Aunque han pasado 36 años desde el estreno de Beetlejuice, su director Tim Burton no ve el segundo filme de este excéntrico fantasma como vivir del pasado, sino una oportunidad para renovar su legado y mantener al máximo su creatividad.
“Para mí la nostalgia es una palabra ajena”, dijo Burton el martes en una conferencia de prensa en la Ciudad de México, a donde viajó acompañado con los miembros del elenco Jenna Ortega, Michael Keaton, Monica Bellucci, Justin Theroux y el productor Tommy Harper. “No era nostalgia, lo veía más bien como la reunión de una familia rara”.
Keaton, quien dio vida por primera vez a Beetlejuice en 1988, confesó que no se sintió completamente seguro al retomar a su famoso personaje grosero y por momentos repugnante.
“Estaba más nervioso de lo que pensé que estaría”, dijo el actor de filmes como Batman y Birdman (La inesperada virtud de la ignorancia). “Tratar de volver hacer algo que me importaba tanto me hacía sentir nervioso”.
Keaton calificó Beetlejuice Beetlejuice, que se estrena el fin de semana del 5 de septiembre en Latinoamérica y Estados Unidos, como un “verdadero experimento artístico controlado”, en el que Burton estaba abierto a escuchar las ideas de los actores y el equipo de producción.
“Es un ambiente tan divertido cuando eso ocurre, porque no te descalifican, incluso si tienes una idea impulsiva, pero es una idea, porque te sientes libre de realizarla”.
Ortega, quien interpreta a Astrid, la hija de Lydia Deetz, el emblemático personaje de Winona Ryder de la película original, dijo que se sintió muy cómoda compartiendo con Ryder durante la filmación. En cambio, señaló que Astrid tiene una relación rara con sus padres, pues se siente un poco avergonzada por su éxito.
La actriz de origen mexicano y puertorriqueño de 21 años fue nominada al Globo de Oro y los SAG por la serie de Netflix Wednesday (Merlina), producida y dirigida por Burton. Consideró que la nueva entrega de Beetlejuice puede generar interés entre los jóvenes.
“Creo que mucha gente está fascinada con la muerte y con lo que pasa después”, dijo. “Es una buena forma de reír sobre ella y sobre el hecho de que le va a pasar a todos… me siento muy agradecida de participar en esto porque siento que es algo que los jóvenes necesitan ahora”.
Bellucci, quien en la vida real tiene una relación sentimental con Burton, se dijo feliz de integrarse al universo del cineasta desde un papel profesional como su personaje Delores, un “demonio que chupa almas”.
“Tiene cicatrices y todos tenemos cicatrices emocionales, ella (Delores) es una metáfora de alguna manera. En las películas de Tim siempre hay temas profundos, incluso si se trata de una comedia oscura o absurda”, dijo la actriz italiana. “Pero siempre hay temas profundos, como la vida, la muerte y el amor”.
En cambio, Justin Theroux dijo que su personaje Rory es algo estúpido y más ordinario que los otros. El actor también se dijo admirador de la Beetlejuice original.
Keaton y Burton coincidieron en que el travieso Beetlejuice es difícil de encasillar, aunque si algo lo caracteriza es la libertad, pues tiene la capacidad de hacer casi cualquier cosa.
“Para mí es un personaje que no puedo explicar mucho porque de alguna manera viene del subconsciente”, dijo Burton. “Es como hablar de un sueño”.
En contraste con esta fantasía, Burton destacó que los efectos que se usaron son prácticos en vez de generados por computadora, al estilo de la vieja escuela.
“Lo hace más emotivo, más personal y más divertido”, dijo el director, quien también señaló que no tomó la primera película como una referencia total. “Empecé a verla y a pensar ‘no entiendo nada de esto’, y yo la hice”.