María del Carmen Lozano Rocha: El conocimiento tras el escritorio | Imágenes de Aguascalientes por - LJA Aguascalientes
15/11/2024

El pasado 31 de julio murió la señora María del Carmen Lozano Rocha, a quien recuerdo como en la imagen, su expresión apacible, tranquila, manifestaciones de su don de gentes; su bonhomía, y así como digo señora, podría decir maestra, doctora, porque durante años fue el alma; el eje conductor, primero del Archivo General del Estado, y luego del Archivo Histórico del Estado, muy ducha en las artes relacionadas con el recaudo de documentos, información valiosa y quizá no tanto.

Así como se utiliza la expresión “el poder tras el trono” para designar a quien ejerce el mando sin figurar, así de Carmelita podría decirse que fue “el conocimiento tras el escritorio”. Desde luego con esta expresión no pretendo decir que ejerciera un liderazgo académico ni mucho menos; no, a algo más bien técnico, a una labor importantísima, porque documento que no está clasificado y ubicado es un documento perdido… Me refiero al hecho de que ella se las sabía de todas todas a propósito de lo que contenían los archivos en los que sirvió durante décadas, en parte justamente porque estuvo ahí prácticamente desde los inicios de la institución, a principios de los años 60 del siglo anterior. Desde luego hablo del Archivo General del Estado, dado que luego pasó al Histórico. 

Gracias a ella; a su trabajo, algunos de sus jefes pudieron sentirse tranquilos de que las cosas se hacían. Tan es así que cuando se jubiló fue llamada de nueva cuenta para hacerse cargo de las funciones que con tanta diligencia desempeñó durante años. Desde luego en estas tareas no estuvo sola, pero en todo caso ella cumplió un importante papel en la preservación de la armonía laboral.

Tengo entendido que terminó sus días laborales debido a una enfermedad relacionada con el contacto con documentos antiguos, que afecta a las manos, creo que una especie de bacteria que se aloja en los documentos, que al fin y al cabo son objetos orgánicos, es decir, sujetos a deterioro, corrupción. Quizá a raíz de ello se instrumentó en el archivo la prescripción de que todo el mundo que consulta documentos debe utilizar guantes. 

Y bueno, sean estas inútiles palabras un recuerdo -lo único que puede uno hacer ante la perversidad de la muerte- de quien se ganó el afecto de muchos.

Felicitaciones, ampliaciones para esta columna, sugerencias y hasta quejas, diríjalas a [email protected].


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