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Como los antiguos programas de Plaza Sésamo, esta columna está patrocinada por el americanismo Zocotroco, que desde que la encontramos hemos estado buscando con quién emplearla, y la discusión entre Javier Lozano, Felipe Calderón y Marko Cortés nos da la oportunidad de asignarles ese adjetivo que, en Argentina y Uruguay se emplea para caracterizar a una persona torpe y poco inteligente, justo es la forma en que han llevado estos personajes y, en general, todos los panistas la responsabilidad que tuvo cada uno en el avasallamiento que sufrió este partido, en coalición con el PRI y PRD, el pasado 2 de junio.
Rating
El desencuentro entre Javier Lozano y Marko Cortés, se pudo haber quedado en la mínima audiencia que tiene el canal de YouTube de Carlos Alazraki, si calificamos así el rating de Atypical TV es porque hay que ser muy zocotroco, sobre todo después del proceso electoral pasado, para creer que la audiencia está interesada en ver desayunar papayita con cottage a una serie de whitexicans que basan sus sesudos análisis políticos en lo que escuchan durante su vuelo a París, pero eso no pasó porque, a un mes de la terrible derrota de la proclamada oposición, ninguno de los dirigentes de esos tres partidos ha sido capaz de asumir sus responsabilidad por las decisiones que se tomaron desde el momento en que Andrés Manuel López Obrador señaló que su corcholata favorita era Claudia Sheinbaum; así que cualquier discusión entre prianrredistas es retomado por los medios tradicionales para convertirlo en escándalo.
Cámaras de eco
Uno de los engaños en que cayó la oposición prianrredista fueron las cámaras de eco en que convirtieron los war room, a lo que hay que sumar el ego de quienes se presentaban como voceros de Jorge Álvarez Máynez, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, quienes no desaprovechaban oportunidad alguna para mostrar su ingenio ante cualquier micrófono. A toro pasado, podemos señalar que sólo los propagandistas de Morena supieron convertir este fenómeno para regresar el golpe a sus adversarios, por eso escuchamos miles de veces a Vicente Fox diciendo algo que no dijo Xóchitl Gálvez sobre los programas sociales; y por estarse mirando el ombligo salir con la batea de babas de que leyeron mal los índices de no respuesta de las exit polls, argumento que sostienen.
Soberbia
Con la soberbia que lo caracteriza, Javier Lozano atendió el llamado de los medios para seguir lavando la ropa sucia fuera de casa, aprovechó cada ocasión para reiterar que Josefina Vázquez Mota fue una pésima candidata; que fue una cobardía de los panistas no defender a Genaro García Luna e irse en contra, otra vez, de Marko Cortés, extendiendo la vida inútil de este pleito de condóminos fifís, y a medida que insistió en mostrarse como el ganador de ese combate verbal con el dirigente panista, Javier Lozano siguió sacando la ropa sucia, permitiendo que se preguntara quién había sido peor candidata, si Josefina Vázquez Mota o Xóchitl Gálvez, hasta cuestionar qué tantas ganas le iba a echar Marko Cortés a la elección, cuando ya tenía garantizada su posición en la lista de plurinominales.
Escupir al cielo
Quizá lo peor, si es que eso es posible, de la perorata de Javier Lozano sea que para justificar la defensa exigida sobre la colaboración de Genaro García Luna indicó que lo que le realmente le había pegado a la marca del PAN, “a nuestra honorabilidad”, fue que el dirigente panista haya hecho públicos los acuerdos que realizó con el ahora gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas; y con eso justificó la necesidad de que ahora todo sea público, todo se visibilice, porque así lo demanda el pueblo.
Botín
Ventilar las cosas así como señala Javier Lozano es una idea simple y ridícula de lo que el derecho a la información y los asuntos públicos son, lo terrible es que nos hacen estar de acuerdo, una vez más, con Andrés Manuel López Obrador, quien en su mañanera sintetizó el pleito entre los panistas con una contundente frase: “Cuando se reparte mal el botín, hay motín”; eso sí, el coincidir con el presidente en eso, no necesariamente nos obliga a pensar lo mismo sobre la forma en que el, un día sí y otro también, López Obrador exhiba la información personal de sus adversarios, como hizo con la complicidad de Pablo Gómez, cuando presentó la lista de lo que ganan los colaboradores de Carlos Loret de Mola en Latinus; y sin que nadie lo obligara, aunque eso sí, agarró de pretexto una pregunta de la reportera de Proceso, Dalila Escobar, acerca de la reforma al Poder Judicial para, aunque no quería, plantar la lista…
Bastón de mando
A estas alturas del sexenio, francamente es inútil repetir las violaciones a la privacidad por parte de López Obrador, no creemos que alimentar el morbo y el rencor sea el impulso que requiere la participación ciudadana, así que nomás comentaremos el final de la intervención presidencial en la mañanera, en que haciendo un desorientado Joe Biden, indicó que las razones de las críticas en su contra es porque: “están molestos con nosotros, conmigo, pero qué bueno que tenemos unos días todavía para aclarar todo esto, ya después el único que va a poder dominar en toda la opinión pública va a ser el que fue de prensa de Salinas”… Ah, caray, ¿el presidente le está pasando la estafeta de la crítica a Otto Granados Roldán?, ¿pues qué le hizo el exgobernador de Aguascalientes?, ¿va a volverlo a acusar de que vendió la Plaza de Toros?
Pasos en la azotea
Aunque sea en el crepúsculo del sexenio, una mención en la mañanera, mínimo es para sentir ñañaras, como las que ya siente Ramón García Alvizo, el sempiterno líder de la Sección 1 del SNTE, quien hace unos días, ante el surgimiento de un Sindicato Independiente de los Trabajadores de la Educación, no le quedó más remedio que adelantar que ya merito se va a ir, no porque es ilegal que siga al frente del magisterio y haya aprovechado los huequitos legales para extender su mandato y beneficios para los suyos, sino porque ya le dieron la instrucción desde el centro, que vaya armando su caja de Huevos San Juan y guarde sus tiliches. Por si fuera poco, a García Alvizo ya lo dejaron solo en el estado, así se entiende la declaración del Enrique Gutiérrez Reynoso, titular del Instituto de Educación de Aguascalientes, quien se lavó las manos del próximo proceso sucesorio en el SNTE Aguascalientes y la conformación de un nuevo sindicato: “Es respetable, se trata de un tema de libre agrupación y a nosotros como autoridad la instrucción que tenemos de la gobernadora es trabajar con apertura y comunicación con todos los sindicatos”; así las cosas, a ver a quién de Morena le va a pedir chichi Ramón García Alvizo.
La del estribo
Ahora que está de moda preguntar ¿dónde está la oposición?, cuestionamos con toda inocencia, si está tan mal la seguridad en Aguascalientes y muchos se arrepienten del sentido de su voto porque el “blindaje” de Manuel Alonso García, ¿dónde habrá quedado el brillante plan de seguridad para el estado que Arturo Ávila hizo con Omar García Harfuch?, ojalá lo pase al gobierno estatal, porque sí está haciendo falta, ¿o qué, era pura campaña?
@PurisimaGrilla