La segunda fecha lucía interesante desde que la vi en el programa general de esta tercera temporada: Rossini, Ponce y Schumann, tres compositores de distintas y lejanas geografías y con lenguajes musicales diferentes pertenecientes a períodos igualmente diversos. El programa inició con La Scala di Seta del sublime belcantista Gioachino Rossini, después el Concierto Romántico para Piano de Manuel M. Ponce teniendo como solista al maestro Fernando Saint Martin (pronúnciese Martan, lo menciono porque en un video promocional del ICA el conductor decía Martin y es incorrecto, bueno, no me extraña), y después del intermedio disfrutamos de la Sinfonía No.2 en do mayor, Op.61 de Robert Schumann, la dirección de este segundo concierto fue del maestro Román Revueltas.
Podemos decir que esta segunda fecha de la tercera temporada de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes nos presentó la estructura convencional de una audición orquestal que inicia con una obertura, continúa con un concierto, y termina con una sinfonía y creo que en general fue un buen concierto, así, sin más, nada sorprendente, o quizás se debe al hecho que en el primer concierto el maestro John Henry Crawford tocando un referente del lenguaje concertante, el Concierto para violoncello de Antonin Dvorak, dejó el nivel muy alto, y después de escucharlo ya muy pocas cosas podrían sorprendernos.
Debo decir que yo tenía mis dudas en el desempeño del maestro Saint Martin en su interpretación del Concierto Romántico para Piano del llamado príncipe del nacionalismo musical mexicano, Manuel M. Ponce, lo ubico más como alguien comprometido con la cultura, específicamente con la música, pero desde el escritorio, no lo tengo considerado entre los grandes pianistas de la escena de la música de concierto en México, no obstante, ha tocado con las mejores orquestas de este país, pero no tiene una carrera que llame la atención pocas son sus grabaciones, creo que sólo dos, vamos, no podría compararlo con Mauricio Nader, Alberto Cruz Prieto, Arturo Nieto Dorantes, Guadalupe Parrondo, Héctor Infanzón, Jorge Federico Osorio, Eugenio Toussaint, Silvia Navarrete, Marta García Renart, Héctor Rojas, sin contar los históricos Ricardo Castro o Manuel María Ponce, algunos de ellos, como verás, también soberbios compositores. No, el maestro Saint Martin no pertenece a esta élite, y eso me tenía con alguna incertidumbre, pero Rossini hizo que me relajara y me dispusiera a disfrutar del concierto de Ponce, obra que, por cierto, la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes grabó hace algunos años con la participación de la maestra Parrondo oficiando como solista y la dirección del maestro Román Revueltas.
Digamos sin más que se cumplió con una digna interpretación, nada extraordinario, los maestros Saint Martin y Revueltas cumplieron con el compromiso y la OSA hizo lo suyo, como siempre, respondiendo con solvencia a cualquier tipo de exigencia sin inhibirse ante los repertorios más demandantes y poniéndose a la altura de la exigencia de los directores y solistas, cuando los ha habido, de primer nivel.
Después del intermedio escuchamos la Sinfonía No.2 en do mayor, Op.61 de Robert Schumann, por cierto en el programa general que publicó el cuerpo administrativo de la OSA en redes sociales, señala como autor de esta sinfonía a Albert Roussel, un compositor francés de la transición del siglo XIX al siglo XX, cuando en realidad se trataba del compositor del romanticismo alemán Robert Schumann, este tipo de errores han sido tristemente frecuentes en los programas y en la información que da el cuerpo administrativo de la OSA, posteriormente se corrigió este error, pero son cosas inaceptables, y se debe, en gran medida, a la falta de conocimiento y amor por la música.
Antes de la interpretación de la Sinfonía de Schumann, se presentó la soprano Lucía Wilson, ella es hija de la maestra Megan Maiorana, principal de la sección de flautas y de Jonathan Wilson, principal de la sección de cornos de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes interpretando el Ave María de Giulio Caccini, el más bello de los Ave Marías que conozco, esto por las celebraciones patronales de Nuestra Señora de la Asunción, patrona de la Villa de las Aguas Calientes, y también por los festejos el próximo martes 27 de agosto, por el aniversario 125 de nuestra diócesis.
En el caso de la segunda de las cuatro sinfonías compuestas por este genio alemán, fue exactamente lo mismo, el maestro Revueltas cumplió con una lectura, más que con una interpretación, evitó correr riesgos y simplemente cumplir con el programa, así, sin más.
Para mañana, sí, otra vez, el grupo Ahrsis, si la memoria no me falla, es la tercera vez en lo que va de esta terrible administración en el ICA que este grupo es invitado, me pregunto de quién serán amigos, porque deben ser amigos de algún alto funcionario del Instituto Cultural de Aguascalientes, no es posible que los inviten a tocar con tanta frecuencia sobre todo si consideramos que su nivel no es alto, y me entristece, aunque no me sorprende, que nuestra amada Sinfónica sea tratada sin la dignidad que merece, al acompañar a una agrupación de nivel muy bajo considerando la altura de la OSA, esto es verdaderamente inaceptable, pero como te digo, amigo melómano, esto ya no sorprende.
Es una versión sinfónica desde Led Zeppelin hasta Guns and Roses y Metallica, y los precios aumentaron, como si este fuera un mejor concierto, y si hablamos de calidad, sin duda es el peor, en fin, es el mundo al revés. Entiendo que es un concierto recaudatorio, y esto por supuesto que es válido, lo que quisiera saber es qué harán con lo recaudado, espero que sea para los accesorios que siempre necesitan los músicos. No iré al concierto, si vas, me lo platicas, la idea de ver a Ahrsis no me seduce en absoluto. Nos vemos el viernes 30.