El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo Guzmán, arrestado junto a Ismael El Mayo Zambada el pasado 25 de julio en suelo estadounidense, pactó su entrega con Washington.
El mandatario también llamó a que Zambada revele cualquier posible vínculo del Cártel de Sinaloa con autoridades de ambos países.
Semanas después del sorpresivo y aún incierto arresto de Joaquín Guzmán López y El Mayo Zambada, el gobierno mexicano sigue buscando respuestas.
En su tradicional conferencia de prensa, el saliente jefe de Estado dijo que la Casa Blanca aún no entrega el informe final sobre lo ocurrido el pasado 25 de julio en un pequeño aeropuerto en El Paso, Texas, aunque esperan que toda la inteligencia necesaria sea recibida antes de que se celebre el inminente juicio de Zambada.
“Todavía no (hay fecha para el informe), todavía no, no tenemos toda la información, pero esperamos que la vamos a tener. Pienso que antes (del juicio) vamos a tener información sobre todo lo relacionado con la detención y el traslado”, expresó López Obrador desde el Palacio Nacional.
Aunque la información de Washington aún no está completa, el presidente aseguró que el gobierno estadounidense habría admitido haber llevado a cabo un proceso de negociación “por lo menos con uno de los dos personajes”, refiriéndose a Guzmán López como el que habría pactado su entrega en Texas.
López Obrador también reiteró que las fuerzas estadounidenses actuaron solas, sin involucramiento de la autoridad mexicana. “De lo que estamos seguros es que no intervinieron las fuerzas armadas de México, que esto al parecer fue un acuerdo entre autoridades del gobierno de Estados Unidos y estas personas”, dijo el mandatario.
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El Mayo Zambada no tiene fecha establecida para ser juzgado, aunque en su primera comparecencia ante la justicia, se declaró inocente por 14 delitos imputados.
López Obrador llamó a que El Mayo, cofundador del Cártel de Sinaloa, revele con exactitud cualquier vínculo con el gobierno mexicano que hubiera forjado a lo largo de su pasado criminal. “Si van a informar sobre sus vínculos con autoridades mexicanas, ayuda que se sepa cuánto apoyo le daban a las autoridades, que informen quiénes los protegían, todo esto va a ayudar mucho, también los acuerdos con las agencias de Estados Unidos, transparentar todo, eso ayuda muchísimo”, apuntó el mandatario.
Sobre el tema, el presidente destacó que su administración tiene confianza en que no se va a ver envuelta en algún caso de corruptela o vínculos con el narcotráfico en caso de que Zambada declare, afirmando que “ya no es el tiempo que se protegía desde el gobierno a las bandas de narcotraficantes”, además de hacer referencia a escándalos pasados, como el caso del exsecretario de Seguridad Pública Genaro García Luna.
“Nosotros hemos pintado la raya, la frontera entre delincuencia y autoridad, no hay vínculos, no hay relaciones de complicidad con nadie como era antes”, sentenció el presidente, que vive sus últimos momentos dentro del Palacio Nacional antes de delegar su puesto a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, en octubre.