“Él debe ser Zapata”, reaccionó el presidente Andrés Manuel López Obrador a los señalamientos que el Capitán Marcos le lanzó.
“Tuvo el autoritarismo de Gustavo Díaz Ordaz; el nacionalismo de cartón piedra de Luis Echeverría Álvarez, la demagogia corrupta de José López Portillo, la mediocridad administrativa de Miguel de la Madrid, la perversidad de Carlos Salinas de Gortari, la vocación criminal de Ernesto Zedillo, la ignorancia enciclopédica de Vicente Fox, el militarismo y la mecha corta de Felipe Calderón, y la frívola superficialidad de Enrique Peña Nieto”, dijo el líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
El mandatario mexicano refirió en dos ocasiones el tema, pero evadiendo responder ampliamente. “Y hasta Marcos dice que soy Díaz Ordaz, y Salinas creo. Él debe ser Zapata, pero no me voy a meter a la polémica”, dijo en un inicio.
Después de insistir en el planteamiento y el jefe del Ejecutivo federal agregó: “Está él en su derecho, como todos nuestros adversarios, que no son nuestros enemigos. No voy a polemizar”.
“Es que cada quien tiene que asumir su responsabilidad y hacerse cargo de sus palabras, de sus dichos”.