualmente ocupa Clara Argentina Alonso Müller; la Secretaría de Obras Públicas, encabezada por Miguel Ángel Huizar Botello; la Secretaría de Desarrollo Social, liderada por Christian Gutiérrez; la Secretaría de Desarrollo Urbano, en manos de Óscar Tristán Rodríguez; la Secretaría de Servicios Públicos, que ha estado encabezada por Carlos España; la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, cuya titular actual es Sarahí Macías Alicea; la Secretaría de Economía y Turismo Municipal; la Coordinación General de Delegaciones Urbanas y Rurales; y la Coordinación de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Habrá que esperar los movimientos que depare la evaluación interna del municipio, para analizar a fondo los perfiles nuevos o aquellos que permanecerán, pues no pasemos por alto que hay quienes ya tienen la mirada en el proceso electoral del 2027, incluso el propio Leo Montañez -aunque por ahora lo niegue- es una de las figuras importantes para aspirar a la candidatura por el Gobierno del Estado, sobre todo después del respaldo que recibió durante la toma de protesta de su segundo periodo como alcalde de la capital. Todo lo anterior vuelve más interesante todavía darle un seguimiento puntual al trabajo y a la designación del gabinete del municipio de Aguascalientes. Parafraseando a Gabo, algunos escribirán lo que bien puede ser la crónica de una candidatura anunciada.
Una más uno no son dos enamorados
En el Congreso del Estado, Morena se dividió en dos grupos parlamentarios. Uno de ellos, autodenominado Cuarta Transformación, está conformado por Ana Gómez, José Trinidad Romo Marín, Aurora Vanegas y Genny Janeth López Valenzuela, diputada por el Partido Verde. Por otro lado, el grupo parlamentario de Morena, liderado por Fernando Alférez, pero este último grupo carece de voz y voto en la Junta de Coordinación Política, es decir, de una u otra manera, este grupo tiene presencia a través de Alférez, pero no tiene facultades de voto. Fernando Alférez Barbosa alegó ante el Tribunal Electoral del Estado de Aguascalientes (TEEA) que le concedieran acceso al voto; sin embargo, el tribunal desechó la demanda, al determinar que no era necesario continuar con el caso, pues los legisladores que promovieron la acción ya habían logrado su objetivo de formar el Grupo Parlamentario dentro del Congreso de Aguascalientes. Al respecto, José Trinidad Romo Marín afirmó que sí hay un acuerdo político entre ambos grupos parlamentarios de Morena, pero la petición es no tener a Alférez como líder, bajo el argumento de que sus ideas y posturas políticas se han anquilosado. En suma, continuó Romo Marín, lo que hace falta en este momento es construir alianzas, no dividir. Una vez más, habrá que ver la respuesta de Alférez y cómo se soluciona esta historia de ruptura y desamor.