Septiembre es un mes de muchas conmemoraciones, el aniversario de la realización del Festival de Avándaro el 11 de septiembre de 1971, ese día, 11 de septiembre, nos hace recordar momentos históricos determinantes en la historia contemporánea, por ejemplo, es también el aniversario del atentado contra el World Trade Center en Nueva York en 2001, recordamos también el golpe de estado en Chile a cargo de Augusto Pinochet contra el presidente Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973, pero todo el mes es de conmemoraciones, y no sólo por los días patrios, recordamos también la muerte de Jimi Hendrix el 18 de septiembre de 1970, Rockdirgo González, el profeta del nopal, murió en el terremoto de la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985, el 12 de este mismo mes, pero de 1972, se publicó unos de los discos más influyentes en el rock progresivo, el Close to the Edge de Yes, y más recientemente, el aniversario luctuoso de Richard Wright, tecladista de Pink Floyd el 15 de septiembre de 2008. Es decir, hay muchas cosas de qué escribir y compartirlo contigo, amigo melómano, pero no quisiera romper la secuencia de este tema que nos ha ocupado las tres últimas semanas en el Banquete de los Pordioseros, el día de hoy le pondré punto final, aunque el tema, per se, es inagotable y seguirá dando para muchos más comentarios, pero con esta entrega cerramos el ciclo en esta columna.
Desde esta trinchera, y dada la situación que vive la cultura en Aguascalientes, siento la irreprimible necesidad de cuestionar el trabajo que se está haciendo en la radio pública, que a pesar de lo que entiendo como un capricho del director de las dos estaciones de radio en la forma en la que se “está haciendo radio” a pesar de todo, las dos estaciones de radio de gobierno del estado están para otras cosas, no para copiar la radio comercial, como si tuviera algo digno de ser imitado. La razón de ser de la radio pública es apoyar, promover y difundir la cultura, principalmente la local, esta es su razón de ser, no otra. Yo no sé si exista algún reglamento interno o alguna ley que nos diga cómo debe ser el perfil de las estaciones de radio públicas, es decir, entendámoslo con más precisión, la radio cultural, porque así es como deberían de ser.
Ya ves, la música clásica ha sido desterrada sin misericordia de las dos frecuencias de radio, Alternativa 98 y Conexión 92.7, que junto con el canal 26, la Señal que va+, conforman el organismo público de Radio y Televisión de Aguascalientes. Pues tristemente se suspendieron todos los espacios destinados a la gran música de concierto, seguramente con la errónea idea de que la música clásica a nadie le gusta, qué pena, no deja de sorprenderme la ingenuidad de quienes piensan así.
Es un error pensar que la banda, el reguetón, o cualquier otra expresión presuntamente musical es lo que a la gente le gusta, por supuesto que no, categóricamente lo niego, en todo caso es lo que la gente conoce. La radio comercial tiene la facultad de disponer de los gustos de las masas, ellos, los programadores de este tipo de radio deciden, en función de intereses comerciales, qué es lo que la gente va a escuchar, imponen una canción que durante unos meses, semanas, tal vez, está de moda, y después es sustituida por otra, y así per saecula saeculorum, es decir, música desechable, úsela y tírela, incluso en las estaciones de radio en donde no presentan banda, reguetón o cualquier otro desperdicio auditivo, y que presuntamente son estaciones de “rock clásico”, no pasan de canciones sumamente comerciales de Foreigner, Journey, Boston, y esto en el mejor de los casos, para la radio comercial, Yes es sólo Owner of a lonely heart, Genesis es Abacab, y Chicago se limita a It’s hard to say I’m sorry.
Algo así pasa en Alternativa, excepto los espacios de mi buen amigo Juan Manuel Muñoz en los que presenta cosas imposibles de escuchar en otra parte, y eso es más o menos lo que yo también siempre hice en mis espacios radiofónicos, todo lo demás es una triste y patética copia de la radio comercial.
Insisto, la música clásica merece una oportunidad, ahora ni Radio UAA, ni Alternativa, y menos Estéreo Mendel la tienen en sus barras de programación, una ciudad no puede ser grande con una radio tan pobre y limitada, incluso me da vergüenza cuando amigos de otros estados vienen a Aguascalientes y me preguntan por la música clásica, qué vergüenza, de verdad, es algo vergonzoso y sumamente triste.
El nombre de Alternativa se lo puse yo en el año 2011, precisamente porque la idea era que la barra de programación fuera una verdadera alternativa destinada a un público más numeroso del que nos imaginamos, con música clásica, jazz, blues, rock, específicamente, con música que jamás escucharías en otro lugar, ahora Alternativa es cualquier cosa, menos esa alternativa que algunos nos propusimos hacer, pero no hay daño, por grave que sea, que no se pueda reparar, siempre habrá otra oportunidad para la música clásica, y “sólo le pido a Dios”, parafraseando a León Gieco, que me permita estar ahí para ser parte de la reconstrucción de una radio verdaderamente alternativa e inteligente, la radio que Aguascalientes necesita, la radio que Aguascalientes merece. Que así sea.