A un día de que 24 millones de alumnos de preescolar, primaria y secundaria regresen a las aulas, la Iglesia Católica lanzó un decálogo para las autoridades y familias donde en uno de los puntos demandó “erradicar la violencia y la cultura de la muerte”, ante la crisis de inseguridad que vive el país.
En el editorial publicado en el semanario Desde la fe, la jerarquía católica recordó las “responsabilidades compartidas que tienen los padres, profesores y la comunidad educativa”.
Basta recordar que apenas el pasado 12 de junio, un joven de 16 años fue asesinado y su padre resultó herido tras un ataque directo cometido por un sujeto a las afueras del colegio Camino Real, ubicado en Santiago Momoxpan, municipio de San Pedro Cholula. La Secretaría de Seguridad Ciudadana de esa demarcación confirmó que este ataque se registró a la hora que los padres de familia llevan a sus hijos a la escuela.
“Hacemos un llamado para establecer una alianza educativa para formar personas maduras, capaces de superar contraposiciones y reconstruir el tejido para tener una humanidad más fraterna”, se detalla en el texto.
El decálogo propuesto por las autoridades eclesiásticas
Inculcar el respeto al prójimo: Eduquemos en el amor al otro, así como el otro es, no “como yo quiero que sea”, sin juzgar ni condenar y mucho menos descartar a nadie.
Erradicar la violencia y la cultura de la muerte: Uno de los grandes desafíos es erradicar todo tipo de violencia en las escuelas y así prevenir juventudes que sienten atracción por el crimen y que pierden el respeto y amor por la vida. Invitamos a todos los actores en el proceso educativo a promover acciones que fortalezcan el respeto a la vida y a la dignidad humana.
Brindar un cuidado mental y emocional: Invitamos a los padres y/o tutores a llevar un acompañamiento emocional y buscar la prevención de padecimientos como la depresión y la ansiedad.
Fortalecer la identidad: En su exhortación apostólica Querida Amazonía, el Papa Francisco nos recuerda la importancia de una educación para desarrollar las capacidades y empoderamiento; “adecuada para cultivar sin desarraigar, hacer crecer sin debilitar la identidad, promover sin invadir”.
Fomentar la disciplina y responsabilidad: Inculcar en los niños el valor de la responsabilidad tanto con sus estudios, al cumplir con sus actividades escolares, como en la formación que tienen para ser buenos ciudadanos.
Organizar tiempos: Fomentar la organización de tiempos que permitan a los menores priorizar el estudio, pero manteniendo un equilibrio con el descanso, el tiempo en familia, con los amigos y otras actividades que fortalezcan su espíritu y la formación de valores.
Dar ejemplo de buenas conductas: Invitamos a los padres y profesores a dar buen testimonio de los valores que quieren ver en los niños, principalmente, la honestidad, el respeto y el amor al prójimo.
Promover el trabajo en equipo y romper el individualismo: La educación no es una tarea individual, sino comunitaria, por ello, fomentar la cooperación y el trabajo en equipo en los alumnos permitirá desarrollar habilidades que ayudarán a combatir problemáticas como la discriminación, el egoísmo y el individualismo.
Fortalecer la alianza escuela-familia: Una alianza que permita la transmisión de conocimientos, pero también, la transmisión de valores humanos y espirituales.
Fomentar el amor por el medio ambiente: Hagamos un compromiso para amar a nuestro planeta y evitar el desperdicio de los recursos naturales, lo que además nos demanda estar siempre dispuestos a compartir.