Alguien, probablemente el propietario de este automóvil, puso a ambos lados del vehículo tazones con croquetas, y uno con agua, para los perros que merodean por este estacionamiento.
Aun entre los perros hay niveles, y no es lo mismo nacer french poodle o maltés, o schnauzer, pomerania, o cualquiera de las especies exitosas, celebradas, etc., a nacer en la calle, sin currículum posible, animales que no tienen otra cosa que ofrecer que unos ojos anhelantes, inocentes, felices, tristes, temerosos…
Aquellos se venden y se compran, se llevan al veterinario, a la estética, se cuidan, comen cuando quieren, duermen cuanto quieren, en cama, etc., en tanto los otros sobreviven a su suerte, batallando siempre en un ambiente hostil. Los vemos recorriendo las calles, atravesándolas, mirando a los transeúntes, por lo pronto a la defensiva por si las dudas, o echados en cualquier parte, con un descaro envidiable, o sentados a las puertas de cenadurías y fondas, siempre a la espera de que caiga algo para echarse al estómago y mitigar en algo su hambre crónica, hasta que llega un alma misericordiosa que sirve un banquete como el que está dándose este animal.
¿Misericordiosa o consciente? ¡Quién sabe!, pero me parece que todos deberíamos tener cerca un animal como este, dado que probablemente de cuando en cuando nos ofrezcan lecciones de humildad, en que nos enseñarían lo obvio pero que quien sabe por qué razones no vemos u olvidamos. Una primera lección sería que no estamos solos en el universo, y menos en el mundo y que por tanto no tenemos derecho a hacer y deshacer como nos dé la gana.
Contra las actitudes que asumimos, no sé si de pensamiento, pero claramente de obra, de que el mundo es nuestro y disponemos de él a nuestro antojo, rompiéndolo todo a nuestro paso, ensuciándolo, está el hecho que lo compartimos con otros muchos seres vivos, vegetales y animales, y que por tanto nuestro derecho a todo es limitado, y que el respeto nos obliga no sólo a otras personas, sino a todo ser vivo. Felicitaciones, ampliaciones para esta columna, sugerencias y hasta quejas, diríjalas a [email protected].